La ciudad de Elche siempre ha sido un paraíso ornitológico donde se pueden ver aves de todo tipo entre las más de 80 especies que habitan en el Parque Natural del Hondo, en el Clot de Galvany y en los humedales del sur de Alicante. Todas tienes sus particularidades, pero ninguna se puede comparar con las aves elefantes que habitaban la zona hace 5,5 millones de años.

Ni sumando el peso de varios ejemplares de cada especie actual se acercarían a los 400 kilogramos de estos seres prehistóricos, que podían llegar a los tres metros de altura, lo que los convierte en una de las aves más grande que haya existido. Los aepyornis maximus no volaban y, como a la mayoría de sus familiares modernos, les gustaban las zonas cercanas al agua.

Aunque son endémicas de Madagascar, se tiene conocimiento de que vivieron en Elche por los numerosos restos de huevos hallados. El Museo Paleontológico de Elche (MUPE) conserva, como explica su directora, Ainara Aberasturi, "las cáscaras más antiguas que se han encontrado en toda la Península Ibérica".

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El descubrimiento se hizo en el yacimiento Colmenares 1, donde se observaron indicios de una puesta de huevos en un entorno que hace millones de años era una especie de Albufera, en el margen de un litoral. La responsable del MUPE asegura que "análisis de microestructuras y de los poros de los restos coincidían con los de aves elefantes".

Otra de las diferencias entre un huevo de estos gigantes con plumas o una gallina es que tienen tres capas, un volumen 150 veces mayor y con una capacidad de nueve litros. Si bien los restos son de gran antigüedad, los animales se extinguieron hace pocos años si se tiene en cuenta la magnitud de la historia, ya que llegaron a convivir con los humanos.

En Elche tan solo se han encontrado cáscaras, mientras que en Madagascar sí que hay huesos y esqueletos. "Hay que tener en cuenta que el paisaje o la configuración de los continentes era muy parecida a la de hoy en día, con la curiosidad de que se cierra la conexión entre el Mediterráneo y el océano Atlántico", destaca.

Esta situación derivó en una crisis de salinidad hace alrededor de seis millones de años. "El estrecho de Gibraltar se cerró y se produjo una gran evaporación de sales, la comunicación entre las aguas se producía a través de un corredor que habría en lo que es el Guadalquivir", indica Aberasturi.

Fauna diferente

En esa realidad del Mioceno superior es cuando se pusieron los huevos, una de las piezas más importantes del MUPE. La especialista manifiesta que las aves elefantes convivieron con otra fauna "totalmente diferente a la que conocemos hoy en día, en una provincia de Alicante en la que había osos o elefantes".

La falta de información hace que sea complicado saber en qué entorno específico habitaron y con qué depredadores tuvieron que lidiar. Evidencias más antiguas, de 8,5 millones de años, sí que muestran la presencia de tigres dientes de sable, pero aún falta explotar todas las posibilidades del yacimiento ilicitano para conocer más sobre los pájaros gigantes.

Alicante tiene "una diversidad geológica excepcional con fósiles desde el Triásico, pero no tuvo dinosaurios por una explicación bastante lógica. Los dinosaurios todavía están con nosotros a través de las aves, pero si vemos el momento en el que vivieron los dinosaurios como los conocemos fue entre el Triásico y el Cretácico. Los dinosaurios son animales de hábitos terrestres generalmente, y en ese momento en Alicante tenemos medios marinos, aunque eso no quita que tengamos en algunas zonas en la que podamos tener algún antecesor de los dinosaurios, como son los arcosaurios", aclara la directora del centro.

Se cree que los 'megapájaros' se extinguieron hace 1.000 años tras convivir 9.000 con los humanos y con otras especies desaparecidas de la isla de Madagascar como los lémures gigantes. La organización internacional de conservación ZSL (Zoological Society of London) descubrió huesos antiguos con cortes y fracturas de depresión propias de la caza y la carnicería de humanos prehistóricos. Los restos de hace 10.000 años muestran que acabaron con ellos de una forma más lenta de lo que se creía y de lo que ocurrió con otras aves extintas que fueron borradas del mapa en un par de siglos.

El Museo Paleontológico de Elche espera con las puertas abiertas a los curiosos que quieran conocer más sobre los peculiares animales en el 20 aniversario de su creación, celebración para la que tienen preparada una serie de actividades que se realizarán a lo largo del año para acercar la paleontología a todos los alicantinos.