Ana Barceló, exconsellera de Sanidad y candidata del PSOE en Alicante, junto a Ximo Puig, en imagen de archivo.

Ana Barceló, exconsellera de Sanidad y candidata del PSOE en Alicante, junto a Ximo Puig, en imagen de archivo. EFE

Alicante ciudad

Lo que Ximo Puig se juega en la ciudad de Alicante contra el "muro" del PP

El presidente avala la lista de Ana Barceló con la que ha tenido que tragar la ejecutiva. La paz puede quebrarse si pierde la Alcaldía. 

9 marzo, 2023 06:20
Alicante

El empate técnico que vaticinan la mayor parte de encuestas para las próximas elecciones autonómicas tiene un campo de batalla muy definido: las grandes ciudades. Todo parece indicar que el resultado de las municipales en graneros de votos como Valencia decantará el resultado hacia uno u otro lado, con una especial incidencia en la provincia de Alicante. El sur de la Comunidad Valenciana es el territorio más hostil para el Botánico, y el PSOE aspira a contener una posible debacle mientras gana terreno en algunos de los bastiones del PP. 

Uno de ellos es la ciudad de Alicante. En 2015 la izquierda ya demostró que se podía ganar la Alcaldía incluso con unos resultados pésimos (los socialistas nunca han sacado menos votos) pero también es cierto que la confluencia Guanyar, con el apoyo de Podemos, y Compromís estaban más fuertes de lo que se presume ahora. El PSOE encara las próximas municipales básicamente en solitario, y con un probable descalabro de Cs que transfiera gran parte de sus votos al eje del centroderecha. 

La candidata de Ximo Puig para Alicante es la exconsellera de Sanidad, Ana Barceló. Es una apuesta arriesgada desde el punto de vista electoral, pero no tanto de partido. Para entender su designación -tras ganar unas primarias- hay que entender cómo funciona el PSOE alicantino desde hace décadas: bajo la sombra del exsenador Ángel Franco, el hombre que, sin cargo, controla la agrupación local. 

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Franco ha sido a la vez un problema y una solución para la izquierda. Un problema porque sus alianzas, su pasado (bajo su batuta los socialistas aprobaron el Plan Rabasa de Enrique Ortiz) y, sobre todo, sus formas, han acabado por lastrar a los socialistas en las elecciones municipales. Y una solución porque siempre ha sido aliado de Puig para tratar de controlar el partido en la provincia de Alicante, algo que por cierto no consiguió en las últimas primarias con la derrota de su candidato, Toni Francés.

La ejecutiva del PSOE, con Franco en la sombra, se ha convertido en una máquina de triturar candidatos. El modus operandi siempre es el mismo: se busca a alguna figura de peso ungida por el partido (en 2019 fue el director del Teatro Principal, Francesc Sanguino), pierde las elecciones y el grupo municipal, controlado por la agrupación local, acaba por ningunear al que fuera candidato. Cuatro años en la oposición son muy largos y pocos resisten su papel a la contra, con el aliento de la ejecutiva en la nuca.

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Este ciclo se rompió en 2015, cuando el socialista Gabriel Echávarri se convirtió en alcalde de Alicante. Pero al final tuvo que dimitir forzado por su procesamiento en un fraccionamiento de contratos, lo que devolvió el poder municipal al PP gracias a una tránsfuga de Podemos que fue expulsada del Gobierno municipal por dar contratos a compañeros de partido. La izquierda perdió su oportunidad en apenas tres años, el PSOE volvió a su lugar en la oposición y los populares han convertido de nuevo Alicante en su bastión. 

Barceló ha intentado empezar de cero presentando por su cuenta una lista antes siquiera de que la valorase la ejecutiva local del partido. Ha intentado marcar los tiempos antes que Franco en todo momento. La idea con la que intenta defender esta autonomía es la de "ganar la ciudad de Alicante". Para ello no contará con el actual portavoz socialista en el consistorio, Miguel Millana, ni con la exconcejal María José Adsuar, contrincante de Barceló en las primarias. 

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En la lista aparece el exfutbolista del Hércules Eduardo Rodríguez y máximo goleador de la historia del club, que figura como independiente en el número 4, o la abogada de una reconocida entidad financiera Silvia Castell, también como candidata independiente, quien está vinculada desde 2016 al Ampa del Colegio Azorín.

Además de ellos, hay cuatro concejales que sí repiten: Trini Amorós (como número 5), Raúl Ruiz (8), Llanos Cano (9) y Manuel Martínez (10). 

Ante este órdago, Franco no tuvo más remedio que aceptar la propuesta de Barceló, evitar cualquier enfrentamiento y dar el visto bueno a los nombres presentados por la candidata. De nuevo, el objetivo es "ganar" la ciudad de Alicante. ¿Pero qué pasará si pierde?

Las encuestas del PP y el aval de Puig

De momento las encuestas internas que maneja el PP en la ciudad de Alicante es que en las municipales rozará la mayoría absoluta, en parte gracias a la desaparición de Ciudadanos, su actual socio de Gobierno. La apuesta, por tanto, es arriesgada. Si Barceló pierde tendrá que tomar una decisión: cómo gestiona la derrota durante los próximos cuatro años con una agrupación local que ya ha dado muestras de lo que es capaz cuando el poder se le escapa entre los dedos. 

De momento el secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, aprovechó una visita este miércoles a la ciudad de Alicante para asegurar estarestar "ilusionado" con la lista de Barceló, y resaltó que los nombres de la candidatura muestran que "va más allá de las fronteras del PSOE" con la llegada de independientes y que "quiere dar un impulso a Alicante".

"Yo creo que se ha hecho un esfuerzo por intentar presentar la mejor alternativa posible desde la perspectiva de progreso para la ciudad de Alicante", insistió, antes de incidir en que con un gobierno progresista, la Generalitat continuaría "trabajando con Alicante más estrechamente si es posible".