Antonio Plana, jefe de APD Security, en el edificio con narcopisos de Benidorm.
El drama de unos vecinos de Alicante que conviven con dos narcopisos okupados: "Tenemos miedo, es insostenible"
El edificio de Benidorm Playmon Fiesta se ha convertido en un supermercado de la droga que hace la vida imposible a los propietarios.
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La situación en el edificio Playmon Fiesta de Benidorm es "insostenible". Los vecinos conviven desde hace seis meses con traficantes que han convertido dos pisos en puntos de venta de drogas.
Así lo denuncia su presidenta, Verónica Pérez, quien expresa el hartazgo de los vecinos de este edificio, quienes han experimentado el trasiego de compradores de sustancias, el ruido y las peleas derivadas de esta actividad ilegal.
"Esto comenzó el día de Reyes Magos, cuando entraron forzando la verja y la puerta. Desde entonces, en esos pisos se trafica con droga y se alquilan habitaciones a personas que, en muchos casos, desconocen la situación porque conviven con quienes gestionan todo", apunta la presidenta.
Según denuncian, escuchan ruidos a altas horas de la noche y se producen peleas con los ocupantes en las viviendas, ubicadas en la planta 14.
"Es un trapicheo diario. Hay un trasiego constante de personas que vienen a comprar droga, los ruidos son insoportables. Todos los vecinos estamos sufriendo esta situación", añade.
"Un vecino llamó a la policía, pero al parecer no se ha conseguido ningún resultado. Ante la inacción de las autoridades, hemos intentado organizarnos entre los propios vecinos", apunta.
La decisión de los vecinos ha sido contactar con la empresa de desokupación APD Security Iberia porque "las quejas son constantes".
Pérez indica que "han actuado dentro de los márgenes legales. Los vecinos tenemos miedo e incertidumbre. Empezaron a llegar toxicómanos, y la mayoría de residentes ya evita pasar por determinadas zonas del edificio. El miedo es generalizado en todas las plantas".
Antonio Plana, jefe de APD Security, asegura que se dedican a alquilar habitaciones por 400 euros. "Hay unas 14 personas en los pisos y un continuo ir y venir", declara.
"Llegaban grupos de cinco o seis personas, incluso hasta diez, que ni siquiera llegaban a entrar y se marchaban al ver la situación de los pisos, perdiendo el dinero depositado", sostiene Pérez.
Tanto es así que incluso publicitaban las habitaciones en plataformas en línea de alquiler. La empresa está mediando con los okupas y esperan sacarlos "lo antes posible" para la tranquilidad de los vecinos.
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