El precio de un 'billete' para entrar en patera en España: entre 4.000 y 7.500 euros. EFE
Cada vez mueren más migrantes en las costas de Alicante: suben un 87 % en la ruta de Argelia y bajan un 70 % en Canarias
La ruta mortal entre África y el Levante español dispara el número de fallecidos a 328 en los primeros cinco meses del año.
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Los cadáveres de los cinco migrantes que aparecieron maniatados hace una semana en las costas de Baleares tras morir en una patera que llegó a Alicante son una de las muchas tragedias diarias que ocurren en las rutas mortales que unen España y África.
En los primeros cinco meses de 2025 se ha visto una importante disminución general en el número de víctimas, pasando de las 5.054 en el mismo periodo de 2024 a las 1.865 actuales, un 63 % menos.
Sin embargo, los datos del informe de la plataforma Ca-Minando Fronteras revelan un dato preocupante a pesar de la drástica bajada: cada vez mueren más personas en las costas de Alicante.
Esto es consecuencia de la mutación en la migración en la frontera occidental euroafricana, que cada vez mira más hacia las vías de entrada por el Levante español y Baleares.
Los números de fallecidos en las aguas del sureste peninsular se han convertido en un cementerio que se ha tragado a 328 migrantes desde el 1 de enero hasta el 31 de mayo, el último periodo registrado.
Comparado con las 175 del mismo periodo del año pasado, supone 153 vidas más perdidas en el Mediterráneo, un 87 % más. O lo que es lo mismo, dos personas muertas al día en la conocida como ruta de Argelia.
Esta cifra evidencia un cambio en la procedencia de las víctimas. "Ha aumentado considerablemente el número de personas que se encuentran en tránsito por Argelia, sobre todo nacionales procedentes de Somalia", explican desde Ca-Minando Fronteras.
Los principales migrantes que se embarcan en este recorrido provienen de Argelia, aunque la entidad ha registrado víctimas de hasta 22 nacionalidades entre todas las rutas.
"La mayor diversidad de nacionalidades en la ruta es síntoma de la militarización y del intento de cierre de las rutas de Alborán y el Estrecho. La falta de recursos activados para la búsqueda de embarcaciones es uno de los factores explicativos del aumento de víctimas en estos últimos años", denuncian.
Otras rutas
La ruta del Atlántico sigue siendo la más deseada por los migrantes que anhelan tocar suelo español, siendo también, en consecuencia, la que acumula el mayor número de bajas.
Esta ruta, que tiene como destino las saturadas Islas Canarias, supone el gran grueso de la migración, representando el 80 % de las muertes.
Víctimas por ruta. Ca-Minando Fronteras
Este año, aunque ha visto reducidas sus muertes en un 70 %, se ha llevado la vida de 1.482 personas de las 1.865 totales.
De este número total, se han contabilizado la muerte de 112 mujeres y 342 niños y niñas; con 38 embarcaciones desaparecidas con todos sus tripulantes a bordo.
Esta ruta, a su vez, incluye tres subrutas. La ruta con salida desde Mauritania es la que más víctimas se ha cobrado de todas ellas, con 1.318 víctimas.
Además, está la ruta de Senegal y Gambia, con 110 víctimas, donde se observa una disminución notable de salidas desde estas costas, y la zona costera entre Agadir y Dajla, con 54 víctimas.
Por otra parte, la ruta del Alborán ha disminuido drásticamente sus muertes, con 3 registradas, un 93 % menos comparado con las 47 de 2024.
Mientras que la ruta del Estrecho, con 52, sube más del doble respecto a las 24 de 2024.
"Estas cifras muestran claramente los efectos de una política más preocupada por el control migratorio que por la defensa del derecho a la vida", sostienen en su informe.
Según el mismo, las políticas de control migratorio y la degradación de los estándares de protección de la vida en el mar han sido factores determinantes en el 47 % de las tragedias analizadas en este informe.
"Otros factores que afectan directamente al derecho a la vida incluyen, entre otras: la falta de activación y la inacción en los operativos de búsqueda, aun conociendo la posición de las embarcaciones o desigualdad territorial en la aplicación de los protocolos de protección", enumeran.
Además, añaden, "una coordinación deficiente entre países, falta de investigación de las causas y consecuencias de los naufragios, grave precariedad de las embarcaciones y salidas con malas condiciones meteorológicas".