El Doctor Ingeniero de Minas, Alaa Jasim.

El Doctor Ingeniero de Minas, Alaa Jasim. Laurine Maurice

Vega Baja

Un ingeniero iraquí recuerda el pasado industrial de Torrevieja en tiempos de autarquía: "Teníamos petróleo y fábricas de bromo"

El Doctor Alaa Jasim conversa con EL ESPAÑOL acerca de sus descubrimientos a raíz de años de investigación sobre una parte de la historia poco conocida de la localidad.

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Alicante
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Cuando el Doctor Ingeniero de Minas, Alaa Jasim llegó a Torrevieja desde Irak hace ya más de una década, no sospechaba que bajo las capas de sal y turismo se escondía otro tipo de riqueza.

Llegó atraído por el Mediterráneo y la luz, pero pronto descubrió algo más, un pasado industrial enterrado en los archivos y en las voces mayores del lugar.

"Desde el primer día quise saber si había petróleo en España. Descubrí que sí, que aquí mismo, en Torrevieja, hubo tres pozos petrolíferos", explica con entusiasmo.

Jasim, técnico en AGAMED y doctor en ingeniería, se define como un explorador de memorias técnicas: "No soy historiador, soy técnico. Quiero sacar lo que está oculto, lo que no se ha contado".

Sus conferencias en el Casino de Torrevieja han reavivado la memoria de los intentos tempranos por encontrar petróleo y, más tarde, la de la química que floreció en las salinas durante los años de la autarquía.

Aquella "fábrica de bromo" de la que pocos habían oído hablar fue, según él, parte esencial del esfuerzo español por alcanzar autosuficiencia en la posguerra.

La fabrica en los años 70.

La fabrica en los años 70.

"Se fabricaban productos derivados del bromo que servían como aditivos para combustibles, colorantes, fármacos… Fue algo crucial cuando España necesitaba sustituir importaciones", cuenta.

Concretamente, la industria química de Torrevieja fue impulsada como un proyecto estratégico estatal, alcanzando notable repercusión en la prensa nacional y vinculándose a la renovación del contrato de arrendamiento de las salinas.

Para su puesta en marcha, se destinó una inversión inicial de 16.500.000 pesetas, lo que representaba una suma importante en la época.​

Entre sus principales objetivos se encontraban la obtención de aditivos esenciales para combustibles, como el bromuro de etileno y el tetraetilo de plomo, además de la producción de magnesio metálico para abastecer a la industria aeronáutica española.​

En primera persona

Estas fábricas de las salinas de Torrevieja, activas especialmente entre 1956 y 1977, aprovecharon la alta concentración de bromuro en sus aguas para producir bromo y derivados, esenciales para la industria farmacéutica, combustibles y colorantes durante la autarquía española.

Su actividad industrial aportó empleo y modernidad al municipio, aunque el declive económico y la pérdida de competitividad provocaron su cierre progresivo antes de 1977.

Hoy, sus edificios están en desuso, pero existe un renovado interés local por recuperar y valorar este legado poco conocido de la historia torrevejense.​

Parte de este interés local lo muestran los familiares de los antiguos trabajadores, así como de los pocos que quedan con vida, como es el caso de José Luis Martínez.

A sus casi 80 años, conversa con EL ESPAÑOL acerca de sus inicios en las fábricas de las salinas.

José Luis Martínez, antiguo trabajador en las fábricas de química en las salinas.

José Luis Martínez, antiguo trabajador en las fábricas de química en las salinas. Laurine Maurice

El torrevejense empezó a trabajar en la fábrica de bromo siendo apenas un niño: "Entré con catorce años. Era el más pequeño. Los hombres eran mayores, yo iba de un lado a otro, ayudando", asegura.

Su relato devuelve el olor intenso del bromo, "un líquido rojo, malísimo, que te quemaba la piel" y la dureza de un trabajo sin pausas, entre calderas, botellas y tubos de cristal.

"Algunos se quemaban al transportar las botellas. Había que usar guantes y careta, pero todo era muy precario. A veces se rompían los tubos y caía el líquido", recuerda.

Es entonces cuando esa "química" de la que habla Alaa, la del bromo, el sulfato magnésico, los ácidos y los bromuros, toma cuerpo concreto en el recuerdo de José Luis.

Martínez recuerda la existencia de cuatro fábricas distintas, calderas, talleres, carpinteros y mecánicos. "Allí trabajábamos unos sesenta u ochenta personas. Era como una familia", recuerda.

En su voz se escucha aún la sorpresa de quien ha visto derrumbarse lo que un día fue el corazón productivo de su pueblo.

"Fui hace poco con el doctor Alaa, comenta, y me dio mucha pena. Está todo caído, una ruina. Yo lo recuerdo nuevo, brillante", asegura.

Recuperar la memoria

Para Alaa, la historia de estos trabajadores es el núcleo moral de su investigación. En sus charlas reivindica el homenaje mediante una placa con los nombres de aquellos sesenta hombres que manipularon un material peligroso sin saber que estaban también alimentando un capítulo esencial de la Torrevieja moderna.

José Luis, uno de los últimos testigos de esta parte del pasado de Torrevieja, asiente: "Me parece muy bien. Que no dejen caer las fábricas. Que la gente sepa lo que fue."

Petróleo en Torrevieja

Experto en la industria petrolera, el Doctor quedó sorprendido al conocer la existencia de este recurso en la ciudad que le acogió hace diez años.

Así, antes de descubrir el pasado químico de Torrevieja, empezó su viaje por el pasado investigando sobre esta cuestión.

Concretamente, la historia del petróleo en Torrevieja está marcada por el hallazgo de indicios de crudo en la zona, especialmente desde la década de 1930, cuando un pozo destinado a obtener agua reveló inesperadamente la presencia de petróleo.

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Este descubrimiento atrajo en su momento la atención de las autoridades y los medios nacionales, desencadenando la realización de varios estudios y la perforación de otros pozos durante los años 60 y 70, aunque nunca se llegó a explotar industrialmente el recurso debido, en parte, a factores políticos y económicos.

Hoy, el tema sigue despertando curiosidad histórica y es valorado como un capítulo poco conocido en la historia local, tal como lo ve el Doctor Jasim, quien asegura con firmeza que "debajo de la ciudad de Torrevieja hay petróleo".