Joaquín Sempere y su hijo Víctor, la sexta y la séptima generación de El Tendre.

Joaquín Sempere y su hijo Víctor, la sexta y la séptima generación de El Tendre.

Empresas TRADICIÓN

La empresa valenciana más antigua es una almazara y se esconde en Elche: "Nuestro principal cliente es Taiwán"

La Almazara El Tendre, a la que la Cámara de Comercio ha dado un premio por su longevidad, se dirige hacia la séptima generación tras 2 siglos.  

18 septiembre, 2022 01:42
Elche

La empresa más antigua de la Comunidad Valenciana es una almazara y se esconde en las afueras de Elche. Con fecha de registro de 1839, su constitución es, incluso, anterior. "El 20 de abril del 1839 mi tatarabuelo hereda una almazara de su suegro, que tenía como 25 años más de trayectoria", aclara el actual responsable de El Tendre, Joaquín Sempere, que representa la sexta generación de una familia asociada al olivo en la ciudad de las palmeras. Ahora, la Cámara de Comercio de Alicante ha distinguido a esta mercantil en su III Gala de Empresas Centenarias que se celebrará en el Teatro Principal de Alicante el próximo 9 de noviembre.

[De repartir butano a llevar cohetes al espacio: así es esta discreta multiempresa familiar de Elche]

Entre casas de campo y a tres minutos del Hospital General llegamos a un terreno que combina la casa particular de los Sempere, donde actualmente vive la madre de Joaquín (el padre, también Joaquín, falleció hace unos años), la fábrica donde se procesa el aceite de oliva, la tienda y el pequeño museo

¿Cómo van la tienda y el museo? Le preguntamos sobre las últimas apuestas de esta pequeña empresa familiar de 10 empleados. “Te voy a ser claro, desde que está Google Maps, estamos vendiendo mucho más”, responde. "Si vienes en verano, esto parece la ONU entre los turistas, donde no se deja caer ningún español", añade.

Joaquín y su hijo Víctor en el museo que hay en las instalaciones.

Joaquín y su hijo Víctor en el museo que hay en las instalaciones.

Esta fascinación del exterior por el oro líquido la entendió bien el padre de Joaquín hace 30 años, cuando abrió mercados en Francia, luego Estados Unidos y más tarde en numerosos países de todo el mundo, "menos Inglaterra, que nunca ha sido posible", confiesa. De hecho, su facturación -de la que no desvela la cantidad anual "porque al final esto lo lee todo el mundo" depende más de las exportaciones que del mercado nacional.

El cliente taiwanés

"Sin lugar a dudas, nuestro cliente principal es Taiwán", dice con orgullo. A través de su Gobierno, les venden hasta 50.000 litros al año del millón que producen de media. "Allí el país se ha dado cuenta de que la gente se está envenenando con el aceite de palma o de coco que tradicionalmente usaban y, gracias a una legislación muy restrictiva de este producto y las campañas de concienciación que están haciendo, hasta el punto de hacernos la publicidad a nosotros, están cambiando el hábito", resume este empresario. 

Otro nicho importante de esta almazara, hasta el punto de representar el 50% de su cliente nacional, es el particular que acude a las instalaciones a prensar su aceite. "Y no solo de Elche, vienen de zonas lejanas como Almería [a 270 kilómetros] con una furgoneta alquilada, traen sus mil kilos y, pese a pasan por delante de 20 almazaras, se decantan por la nuestra", explica.

Y todo, gracias a que hace 33 años El Tendre apostó por un sistema continuo de prensado que les hizo crecer de manera exponencial. Esto lo cuenta Joaquín mientras posa para las fotos con su hijo Víctor, el maestro de la almazara quien, junto con su hermano Ximo, responsable de las exportaciones, van a tomar el relevo como séptima generación. 

"Haznos una foto con la Leopard", dice Víctor con orgullo. Se trata de la última adquisición de la compañía, un extractor centrífugo de Pieralisi para separar el líquido del hueso del olivo y que fue, hace seis años, la primera de esta serie que se instaló en el mundo. Desde pueden producir 15.000 kilos en una hora. 

Joaquín y Víctor, en las instalaciones de El Tendre.

Joaquín y Víctor, en las instalaciones de El Tendre.

Cuando casi cierran

Pero en El Tendre no siempre ha tenido el viento a favor. Con la entrada en el siglo XX "casi desaparecemos al haber 30 almazaras en Elche", afirma Joaquín. "Elche era un olivar, todo el campo eran olivos y palmeras, cuesta creer hoy en día pero fue así". 

Después, la Guerra Civil trajo otro bache del que, sin embargo, apenas saben detalles. "De vez en cuando a mis abuelos se les escapaba alguna, como que venían a confiscar nuestras tierras y cosas así, pero siempre ha predominado el miedo a hablar de esos años", explica Joaquín. 

Más tarde, en los años 70, notaron la crisis de credibilidad del aceite "cuando los americanos decían que era malo para la salud porque subía al colesterol, hasta que se descubrió lo del colesterol bueno y el colesterol malo", avanza. ¿Cómo?

"La Organización Mundial de la Salud se dio cuenta de que la isla de Creta era la zona del mundo cuya población menos colesterol tenía", comenta. "¿Cómo era posible si su dieta básicamente era aceite de oliva y sardinas, es decir, pescado azul, del que se creía que era perjudicial por el colesterol que producía? Pues porque concluyeron que tanto el aceite de oliva como este pescado ayudan a reducir el colesterol malo", concluye. 

A todo esto, ¿por qué la almazara se llama El Tendre (en valenciano significa 'el tierno')?, le preguntamos. "Por mi bisabuelo. En 1825 era un revolucionario carlista y en una reunión nocturna, vestido con capa y sombrero de copa, se caló entero por la lluvia y bajito y gordito como era y como hemos sido todos después de él, a alguien se le ocurrió apodarlo 'el tendre' porque era como un garbanzo tierno que pasa la noche a remojo", asegura.