Unas gallinas cerca de unos comumpios en Torrevieja.

Unas gallinas cerca de unos comumpios en Torrevieja. L.M

Vega Baja

La polémica invasión de gallinas en Torrevieja provoca controversia entre los vecinos: "Algunas personas molestan mucho más"

La empresa contratada por el Ayuntamiento no ha sido capaz de retirar las cerca de 700 aves al no encontrar sitio donde trasladarlas.

Más información: Adiós a la invasión de gallinas en parques y rotondas de Torrevieja: el Ayuntamiento pone coto a su proliferación

Alicante
Publicada
Actualizada

En Torrevieja, el amanecer ya no lo marca el alba silenciosa, sino el canto insistente de un gallo que se escucha lejos, o quizá muy cerca, más allá de lo que creíamos posible.

Aves, muchas, concretamente unos 700 entre gallos, gallinas y polluelos, han convertido parques, rotondas y calles en su propio escenario urbano, colonizándolo todo con plumas, cacareos y esa presencia insistente que descompone las rutinas de los torrevejenses y sorprende a los turistas.

Todo comenzó hace una década, con cuarenta pollos soltados en el Parque de las Naciones. Hoy, ese gesto ha derivado en una población difícil de gestionar.

Las cifras, claramente visuales, se ciernen sobre la ciudad: rotondas tomadas, pasos de cebra compartidos con crías apresuradas, senderos embarrados, y hasta la carretera nacional, convertida en una pasarela improvisada para estas intrusas de plumas

Ante la que algunos han calificado como "invasión", el consistorio reaccionó licitando un contrato de unos 26.000 €, destinado a capturar las aves vivas y trasladarlas a granjas escuela o santuarios, tal como manda la Ley de Protección Animal.

Sin embargo, el contrato tropezó con la realidad: la empresa adjudicataria renunció al descubrir que debía también encontrar destino para estas aves, un requisito que no estaba en sus previsiones.

Controversia

La ciudadanía observa con divisiones marcadas: para algunos, el ruido, la suciedad, el crujir de patas y plumas despiertan un desagrado tangible; para otros, la escena resulta entrañable, una especie de postal rural surrealista que hace única a su ciudad, incluso atrayendo turistas curiosos.

El alcance de esta "invasión" es tal que Torrevieja no ha parado de salir en la prensa de todo el país por sus gallinas. Algunos habitantes no dudan en tachar esta "plaga" de "sucia" y poco higiénica, algo que también ha denunciado el PSOE local, mientras que otra parte de la población como Juana, residente en Torrevieja, afirma alto y claro que "no molestan a nadie y son más limpias que algunas personas".

Mientras sigan abriendo periódicos, las calles de Torrevieja se siguen llenando de gallinas que pasean a sus anchas por toda la ciudad, aunque es más fácil encontrarlas concretamente en los alrededores de parques y espacios verdes como el parque de las Naciones, así como algunas rotondas grandes de la ciudad.

Peligro para las aves

La presencia de estos animales en entornos urbanos no es solo perjudicial para las personas, sino también para las propias aves.

La concejala de Bienestar Animal, Concha Salas destaca así el peligro que supone su presencia en determinados entornos: "Las aves se ven obligadas a habitar un ambiente hostil para ellas, compartido con vehículos y personas, pudiendo incluso provocar accidentes de tráfico y atropellos".