Marta Robles analiza las vidas de los creadores en 'Lo que la primavera hace con los cerezos.

Marta Robles analiza las vidas de los creadores en 'Lo que la primavera hace con los cerezos".

Cultura

Marta Robles retrata el esplendor e infierno del amor y mantener las obras de artistas pese a crímenes y violaciones

Presenta en Alicante el ensayo en que analiza las biografías de los creadores y la influencia de este sentimiento en sus carreras.

5 mayo, 2023 06:06
Alicante

La periodista y escritora Marta Robles vuelve a la ciudad de Alicante con nuevo ensayo, Lo que la primavera hace con los cerezos. En el libro que presentará en el Real Liceo Casino repasa la biografía de los creadores con lo bueno y lo malo del amor, incluso con los crímenes que cometen por ello. A pesar de eso defiende la separación de vida y obra: "Que no nos lo quiten porque perdemos nosotros". 

"Tengo recuerdos de Alicante, de San Juan, porque mi abuela se compró un apartamento pequeñito y era la playa más bonita del mundo. Y en Alicante cada vez que voy me pasa algo fantástico: me encuentro a alguien, me gusta el clima, como bien, me gusta la ciudad… ¿Qué no me gusta de Alicante?", cuenta risueña antes de llegar este viernes a esta cena literaria.

"En la literatura solo hay dos grandes temas: el amor y la muerte. Y si me apuras el único tema real es el amor", arranca al abordar ya el tema que ha escogido para su libro. Con este ensayo Robles cuenta que lo que quería demostrar “es que el amor influye de una manera decisiva en la creación”. En su punto de partida, tenía claro que “lo que convierte el trabajo de un creador en una obra de arte es la emoción, que viene asociada directamente al sentimiento, con lo que volvemos al punto de partida, el amor”.

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Lo que la primavera hace con los cerezos continúa la temática que abordó en su anterior ensayo, Pasiones carnales, donde habló de los amores de los reyes en la historia de España. “Lo que trataba de demostrar es que las grandes decisiones de los poderosos siempre se toman en las distancias cortas, no se toman en los campos de batalla, ni en los despachos”.

Y en esa influencia del amor en la creación puntualiza que ella está lejos de tratarlo desde una visión romántica. "Ese concepto está muy pasado de moda", considera. Y recuerda que "el amor ha tenido muy mala prensa desde los griegos" y la definición de Ortega y Gasset sobre el mismo como "un estado de estupidez transitoria".

Ella, en cambio, cree "como Voltaire que el amor es mucho más importante porque ataca al mismo tiempo a la cabeza al corazón y al cuerpo. Y eso hace que aunque desaparezca, aunque pueda durar muy poquito tiempo, su recuerdo pueda moverte durante toda la vida".

Separar la vida de la obra

Al analizar la biografía de distintos creadores aparecen historias bellas y también siniestras, como crímenes y violaciones. Al reflejarlas Robles no pretende que con eso se desmerezca su creación. "Hago un alegato contra la teoría de la cancelación porque yo creo que hay que separar por completo la obra del artista", razona. Y ahí alude al quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. "Si a cualquiera de nosotros nos pusieran un foco 24 horas al día es muy posible que se nos transparentaran las miserias", afirma.

Ese foco es por el que han pasado los creadores. "Cuando alguien hace algo verdaderamente extraordinario su vida, acaba trascendiendo. Te enteras de todo y muchas veces hay cosas que son muy inaceptables. Yo siempre digo que si son delitos que a la cárcel, pero que no nos quiten nunca las obras de los artistas porque entonces el castigo es para nosotros, no para ellos".

Picasso, Neruda y Lewis Carroll son tres ejemplos que recoge en su ensayo. Del pintor malagueño afirma que lo "detesta" como persona y "ama su obra". "Cada una de las etapas de Picasso está marcada por un amor y por una mujer a la que exprimió, maltrató y no solamente psicológicamente, a veces físicamente, grabando con cigarrillos alguna de ellas. Y dos de ellas, después de tener su relación con Picasso acabaron suicidándose".

Del poeta chileno toma prestado un verso de su famoso 20 poemas de amor y una canción desesperada para titular su ensayo. "He puesto ese, porque es lo que yo creo que es el mejor amor: hacer florecer al otro, pero no fue lo que hizo precisamente Neruda. A su primera mujer la abandonó y no solo a ella, sino a su hija Malva Marina que tenía una hidrocefalia, que es una minusvalía severa y de la que hablaba pestes". Y para completar, recuerda que cuando se publica Confieso que he vivido, "confiesa que ha violado una menor".