Una inspección anterior de los agentes del Seprona a una comercializadora de plátanos.

Una inspección anterior de los agentes del Seprona a una comercializadora de plátanos.

Alicante ciudad

Alertan de una empresa de Alicante investigada por vender bananas por plátano de Canarias para ganar el doble

Una denuncia lleva a la Guardia Civil a una compañía acusada de comercializar productos para los que había perdido la autorización.

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Alicante
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¿Es plátano o es banana? La diferencia es crucial porque el primero puede costar más del doble. Y esa es la base sobre la que se acusa a una compañía de Alicante que comercializaba un producto en lugar del otro. El rastro de los alimentos lleva desde la isla de Madeira hasta Valencia, Bilbao y Vigo.

La denuncia de una Asociación de Productores de Plátano de Canarias abrió las investigaciones de esta operación que dirige la Guardia Civil. En ella se acusaba a una mercantil cuyas instalaciones se encuentran en la provincia de Alicante, de estar comercializando con plátanos catalogados como Plátano de Canarias cuando tenía la autorización para ello suspendida.

La marca de las islas está registrada por las autoridades europeas y protegida bajo la Indicación Geográfica Protegida-IGP. Eso significa que solo los operadores certificados están autorizados a comercializar esta variedad. Y eso es lo que había perdido la empresa investigada.

Los agentes del Seprona de Alicante iniciaron las averiguaciones y realizaron diversas inspecciones, tanto en las cámaras de conservación como en las de maduración, en las instalaciones de esta empresa alicantina. A partir de ahí hicieron más inspecciones y verificaciones en otros establecimientos situados en Alicante, Valencia, Vigo y Bilbao, a los que se les habría vendido el producto.

Ahí es donde los agentes de la Guardia Civil pudieron constatar que había diversas partidas de banana de Madeira que habrían sido vendidas como Plátano de Canarias. Además, comprobaron que, efectivamente, la empresa tenía retirada la habilitación para comercializar bajo esta marca.

La situación para la empresa empeoraba porque el Seprona es contundente al señalar que falsificaban los documentos y facturas, luego ocultaban la comercialización del producto tanto a la empresa certificadora como a la Administración.

Esconderlo era clave para sus propósitos, según la acusación, ya que la Administración había detectado irregularidades anteriormente y por eso se decidió adoptar la medida cautelar de retirada de la autorización para comercializar este producto.

De hecho, solo durante 2023, se ha constatado la venta de casi dos mil toneladas de banana por parte de la empresa investigada. Y el problema es que la empresa no pudo acreditar que la comercialización había sido reglada en la mayoría de este producto, según indica el comunicado de la Guardia Civil.

La investigación a la compañía se realizó este mes de abril y tras ella se le atribuyen dos delitos contra la propiedad industrial, un delito de falsedad documental y un cuarto delito, relativo al mercado y a los consumidores. Las diligencias han sido puestas a disposición del Juzgado de Instrucción de San Vicente del Raspeig.