El sonido de los tomates maduros golpeando a miles de personas, las risas, el chapoteo entre un caldo rojo y ácido que cala una ropa que ya no se podrá lucir más son sensaciones que en Buñol deben esperar otro año más. Para compensar la intensidad perdida en sus calles durante la Tomatina, la más roja de las batallas, este año han lanzado un juego de realidad virtual.

Las calles de esta localidad valenciana se pueden recorrer ahora mediante una aplicación que han creado en la que el jugador se mueve por ese escenario ahora digital. ¿Su lema? "Este año hay Tomatina pero en otra realidad". Así, como explican desde el Ayuntamiento y recoge Efe, se sumerge al usuario "en una divertida experiencia inspirada en la batalla pacífica más internacional".

Eso sí, el requisito para poder entrar en este mundo virtual es contar con unas gafas Oculus Quest 2, como han explicado. Así se podrá disfrutar de manera interactiva con el juego Tomatina VR Experience. Como prometen, han querido cuidar los detalles más significativos de esta fiesta que cada 25 de agosto se celebra.

Una vez con estas gafas para sumergirse en la realidad virtual, se encontrarán en medio de las calles de Buñol y con "el palo de jabón al paso de los camiones o el bullicio de la batalla". Se puede recuperar de esta forma el espíritu de lo que fue una gamberrada en 1944, cuando empezó y que se ha acabado convirtiendo en una de las fiestas españolas que más curiosidad atraen en el extranjero.

Internacional

Esta notable proyección internacional se puede ver en los números de la última edición que se pudo celebrar con normalidad, la de 2019. Hace dos años se reunieron unos 22.000 participantes que contaron con 145.000 kilos de tomate en esta batalla hasta conseguir la última risa.

Socarrat Studio y el estudio de desarrollo VR GorilaPunk han sido los encargados del diseño y programación de este juego que se puede descargar gratuitamente en latomatina.info. En él quieren que "se respire el ambiente de La Tomatina en cada rincón". Por eso los personajes que aparecen, con cierto aire a los Mii de Nintendo, van vestidos con las camisetas oficiales y en los edificios se ven las lonas que se preparan para proteger sus fachadas.

A través de este juego, el usuario se verá inmerso en una batalla tridimensional de tomates que deberá esquivar y lanzar, con el paso de camiones incluidos, lanzamiento de agua desde los balcones "y un sinfín de sorpresas que solo jugando se pueden descubrir", ha destacado la concejala de Turismo y Tomatina, María Vallés.

La música completa esta experiencia con la canción Todo del mismo color, del grupo de Buñol Malsujeto. Con ello completan un proyecto que pretende que la Tomatina se convierta este año en "más universal que nunca" y se adapte "a cualquier franja horaria o latitud".

Uno de los participantes de la última edición que se pudo celebrar en las calles de Buñol, en 2019.

La alcaldesa de Buñol, Juncal Carrascosa, ha destacado que con esta iniciativa se quiere "brindar la opción de seguir disfrutando de la Tomatina de una manera alternativa, que seguirá vigente una vez pueda volver a celebrarse de manera presencial, como lleva haciéndolo desde hace 76 años".

Como en muchos otros aspectos que se han visto afectados por la Covid, la digitalización ha servido para abrir nuevos caminos a las tradiciones. Según Carrascosa, el objetivo es "no solo seguir poniendo en valor esta fiesta única, sino también sumergirse en un nuevo plano digital, que servirá además como otro factor de dinamización turística del municipio".

El lanzamiento de dos millares de globos rojos, biodegradables como han especificado, ha rematado la presentación de esta iniciativa que se mantendrá activa en septiembre en el museo de la Tomatina, donde dejarán varios visores Oculus Quest 2 para sentir la más alegre de las batallas.