Carmelo Peláez y su chalet.

Carmelo Peláez y su chalet. Cedidas

Vega Baja

La lucha de Carmelo para recuperar su chalet okupado en Algorfa: "El okupa hacía fiestas y barbacoas"

El hombre de 63 años estuvo a punto de ver embargada su vivienda tras 10 meses de impagos por un vecino que se ganó su confianza.

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Alicante
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Carmelo estuvo a punto de perder su chalet de 1.000 metros cuadrados en el municipio alicantino de Algorfa tras ser engañado por un okupa que, durante meses, se ganó su confianza y vivió casi un año con todo tipo de comodidades, entre fiestas y barbacoas.

La odisea que han vivido tanto Carmelo como su mujer comenzó cuando Adrián, de 57 años, se ganó la confianza de la pareja en un salón de juegos donde ella trabajaba.

Allí supo que el matrimonio estaba vendiendo un gran chalet con piscina en la localidad de la Vega Baja. Él también decía estar interesado en comprar una vivienda, por lo que el matrimonio creyó haber encontrado al comprador ideal al tratarse de alguien conocido.

"Fue ganándose la confianza poco a poco y luego nos dimos cuenta de que nos engañó y caímos en la trampa", lamenta Carmelo.

El engaño consistía en hacerles creer que iba a recibir una ayuda de unos 700.000 euros por haber perdido las dos piernas a causa de una enfermedad, algo que parecía creíble al tratarse de un conocido que caminaba con prótesis.

El matrimonio firmó con él un contrato de alquiler con opción a compra bajo la promesa de que abonaría las mensualidades en cuanto recibiera la supuesta indemnización. El okupa entró a vivir en la vivienda en diciembre de 2024.

Tras meses esperando la repetida ayuda, las facturas comenzaron a acumularse mientras los ahorros y la paciencia se agotaban.

"Los primeros meses nos decía que estaba esperando aún la indemnización del seguro. Incluso yo le acompañé a unas oficinas y le confirmaron que le iban a hacer la transferencia", sostiene el hombre de Torrevieja, quien ahora duda de todo y no descarta que aquello también fuera un engaño.

Tras cinco meses sin abonar un solo euro de alquiler, la situación se volvió insostenible, llegando a temer que el banco embargara la vivienda.

"Trabajaba en una empresa de multiservicios, pero a mis 63 años echo currículums y nadie me contrata, aunque me veo capacitado para lo que haga falta. Somos personas mayores que cobramos 480 euros de pensión cada uno y no teníamos los mil y pico que había que pagar todos los meses", explica.

Cuando le dio un ultimátum, el okupa reveló sus intenciones y afirmó que no saldría por menos de 50.000 euros, asegurando que "podía quedarse siete u ocho años".

"Decía que era vulnerable por no tener piernas; más vulnerable soy yo, que tengo una ayuda de 480 euros", añade Carmelo.

El okupa permaneció allí durante 10 meses, "celebrando fiestas, barbacoas y bañándose en la piscina".

La situación se resolvió cuando Carmelo, ya desesperado, contrató a los desokupas de APD Security Iberia, que lograron mediar con el hombre. Finalmente abandonó la vivienda hace un par de semanas, justo antes de que el matrimonio se quedara a cero en sus cuentas.

Pero el calvario no terminó ahí, el hombre continúa amenazándolos con llamadas en las que asegura que les va a quitar la casa.

Con la lección aprendida, Carmelo se niega a volver a alquilarla y busca ya un comprador para el chalet. "Ya no nos fiamos; como dice el refrán, pagan justos por pecadores. Y le vamos a poner una demanda por todo el dinero que no ha pagado", concluye.