Estado en el que quedó el exterior del bar de la Glorieta en Cox, actualmente cerrado.

Estado en el que quedó el exterior del bar de la Glorieta en Cox, actualmente cerrado. Visto en 'X', @ProyectoMastral

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Vecinos de Cox tras el reventón térmico: "En mi vida había visto caer tanta agua así"

La provincia de Alicante se encuentra en alerta naranja por tormentas, que podrían intensificarse en pocos minutos, como ha ocurrido en la Vega Baja.

Más información: Alicante mantiene el aviso naranja: tormentas "anárquicas" en la provincia, pero sin ser una dana

Alicante
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La provincia de Alicante vive una jornada marcada por la alerta naranja decretada por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) por tormentas. El aviso afecta sobre todo al litoral norte, aunque los episodios de lluvia pueden producirse en cualquier punto del territorio.

El catedrático y meteorólogo Jorge Olcina explica a EL ESPAÑOL de Alicante que no se trata de una dana, pero advierte que las tormentas "pueden intensificarse en pocos minutos".

Eso fue lo que ocurrió el pasado lunes en la Vega Baja, donde un reventón térmico descargó más de 30 litros por metro cuadrado y provocó rachas de viento de hasta 100 kilómetros por hora.

"Un aire impresionante"

En Cox, una madre y su hijo han relatado en el magazine matinal de À Punt cómo vivieron unos minutos de tensión en los que la tormenta transformó por completo el paisaje.

La madre describe que todo ocurrió "en un momento", sorprendida por la intensidad de la lluvia. "En mi vida he visto caer tanta agua así", asegura. Explica que empezaron a escuchar "truenos seguidos, seguidos, seguidos" y, de repente, se levantó "un aire impresionante".

Desde la ventana observaron cómo objetos de los descampados y de los patios cercanos eran arrastrados por el viento.

Captura de pantalla del programa de À Punt en el que han entrevistado a una madre y su hijo tras el reventón en Cox

Captura de pantalla del programa de À Punt en el que han entrevistado a una madre y su hijo tras el reventón en Cox

Matorrales, muebles y cristales volaron sin control, mientras los árboles del parque próximo quedaban destrozados. "Fue un desastre", resume.

Daños materiales

La vecina afirma que, por fortuna, en su propia vivienda no sufrieron daños, pero no ocurrió lo mismo con las casas de enfrente.

"El agua les entró dentro y se rompieron muchos jarrones", señala el joven. La fuerza del viento hacía temer lo peor: "Las ventanas de los vecinos como que se iban a romper, se iban a meter a la casa o se iban a romper enteras".

Otros residentes no tuvieron tanta suerte y perdieron "casi todo" lo que guardaban en sus hogares. La intensidad del aire fue tal que "no podíamos ni abrir las puertas". En algunas viviendas, añade, "se les han caído los techos por detrás".

A pesar del caos, subraya que no hubo que lamentar heridos: "No hay ningún daño así más, todo daño material".

No es una dana

Sobre la situación meteorológica, Olcina recuerda que este martes la provincia se encuentra bajo aviso naranja y que las tormentas pueden ser "anárquicas", sin un recorrido de sur a norte.

"La lluvia torrencial puede afectar prácticamente a cualquier punto", explica.

El experto insiste en que no estamos ante un episodio de altísimo riesgo. "No es una dana", aclara, aunque el Mediterráneo a 26-27 grados obliga a "hacer una vigilancia extrema porque las tormentas se pueden intensificar en pocos minutos".

Septiembre estival

De cara a los próximos días, Olcina señala que "el miércoles volveremos a la normalidad". Los modelos apuntan a un final de septiembre estable, caluroso y soleado, con temperaturas por encima de lo habitual. "Será un mes con rasgos más estivales que otoñales", anticipa.

Colegios cerrados

La alerta naranja ha llevado a que numerosos municipios alicantinos suspendan las clases este martes.

Entre ellos se encuentran Alicante, Elche, El Campello, Sant Vicent del Raspeig, Albatera, Cox, Callosa del Segura, Rafal, Redován, Sant Joan d’Alacant y Santa Pola.

En la capital, además del cierre de los centros educativos, se han clausurado parques, jardines y el Castillo de Santa Bárbara como medida preventiva