Molino Museo Etnológico de Cox

Molino Museo Etnológico de Cox GVA

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El molino harinero de Cox, uno de los pocos 'machos' que quedan en la Vega Baja

Un señor feudal mandó su construcción en el siglo XVII, y desde entonces ha servido como molino, noria, almacén agrícola, hasta convertirse en un museo.

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Alicante
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El molino de Cox, también conocido como molino ‘macho’ por sus grandes dimensiones, es una construcción del siglo XVII y uno de los pocos ejemplares de este tipo que quedan en España.

Además, es el único restaurado sobre su estructura original. Su origen está vinculado al antiguo Señorío de Cox, ya que fue uno de los terratenientes de la época quien mandó construirlo tras la expulsión de los moriscos en 1609.

Inicialmente, el molino fue erigido en la falda de la montaña para aprovechar mejor los vientos. Sin embargo, el crecimiento demográfico de Cox en el siglo XIX provocó que quedara integrado en pleno casco urbano.

La edificación fue levantada por obreros castellanos, lo que explica su similitud con los molinos tradicionales de Castilla-La Mancha.

Durante su época de funcionamiento, fue clave en la economía local, destacando como el molino con mayor producción, ya que abastecía a la población de Cox y a los municipios vecinos.

Un gigante de piedra 

El nombre de ‘macho’ hace referencia a sus proporciones. Aunque desde el exterior tiene forma cilíndrica, el interior del molino es un tronco de cono invertido, con un diámetro de seis metros en la base menor y 6,20 en la mayor.

Molino de Cox antes de su restauración

Molino de Cox antes de su restauración Cedida

La estructura alcanza una altura total de 11,3 metros, contando los 9 metros hasta la base de la cúpula y los 2,5 metros de esta última.

Rafael Moñino, agente de extensión agraria y uno de los impulsores del gentilicio 'cojense', explica que en cierto momento el molino sufrió modificaciones: "Se suprimieron la cúpula y los ventanos, convirtiéndolo en una especie de terraza plana para usarlo como almacén agrícola, hasta su restauración en 2006".

Molino, noria y almacén

Aunque su función principal fue la de moler trigo y otros cereales, el molino ‘macho’ desempeñó otros papeles a lo largo de su historia.

Durante un tiempo se utilizó como noria para extraer agua de un pozo construido bajo su estructura, con el fin de regar el Huerto del Marqués, situado a unos 50 metros.

Este huerto abarcaba tres hectáreas, que hoy comprenden varias calles del municipio, como Madre Matilde, García Morato y Rodríguez de la Fuente.

La noria del molino se instaló en el último cuarto del siglo XIX junto a la casona que había junto al huerto. Sin embargo, el propietario no contaba con derechos de regadío, lo que complicó su uso.

El molino de Cox sirve ahora de Museo Etnológico.

El molino de Cox sirve ahora de Museo Etnológico. GVA

El agua del canal subterráneo, situado tres metros por debajo de la superficie a regar, hacía inservibles las tradicionales norias de madera de estilo árabe. Fue entonces cuando se instaló la noria del molino, que funcionaba gracias a la fuerza animal.

"Los viejos del lugar todavía recordaban cómo una mula con los ojos vendados movía la noria, hasta que fue sustituida por una motobomba eléctrica. Se desconoce el destino de la antigua noria", relata Moñino.

Finalmente, el molino pasó a ser un almacén agrícola. Para ello, se cubrió el pozo y se retiró la noria. En la actualidad, su función es completamente distinta: alberga un museo etnográfico.

El Ayuntamiento de Cox, con el apoyo de la Diputación de Alicante, lo restauró para que vecinos y visitantes puedan conocer de cerca la historia de este emblemático monumento.