La situación de parálisis del turismo en la Costa Blanca durante este invierno por el incremento de contagios, las restricciones al turismo extranjero y el retraso en la comercialización del Imserso está poniendo contra las cuerdas a muchas empresas del sector. Tras casi dos años de pandemia y restricciones a la movilidad, el músculo se ha reducido y no son pocas las compañías que fían su futuro a medio plazo a que los viajes se reactiven con cierta normalidad durante la segunda mitad de febrero, así como a un descenso de hospitalizaciones y muertes por el avance de la vacunación. 

Mientras tanto, necesitan oxígeno. Y por eso exigirán al Gobierno un paquete de medidas económicas para aguantar el tirón de los próximos meses, que promete ser el más duro desde el confinamiento y el cierre perimetral de la autonomía. 

El presidente de la patronal hotelera de Benidorm (Hosbec), Toni Mayor, verbalizó en el tradicional acto navideño de la asociación dos de las más apremiantes: un año más de carencia para pagar los créditos ICO avalados por el Gobierno (la mayoría vence en primavera de 2022), y llevar los ERTE hasta, al menos, el verano. 

Se trata de peticiones recurrentes no solo de los hoteles, sino también de otros grupos de empresas como los apartamentos turísticos. El presidente de la patronal de este tipo de alojamiento en la Comunidad Valenciana, Miguel Ángel Sotillos, lleva meses advirtiendo de que sus asociados tiene la vista puesta en el pago de los créditos avalados por el Estado en un momento en el que la ocupación es mínima. En su caso concreto, el pico de contagios en Reino Unido se ha traducido en una avalancha de cancelaciones, y no se espera una mejoría hasta que el mercdo de última hora -el que más ha acelerado la pandemia- hable. 

El comodín de la vacunación

En esta coyuntura el propio Mayor volvió a fiar la recuperación de la normalidad al avance de la vacunación, sobre todo mediante la inoculación de la dosis de recuerdo en la mayor parte de la población. Por ello pidió una "campaña masiva" que permita reactivar cuanto antes los viajes y el turismo, al menos cuando llegue la temporada alta. 

En el caso concreto de la Comunidad Valenciana, actualmente se está poniendo el foco en los mayores de 60 años, el personal sanitario y en las dosis pediátricas a niños de entre 5 y 11 años, con el objetivo de que todos tengan una primera dosis antes de que acaben las clases el próximo 22 de diciembre.