Unos pescadores en una imagen de archivo.

Unos pescadores en una imagen de archivo.

Economía

Los pescadores de Alicante se quedan sin días para faenar a un mes de Navidad: "Las flotas africanas pueden salir todos los días"

La mayor parte del sector de arrastre terminará su temporada esta semana, mientras que los pesqueros seguirán trabajando sin limitaciones fuera de las aguas comunitarias.

Más información: La Cofradía de Pescadores de Santa Pola sobre el acuerdo de la UE: "Se perderán trabajos si nos conformamos"

Alicante
Publicada

Los pescadores de arrastre de Alicante afrontan los días más críticos del año al quedarse sin tiempo para salir a faenar tras haber consumido la mayor parte de los 130 días de pesca anuales establecidos por la Unión Europea (UE) en aguas comunitarias del Mediterráneo y el Atlántico

El 90 % de la flota, una de las más importantes del Mediterráneo español, parará estos días a falta de más de un mes para el final del año y con las navidades en el horizonte.

Para los pescadores esta semana es una de las más tensas por los problemas de organización que impone el sistema europeo.

El secretario de la Cofradía de Pescadores de Santa Pola, José Antonio Díez, señala que no han podido programar bien las salidas porque "solo informan del 90 % que puedes pescar a finales de enero, el otro 10 % restante lo vamos conociendo hasta finales de septiembre, así es muy difícil programar".

Todo ello mientras "ves en tu propia cara que las reglas del juego no son iguales para todos en el mismo mar", critica refiriéndose a los pesqueros africanos que no se someten a estas restricciones.

Y denuncia que "se están fomentando estas medidas por intereses externos de la UE cuando ves cómo las flotas de tus propios vecinos de enfrente, como Marruecos, Argelia y demás, no tienen esas limitaciones y pueden salir todos los días con sus mallas".

Además de los pocos días en la recámara, está la incertidumbre de poder echar por la borda una jornada entera por algún contratiempo.

"Si sales del puerto y tienes una avería en el barco, se te pone un tripulante enfermo o cualquier cosa, cuenta como día de pesca, aunque hayas salido media hora", lamenta.

El gremio lleva luchando por aumentar sus días laborales desde que se les redujo en 2020 de 220 a los 130 actuales.

"De 254 días hábiles se trabajan 130 y te subvencionan solo por haber parado 52 días. O sea, tienes unos 70 días ahí que tú estás obligado a parar y nadie te paga nada", comenta el responsable.

Sostenibilidad para sobrevivir

Pese a ello, han podido salvar la limitación a tan solo 27 días de pesca con la que amenazaba la Comisión Europea si no adaptaban sus artes con medidas sostenibles en 2025.

Esta medida fue vista como una "obligación" en el sector, recuerda Díez, que tuvo que adaptarse para sobrevivir. "Todas estas imposiciones han sido sin contar con la opinión del sector, nadie se preocupa por conocerla".

Así, este año tuvieron que cambiar las redes de pesca, vedas o puertas voladoras por unas de "menor impacto ambiental" para pescar especies de mayor tamaño.

Desde la cofradía aseguran que estos cambios han hecho "perder tiempo y dinero a los pescadores", ya que han tenido que escoger antes de partir del puerto entre los dos artes de pesca, ya que, según sea, de pesca costera o profunda, deben llevar uno u otro al ser mallas distintas y no unificadas como antes.

El experto no entiende que no se haya tenido en cuenta a los profesionales para estas medidas. "¿Quién va a estar más preocupado por preservar el medio? El pescador, porque es mano que le da de comer cada día", responde.

Daño social

El secretario de la cofradía explica que la pesca en la UE se basa en tres principios básicos: el económico, el social y el medioambiental.

"Respecto al económico, ahora se está ganando mucho más dinero que antes porque se hacen más capturas con menos barcos al ser todo más selectivo y el mar se puede regenerar. Pero el problema es que la UE solo se centra en el medioambiental, dejando de lado el social", añade.

La cadena logística ligada a la pesca, en la que se incluyen mecánicos, restaurantes, hoteles o el turismo, "no se ve y detrás de cada mesa hay familias", sostiene Díez.

Por todo ello, una de las preocupaciones para los próximos años es el relevo generacional en el sector.

"¿Quién va a querer trabajar si le dices que solo va a poder hacerlo 130 días y que luego cobras un tiempo el paro hasta que lo consumes?", concluye.