Daniel Celdrán a bordo del 'Candela', el velero que alquila para recorrer la costa.

Daniel Celdrán a bordo del 'Candela', el velero que alquila para recorrer la costa.

Escapadas

Daniel dejó la ingeniería naval en Madrid para ofrecer en un pueblo de Alicante viajes con un velero de lujo privado

Recorrer la costa de la provincia de Alicante o ir a la isla de Tabarca en un amplio barco es la propuesta que ofrece este emprendedor para disfrutar el verano.

Más información: Estos son los yates más lujosos del puerto de Alicante, de entre 2 a 10 millones de euros

Alicante
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Daniel Celdrán salió de su Santa Pola natal a los 18 años hacia Madrid, donde estudió ingeniería naval y acabó diseñando yates. Tras años en ese trabajo, ahora vuelve para montar su compañía con la que ofrece la posibilidad de disfrutar de un velero de lujo por las costas de la provincia de Alicante.

Este es un verano muy ajetreado para este emprendedor que regresó al Mediterráneo arrancando un negocio de mantenimiento de embarcaciones. Después de cuatro años, amplía su actividad al negocio del chárter de lujo.

Gracias al apoyo de unos empresarios locales lanza ahora Club Varadero Charter, operando desde Santa Pola. El corazón de su oferta es el velero Candela, de 15 metros, transformado a un "estándar de lujo alto", como presume.

El lujo del barco reside en su diseño y equipamiento. "La mitad del asunto es el barco en sí", explica destacando "las distribuciones de los espacios y volúmenes interiores". También es clave "cómo hemos vestido ese barco, cómo lo hemos equipado" y la elección de "los pequeños detalles cotidianos".

La preparación del Candela fue intensa. Estuvieron seis meses, recuerda, trabajando a contrarreloj para llegar a esta temporada de verano. En Santa Pola, hay mucha tradición de servicios náuticos en especial por su cercanía a la isla de Tabarca y estos son los meses para aprovecharla.

Esa es solo una parte del negocio que quiere hacer con Club Varadero Charter porque busca diferenciarse ofreciendo una "experiencia prémium". Daniel considera que el trato en embarcaciones que trabajan como taxis del mar es frío, mientras que ellos buscan la cercanía de un hotel boutique.

El servicio va más allá del alquiler: es una "experiencia de principio a fin". Se ofrecen diferentes opciones al cliente, como menús saludables o aprender a navegar a vela. "Nosotros le diseñamos un crucero a su medida", valora Daniel sobre vacaciones privadas.

No se limitan a Santa Pola. Los clientes han pedido ser recogidos en Altea para ver la costa hasta Torrevieja. También ofrecen destinos "muy exóticos, vírgenes y un poco secretos". De hecho, es posible cruzar a Baleares desde puertos más cercanos para "reducir las horas de navegación".

El concepto de "chárter boutique" le sirve a Daniel para remarcar el servicio integral que ofrecen. Pueden recoger a las familias del aeropuerto o de hoteles en Alicante o Elche, llevando al cliente al puerto y estando "pendiente del cliente".

Los precios varían: una salida de día a Tabarca cuesta 700 euros, y un día de chárter se sitúa entre 800 y 900 euros. Para excursiones de un día, el barco tiene capacidad para "11 invitados más el patrón", detalla.

Para cruceros privados de varios días, "seis o siete personas sería óptimo" para garantizar la comodidad, ya que el barco dispone de tres camarotes dobles. El patrón es un experto "muy serio, muy responsable y sobre todo muy discreto", que también puede ser instructor.

El público es variado. La primera salida fue con rusos, luego noruegos, y el resto, españoles. La clientela se divide "un poco 50/50" entre extranjeros, a menudo "escandinavo o de Europa del Este", y clientes nacionales, "perfil director de empresa, CEO gerente".

El proyecto, con apenas "cinco semanas" de operación en junio, supera las expectativas iniciales que se habían marcado. "El barco ha tenido mucha acogida", dice Daniel, y cada persona que sube "enloquece" por su volumen y acabados. El "boca a boca" genera un gran volumen de reservas.