Carlos Pastor, presidente de Convega, ayer durante la presentación del Plan de Marketing Turístico.

Carlos Pastor, presidente de Convega, ayer durante la presentación del Plan de Marketing Turístico. Convega

Vega Baja

Carlos Pastor (Convega): “La Vega Baja debe pensarse como un único destino de turismo de interior con potencial”

Sus diez ciclo-rutas comarcales suman alrededor de 200 kilómetros y más de un centenar de puntos de interés turístico, son un ejemplo de la apuesta por un turismo activo en la comarca.

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La unión de los municipios de la Vega Baja del Segura empieza a despertar como un destino de turismo de interior que mira a su huerta, a su gastronomía, a su patrimonio cultural e histórico y a su oferta deportiva como los pilares de un nuevo relato comarcal. Un reto que, bajo la marca territorio “Vega Baja del Segura, tu tierra y la mía” 2026-30, aspira a que el visitante deje de ver la comarca solo como un apéndice de la costa y la descubra como un lugar donde vivir experiencias durante todo el año.​

Carlos Pastor, presidente del Consorcios para el Desarrollo Económico de la Vega Baja del Segura (Convega), resume esta nueva etapa como el resultado de un trabajo compartido entre la entidad y la Diputación de Alicante, plasmado en un Plan de Marketing Turístico. Un documento estratégico que en colaboración con los 27 ayuntamientos de la comarca marca los ejes de actuación para los próximos cinco años” con la vista puesta en reforzar la marca territorio, diversificar la oferta y cohesionar el destino.​

Pastor insiste en que la clave es pensar en la Vega Baja como un único destino, más allá de los grandes polos de atracción tradicionales. “Municipios como Torrevieja y Orihuela tienen sus propios proyectos y lo que queremos es ampliar el impacto turístico en el resto de pueblos”, señala, subrayando la necesidad de articular productos y experiencias que conecten la costa con el interior.​

El presidente de Convega tiene claro que el gran salto pasa por consolidar un turismo de interior que tenga a la huerta como protagonista. “Pretendemos fomentar, sobre todo, el turismo de interior entre los municipios más pequeños en un plan de dinamización”, explica, a través de instrumentos como “vías verdes o rutas culturales que se centren en su patrimonio cultural e histórico, y haciendo mucho hincapié en la gastronomía”.​

En este contexto, el territorio trabaja para posicionarse como un destino multiproducto donde el visitante pueda pedalear entre acequias y azarbes, pasear por ermitas y casas señoriales y sentarse a la mesa con productos de la huerta de kilómetro 0. Las diez ciclo-rutas comarcales, que suman alrededor de 200 kilómetros y más de un centenar de puntos de interés turístico, son uno de los ejemplos más visibles de esta apuesta por un turismo activo y sostenible que conecta 23 municipios y permite descubrir la diversidad paisajística de la Vega Baja “a golpe de pedal”.​

Festival Gastrocultural de la Vega Baja.

Festival Gastrocultural de la Vega Baja. Convega

La gastronomía es otro de los grandes ejes sobre los que gira la nueva estrategia. “Ya creamos el Club de Producto Gastronómico vinculando la huerta de Vega Baja con los municipios, su restauración y su tradición culinaria”, recuerda Pastor, un club que fija requisitos como que “el producto sea de kilómetro 0, de determinada calidad, y que vincule la huerta con el mar poniendo en valor nuestra gastronomía”.​

Eventos como el festival gastrocultural de la comarca refuerzan esta línea al combinar degustaciones, demostraciones y actividades culturales con la promoción de la marca territorio. Para Convega, la cocina de la Vega Baja es “única, singular y tiene identidad propia”, una seña de diferenciación que actúa como nexo de unión para los 27 municipios y como eje estratégico dentro del Plan de Dinamización y Gobernanza Turística.​

La Vega Baja quiere apoyarse también en su patrimonio cultural e histórico y en una oferta deportiva que va más allá del sol y playa. El diseño de rutas que combinan visitas a iglesias, ermitas, museos, casas-palacio o antiguos sistemas hidráulicos con la práctica del cicloturismo, el senderismo o el golf (“ya que tenemos 8 campos") permite, en palabras de Pastor, “seguir potenciando el turismo residencial que ya existe, y completándolo con turismo cultural y deportivo”.​

Una de las ciclo-rutas de la Vega Baja.

Una de las ciclo-rutas de la Vega Baja. Convega

Ese turismo residencial tiene un protagonista claro: los residentes extranjeros de más de 60 años con alto poder adquisitivo, que en municipios como Rojales “constituyen más del 50% de la población local”. “Son personas que no conocen el entorno donde viven porque se limitan a ir a la playa a Torrevieja u Orihuela Costa o a jugar al golf”, lamenta Pastor, convencido de que “este segmento tiene mucho potencial” y de que las nuevas rutas verdes, culturales y gastronómicas pueden ser la puerta de entrada para que descubran “que los pequeños municipios de la Vega Baja tienen mucho patrimonio que explotar”.​

El horizonte que dibuja el nuevo Plan de Marketing se apoya en una visión de futuro compartida, donde la unión entre municipios se traduzca en desarrollo económico y orgullo de pertenencia. “Queremos crear una simbiosis en la comarca”, resume el presidente de Convega, que no ve un obstáculo en la menor oferta de casas rurales porque “tenemos oferta alojativa en la costa y esta oferta que estamos creando a lo mejor puede ser de un día, sin necesidad de pernoctar”.​

El objetivo final, insiste, es “poner en valor todo lo que pueden ofrecer nuestros pueblos pequeños, que a lo mejor en materia turística han sido opacados por el tirón de las grandes ciudades”. Y hacerlo con una planificación “ejecutable, con objetivos claros, actuaciones concretas y alineadas con las necesidades del territorio”, bajo criterios de sostenibilidad y respeto a la identidad de la Vega Baja del Segura, para consolidarla como un destino competitivo en los próximos años.