Plaza de San Nicolás, Alicante.

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Alicante impulsa una nueva normativa para regular los alojamientos turísticos y proteger la vida en los barrios

Barcala destaca que la prioridad es la excelencia y la diversificación del turismo, apostando por la calidad frente a la cantidad.

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Alicante
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El Ayuntamiento de Alicante ha aprobado este martes el inicio del proceso para implantar una nueva normativa que regule los alojamientos turísticos en la ciudad.

Según Efe, la propuesta fija un tope de 0,187 plazas turísticas por habitante y veta la creación de nuevos alojamientos en zonas con saturación urbanística —aquellas que superen dicho índice—, con salvedades para hoteles de 3, 4 y 5 estrellas.

La normativa también impide la instalación de usos turísticos en las plantas bajas de ejes comerciales relevantes y exige acceso independiente para aquellos alojamientos turísticos ubicados en edificios residenciales, según informó el consistorio.

El alcalde, Luis Barcala, defendió que la ciudad busca convertirse en un modelo de barrios con turismo urbano sostenible, equilibrando la convivencia de residentes con la actividad turística.

Subrayó que el objetivo es atraer visitantes sin sobrecargar el territorio ni expulsar a la población local, garantizando el acceso a vivienda, empleo y servicios públicos.

Barcala destacó que la prioridad es la excelencia y la diversificación del turismo, apostando por la calidad frente a la cantidad, para disminuir la presión sobre el espacio público y promover actividades turísticas reguladas que generen empleo de calidad.

Marca Alicante

Reposicionar la marca turística y potenciar hoteles de categorías superiores forman parte de la estrategia.

La regulación se desarrolla mediante la Modificación Puntual Nº 52 del PGOU, que ya ha iniciado su evaluación ambiental y consultas preceptivas.

Tras su aprobación inicial en pleno, entrará en vigor. El criterio para definir zonas saturadas será la sección censal, revisada anualmente.

En áreas no saturadas se podrán autorizar nuevas plazas siempre que no se exceda el límite.

Quedan excluidos del límite hoteles de 4 y 5 estrellas, sin importar la saturación de la zona, y los de 3 estrellas dispondrán de un régimen especial con un máximo de 0,32 plazas turísticas por habitante.

Esta flexibilidad responde a la apuesta por un turismo de mayor calidad, estable y menos estacional.

La nueva regulación prohíbe el uso turístico en plantas bajas de vías principales, ejes comerciales y cívicos para proteger el comercio de proximidad, esencial para la cohesión social y la vitalidad urbana.

Se busca evitar que el alojamiento turístico sustituya a comercios básicos, evitando la pérdida del tejido comercial.

Finalmente, se requerirá que los alojamientos en edificios residenciales tengan accesos exclusivos que no interfieran con la vida comunitaria, separando los flujos de turistas y reduciendo la interacción en espacios comunes, con el fin de garantizar la seguridad y tranquilidad de los vecinos.