Daniel Campos, víctima de la agresión homófoba ocurrida en Alicante el pasado domingo.

Daniel Campos, víctima de la agresión homófoba ocurrida en Alicante el pasado domingo. J.V

Alicante

"No es normal que te rompan la nariz por decir 'basta'": Daniel estalla tras sufrir una agresión homófoba en Alicante

Tres jóvenes lanzaron una botella de cristal al joven en pleno centro de la ciudad la madrugada del pasado domingo.

Más información: Detienen a uno de los menores que agredieron a Daniel por ser gay en Alicante: le rompieron la nariz de un botellazo

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El pasado domingo, Daniel Campos, 20 años,sufrió una brutal agresión homófoba en pleno centro de Alicante a las cinco de la madrugada.

El ataque, protagonizado por un grupo de tres jóvenes, le dejó la nariz rota tras lanzarle a la cara una botella de vidrio. Ante la situación, grabada en su totalidad, el joven ha decidido alzar la voz y no quedarse callado.

Todo ocurrió cuando salía de casa de un amigo, cerca del Museo de las Hogueras, camino de la Rambla. "Estaba solo, era de madrugada y ya antes de encontrarme con mis agresores, otros chicos me insultaron. Por eso empecé a grabar: por miedo", cuenta Daniel en una conversación con EL ESPAÑOL.

Segundos después, tres jóvenes comenzaron a burlarse de él imitando gestos amanerados. "De la rabia y la impotencia, les dije '¿qué pasa, sois homófobos?'. Porque yo, ante eso, tolerancia cero. Hay gente que se calla, yo no me callo ni media", asegura, tajante.

Presunto delito de odio

Entonces, uno de los agresores le lanzó una botella de cristal de espaldas. El impacto le rompió la nariz. "No lo vi venir. Estaba quieto. De repente noté el golpe en la cara. Sangraba y me desorienté, no sabía a dónde ir", recuerda. Con la cara ensangrentada y sin nadie en la calle, buscó refugio en el hotel Occidente, ubicado en la calle Tomás López Torregrosa.

"Un chico de recepción me atendió, me dio hielo y llamó a la policía. Me ayudó muchísimo. Yo me sentía perdido, con vergüenza, cuando en realidad la vergüenza la deberían sentir ellos", asegura.

En el hospital, el parte médico confirmó la fractura nasal. Daniel pasó horas en urgencias y después intentó denunciar en comisaría, aunque tuvo que volver al día siguiente por la saturación y la falta de sueño.

Tras interponer la denuncia oficialmente al día siguiente, decidió publicar el vídeo en sus redes sociales. Su testimonio no tardó en hacerse viral. "Esperaba que llegara lejos, pero ha tenido mucha más repercusión de la que imaginaba. Estoy muy agradecido, porque si no lo hubiera grabado, esto habría quedado en nada. Y nadie se enteraría de lo que me han hecho", se sincera.

Este miércoles se ha sabido que la Policía Nacional ha detenido a uno de los agresores, menor de edad. Actualmente, los agentes se encuentran trabajando en la identificación de los otros dos jóvenes.

"Esto sigue pasando en 2025"

El caso de Daniel ha generado una ola de apoyo y también de indignación. No solo por la agresión física, sino por el contexto social en el que se produce. "Dicen que ya tenemos derechos, que qué más queremos. Pues que no te rompan la nariz por ser quien eres. Que no te tiren un petardo por llevar tacones. Que no te insulten en la calle por cómo vistes o cómo hablas. Porque sí pasa. Y cada vez pasa más".

Y es que este ataque no es el primero que sufre. Hace unos días, en las Hogueras de Alicante, el joven recuerda cómo un grupo de chicos empezó a burlarse de él. Acto seguido, estos le lanzaron un petardo en los pies.

Daniel Campos, todavía marcado por las lesiones de la agresión.

Daniel Campos, todavía marcado por las lesiones de la agresión. Jorge Verdú

Daniel denuncia que los ataques verbales son casi diarios. Un odio que muchas veces se manifiesta incluso en lugares donde uno debería sentirse seguro como tiendas, discotecas, espacios públicos. "No es solo de gente mayor, los que me atacaron eran jóvenes. Uno incluso menor de edad. A los agresores no les importa tu edad, ni tu historia. Buscan hacerte daño, empequeñecerte".

"Callarse nunca es la solución"

Daniel no se arrepiente de haberse enfrentado a sus agresores. "Si me hubiera callado, quizá no estaría aquí hablando con vosotros. Pero no hay que callarse. No deben romperte la nariz por decir basta", denuncia.

Tras recuperarse de la agresión, asegura que seguirá siendo él mismo, aunque ahora le cueste salir de noche. "Después de esto, me cuesta volver a andar solo por la calle. Pero no pienso esconderme".

Con su testimonio, busca que lo que le ha pasado no quede impune. Que se visibilice la violencia que aún hoy sufren muchas personas por su orientación o expresión de género. Y que quienes niegan esa realidad se enfrenten a la evidencia. "A los que justifican el odio, les animo a informarse. A ser menos ignorantes. Porque justificar la violencia dice mucho más de ti que de la víctima".