Lucía (20 años), camarera: "Me encanta trabajar en Hogueras, es intenso pero nos divertimos mucho"

Las fiestas más mágicas y reconocidas de Alicante ya están aquí y el ambiente festero ya se puede respirar por los rincones de la ciudad.

Y es que Alicante cambia de piel en junio. Las calles se llenan de humo, de ruido, de cuerpos que se mueven al ritmo de una fiesta que ya no distingue el día de la noche.

El sol protagoniza unas jornadas intensas, pero la gente sale igual, sudando y riendo, incluso a pesar del calor sofocante, unas temperaturas que la propia AEMET ha calificado como "históricas".

Las aceras poco a poco se llenan de terrazas improvisadas, las esquinas, puntos de encuentro donde todo empieza con un abrazo, una canción o una cerveza bien fría en alguno de los locales de la zona de Luceros.

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Negocios como el bar Iruña se convierten en lugares ideales para disfrutar de las tradicionales mascletàs.

Lucía, 20 años, trabaja como camarera en el local especializado en tapas, cervezas y churros. Con entusiasmo, confiesa a EL ESPAÑOL que le "encanta" trabajar en Hogueras: "Son jornadas muy intensas pero nos lo pasamos bailando y cantando".

Unas palabras que suscribe Aldi, una compañera suya que asegura trabajar por primera vez en las Hogueras.

"Al estar en las mañanas, siempre me pilla el turno más intenso cuando son las mascletàs, por lo que sudamos mucho, pero vemos cómo la gente se lo pasa bien y eso siempre nos saca una sonrisa", asegura.

A pocos metros del local, las hogueras monumentales empiezan a alzarse en los barrios. Cada una con su tema, su mensaje, su color. Y aunque al final acaben todas en cenizas, por unos días son el centro del mundo.

Las mejores bravas

Además de ser conocido por servir los irresistibles churros con chocolate caliente, el bar Iruña también ofrece una gran variedad de cervezas artesanales y tapas deliciosas como las croquetas caseras.

Si bien podrás disfrutar en su terraza de una amplia carta exquisita, existe una que sin duda, a juicio de las camareras y de Diana, una de las cocineras: "Todo el mundo tiene que probar":

"Tenemos las mejores patatas bravas de Alicante", así de contundentes afirman al unísono las cuatro trabajadoras, Lucía, Aldi, Susi y Diana.

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En definitiva, si bien esta época del año es conocida por ser concurrida y agitada en la ciudad de Alicante, existen locales en los que los trabajadores desempeñan sus tareas con alegría y entusiasmo, a pesar de la intensidad y de la fortaleza que requiere el trabajo de cara al público.

Un ambiente que se junta con el asombro de los turistas y la felicidad de los alicantinos en unos días que se viven con intensidad, como si todo lo demás pudiera esperar durante un tiempo.