De izquierda a derecha, el norirlandés asesinado John George, su presunto asesino, el norirlandés Jhonny Smith, el capo de la droga irlandés John Gilligan, y el norirlandés apuñalado el 15 de junio Dan McMeekin.
Asesinos, traficantes y mafiosos, el rastro del crimen irlandés en Orihuela
La capital de la Vega Baja se ha convertido en los últimos tiempos en el refugio de peligrosos delincuentes de Irlanda e Irlanda del Norte.
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Un asesinato, un cargamento de droga, un apuñalamiento, un robo en un casa o un tiroteo. Los tipos de delito en Orihuela varían, pero la nacionalidad involucrada suele ser la misma.
En los últimos meses, criminales irlandeses han protagonizado múltiples episodios violentos, liderados por diferentes mafias.
En concreto, estos delincuentes irlandeses han encontrado refugio en la multicultural zona de Orihuela Costa, donde reside gran parte de la comunidad irlandesa.
No obstante, los encantos que atraen a residentes y turistas de la Isla Esmeralda también atraen con igual fuerza a los delincuentes, quienes buscan camuflarse entre sus compatriotas y contar con un punto estratégico desde donde operar sus organizaciones criminales.
La familia más peligrosa del mundo, el clan Kinahan, que mueve millones de euros en droga, trafica con armas y está implicada en cientos de crímenes, mantiene vínculos con la Costa Blanca, y especialmente en la Vega Baja, más concreto en Torrevieja y Orihuela.
Aunque la mayoría de sus miembros en España realizan sus negocios ilícitos en la Costa del Sol, la provincia de Alicante también ha acogido a algunos de sus integrantes más peligrosos.
Esta es solo una de las mafias y grupos que ha quitado el sueño a los vecinos durante los últimos años. Estos son algunos de los delitos que han cometido en la ciudad en 2025.
Intentos de asesinatos
Uno de los últimos incidentes relacionados con la mafia irlandesa fue el apuñalamiento el 15 de junio de Dan McMeekin, un criminal reincidente de 29 años, natural de Irlanda del Norte, vinculado a la mafia local y con un amplio historial delictivo.
El hombre fue gravemente herido en La Zenia, una de las zonas más activas criminalmente en los últimos años en la provincia, pero logró sobrevivir.
Dan estaba relacionado con grupos de ladrones que irrumpen en viviendas de Orihuela Costa, especialmente en Playa Flamenca. Además, había estado relacionado meses antes en el asesinato de otro norirlandés.
El asesinato de John George en diciembre pasado, un norirlandés de 37 años, presuntamente a manos de un compatriota de 26 años, situó a Orihuela Costa en las portadas de la prensa del Reino Unido e Irlanda.
El caso fue ampliamente cubierto tras la desesperada búsqueda de la familia George, inicialmente frente a una desaparición, que finalmente se confirmó como un crimen por ajuste de cuentas cuando en enero apareció el cadáver en un campo de limones de Rojales.
John George fue asesinado en una vivienda de Orihuela Costa que servía como cuartel general para la venta de droga y donde tenían armas de fuego.
Pero la lista de sucesos no termina ahí. El 13 de mayo, dos hombres de 45 y 27 años dispararon en la cabeza a un joven de 21 años, también, casualmente, en Orihuela Costa y con la víctima de nacionalidad irlandesa.
El joven resultó gravemente herido cerca de una zona de ocio próxima al centro comercial Zenia Boulevard, pero milagrosamente salvó la vida y fue trasladado a la UCI. Por estos hechos se detuvo a los dos sospechosos tras deshacerse del arma en un descampado.
Laboratorio de cocaína
Retrocediendo en el tiempo, Irlanda del Norte vuelve a estar en el foco en la capital de la Vega Baja. En enero, se descubrió un laboratorio de cocaína rosa al estilo 'Breaking Bad' en Orihuela Costa, liderado por el histórico capo irlandés John Gilligan.
Esta organización criminal fabricaba la droga tusi desde un chalet y tenía sus bases de operación entre Alicante y Murcia.
Durante el registro se incautaron más de 16 kilogramos de tusi, dos kilos y medio de cocaína, 540 litros de precursores químicos, 93,5 kilogramos de sustancias de corte para drogas sintéticas y un bidón de 75 litros de metilamina.
El rastro de violencia dejado por estos criminales en la ciudad está movilizando a decenas de vecinos que exigen mayor seguridad.
Sin embargo, estas manchas no opacan la buena convivencia existente con la comunidad irlandesa, que entre norirlandeses e irlandeses suma miles de residentes y turistas.