La Comunidad Valenciana en general, y la provincia de Alicante en particular, ha sido territorio abonado para el ocio nocturno; y el verano, la estación predilecta para disfrutar de las discotecas. Pero la pandemia por Covid-19 ha golpeado especialmente este sector, asociado a focos de contagio y las autoridades no han dudado en promover su cierre incluso, en esta última quinta ola, que ha coincidido con el periodo en el que los empresarios de la noche esperaban remontar el vuelo. Con todo, la paciencia ha vuelto a estallar entre los empresarios de la noche, amenazando con llevar a los tribunales el primer estado de alarma o las medidas restrictivas en la Comunitat.

A este respecto, una novedosa encuesta realizada por la Generalitat Valenciana, en colaboración con grupos de investigación sobre la vacuna contra el coronavirus, ha revelado las pocas ganas de fiesta de población valenciana. En concreto, solo el 3,2% de la población vacunada de la Comunidad Valenciana afirma que iría a una discoteca. 

Un porcentaje bajísimo teniendo en cuenta que más de la mitad de las personas vacunadas, un 56,2%, sí apuestan por los viajes como principal actividad a realizar tras la recibir la vacuna, seguido por las visitas a restaurantes, con un 45,7%, y al teatro o al cine (35,8%). Otra de las preferencias del 24,9% de las personas encuestadas es hospedarse en un hotel, mientras que el 18,9% se decidiría a usar el transporte público.

Por lo tanto, no es solo una cuestión de que las discotecas están en espacios cerrados, porque un 16,3% señala que iría a un evento multitudinario de cualquier tipo (cultural, religioso, político, etc.) aunque tenga lugar en un sitio cerrado. 

¿La pandemia ha cambiado el gusto de la ciudadanía hasta el punto de renegar de las discotecas? Todavía es pronto para responder a esta pregunta, señalan los expertos. El secretario general de International Nightlife Association y Spain Nightlife, Joaquim Boadas, afirmaba en lainformacion.com hace un mes que, de momento, aguantaban abiertas 19.000 locales de los 25.000 que existen de ocio nocturno. Es decir, que 6.000 ya habrian cerrado la persiana para siempre en España. No obstante, esta cifra sería mucho mayor según el presidente de España de Noche, más del 60% de las discotecas españolas ha desaparecido con la crisis: unos 15.500 establecimientos. 

Confianza en la vacuna

La directora general de Análisis y Políticas Públicas, Ana Berenguer, se muestra satisfecha con los resultados obtenidos por la encuesta puesto que “la inmensa mayoría somos más optimistas que antes respecto al futuro inmediato y consideramos que el riesgo de desarrollar la enfermedad gravemente tras la vacunación es muy bajo”.

Este programa, que se desarrolla en varias fases, ha realizado hasta el momento más de 13.000 encuestas a valencianos y valencianas, según ha anunciado Berenguer. En la última fase del programa, llevada a cabo entre la segunda quincena de mayo y la segunda de julio, se han efectuado un total de 6.023 encuestas a la población valenciana a los 42 días de haber recibido la primera dosis de cualquiera de las vacunas frente a la COVID-19. 

Los datos del estudio concluyen que el 95% de personas encuestadas considera que su riesgo de desarrollar COVID-19 grave tras la vacunación es bajo, mientras que 74,1% cree que tras la vacunación su “riesgo de enfermar gravemente por COVID-19 es muy pequeño o inexistente” y un 16,1% piensa que el riesgo “ha bajado, pero aún existe”. 

Tan solo el 4,8% restante de las personas encuestadas considera que el riesgo de contraer la enfermedad es bajo pero les “preocupa contagiar a otras personas no vacunadas”. El estudio también arroja a la luz que la población está más optimista frente a su futuro inmediato que antes de la vacunación. Concretamente, el 83,5% de las personas encuestadas son más optimistas que antes de haber recibido la vacuna.