Un aspirante realizando la prueba práctica.

Un aspirante realizando la prueba práctica.

Alicante

Así son las pruebas para sacarse la licencia de armas en Alicante

Una treintena de personas obtienen el permiso en el campo de tiro de Villafranqueza, donde tienen que superar la parte teórica y práctica.

26 mayo, 2024 06:06
Alicante

Durante la mañana del pasado miércoles 22 de mayo se realizaron en el polígono de tiro 'El Palamó' de Villafranqueza las pruebas para obtener el permiso de armas en Alicante. Unas 30 personas se presentaron a la convocatoria para intentar superar la prueba teórica y práctica.

La Guardia Civil es el cuerpo responsable de realizar los exámenes a los solicitantes. Pero ¿qué hay que hacer para obtener la licencia? Primero hay que distinguir entre los distintos tipos de armas. En este caso, los examinados se presentaron para la obtención de las licencias de armas C (personal de seguridad privada) D (armas largas rayadas para caza mayor), E (armas para tiro deportivo y escopetas de caza) y la AEM (autorización especial de armas para menores).

Se dividieron en dos grupos, el personal de seguridad privada, que hizo sus pruebas para pistolas y revólveres, y el resto, que utilizaron armas para caza y tiro deportivo.

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En el primer caso, "los aspirantes deberán acreditar su condición de vigilante de seguridad o asimilado. Las empresas, entidades y organismos en que presten sus servicios serán los encargados de facilitarles las armas y municiones necesarias para su formación y examen de obtención de la licencia", recoge la Guardia Civil en las normas. Sus exámenes constan de tres pruebas eliminatorias: conocimiento y manejo del arma, ejercicio práctico de tiro y ejercicio escrito.

El segundo grupo es el más numeroso. Los interesados son nombrados por un guardia civil para que accedan a la sala donde se realizará el primer examen, el teórico. La primera prueba de capacitación determinada por el Ministerio del Interior consiste en un cuestionario de 20 preguntas sobre conocimientos de las armas, su cuidado y conservación y el reglamento de armas que tienen que resolver en 20 minutos.

Los aspirantes realizando el examen.

Los aspirantes realizando el examen.

Las preguntas son extraídas de un temario de siete temas disponible en la página web de la Guardia Civil con 400 preguntas. Para aprobar hay que responder correctamente al menos 16 de los 20 enunciados.

Al terminar el examen, que se corrige al momento, el instituto armado nombra a los no aptos que tendrán que volver a presentarse a otra convocatoria. La cuota del examen es de 95 euros y permite acudir a tres convocatorias, mientras que el precio de las licencias de armas varía dependiendo de la categoría. Para el tipo E y D es de poco más de 11 y 15 euros, respectivamente.

Una vez superada la teoría, toca la práctica. Esta parte tiene por objeto comprobar la habilidad para el manejo y utilización de las armas. "El aspirante utilizará para la realización de la prueba práctica armas debidamente legalizadas, de las que ampare la licencia que haya solicitado, bien propiedad del centro de formación que lo presente a examen, o bien, si se presenta de forma particular, de una persona provista de la correspondiente licencia que le acompañe", indica la normativa.

El campo de tiro donde hacen la prueba práctica.

El campo de tiro donde hacen la prueba práctica.

En el campo de tiro tienen que montar el arma, cargarla, colocarse en posición de disparo y apretar el gatillo dos veces cuando escuchen la orden 'fuego 1' y 'fuego 2'. El guardia civil que vigila el ejercicio comprueba su realización, y este termina con la recogida de los cartuchos y el desmontado. Aunque apuntan a una diana, no se evalúa la precisión, sino que manejen con soltura las armas y con seguridad. Los miembros de seguridad, en cambio, disparan a blancos con forma humana. Si no les dicen nada, están aprobados y podrán hacer uso de ellas una vez que reciban la licencia en sus domicilios.

Los examinados son casi todos hombres, tan solo dos mujeres hicieron los exámenes. Una de ellas fue María, de 22 años, quien señaló que se había presentado "para poder competir en tiradas nacionales de tiro al vuelo". La afición, cuenta, le viene de familia, ya que su padre compite a nivel nacional y quiere seguir sus pasos.

La joven asegura que salió con buenas sensaciones tanto de la prueba teórica como de la práctica, en la que disparó con una escopeta de caza. "Es fácil si estudias y te lo preparas", concluye.