Alejandro, el policía local fallecido en el suceso.

Alejandro, el policía local fallecido en el suceso.

Reportajes

La fatalidad de Alejandro, el policía "ejemplar" de Argamasilla muerto en el tiroteo de Ciudad Real

Tras su muerte, deja a su mujer y su hija de siete años. Junto a ellas residía en el municipio de Argamasilla de Calatrava, donde fue destinado hace 14 años para formar parte del Cuerpo de la Policía Local. 

27 octubre, 2022 01:48

Todo apuntaba a que iba a ser un día normal en la vida de Alejandro. A las 08.30 horas de la mañana y como suele ser habitual, el agente de Policía Local se encontraba controlando el tráfico a las puertas del colegio de Argamasilla de Calatrava, en Ciudad Real, junto a su compañero de patrulla. Sin embargo, lo que nadie se esperaba es que apenas dos horas después Alejandro perdería la vida con tan solo 41 años y en pleno acto de servicio. 

No fue el único. También falleció un agricultor que trabajaba en la zona y que trató de detener la trifulca que ocasionó el tiroteo múltiple ocurrido este miércoles en la carretera que comunica Argamasilla y Villamayor de Calatrava. Alfonso, un hombre de 52 años, disparó contra su padre tras una fuerte discusión entre ambos, dejándole herido y teniendo que ser trasladado al hospital. Posteriormente, el individuo cargó su rifle de nuevo y comenzó a abrir fuego contra los agentes de las patrullas que comenzaron a llegar a la zona para tratar de detenerle. Sin embargo, no lograron abatir al hombre armado antes de que este efectuara el disparo que acabó con la vida de Alejandro al instante.

En Argamasilla de Calatrava, un pequeño municipio de Ciudad Real de apenas 6.000 habitantes, todavía no se creen lo ocurrido. “Parece que estamos en Estados Unidos”, comenta una mujer mientras camina por una de las calles del pueblo. Consternados es la palabra con la que definen su estado horas después del suceso. Pero no solo destacan eso, sino también la amabilidad y profesionalidad de Alejandro en todo momento desde su llegada al pueblo. “Era un chico majísimo. Era super amable con todo el mundo. A todo el mundo le hablaba, le saludaba… Era una persona majísima”, cuenta una de las vecinas, a la que él mismo había dado paso esa mañana en el instituto cuando dejaba a su hijo. “Nos ha caído como un jarro de agua fría. Estamos en shock. No nos lo esperábamos”, añade. 

Los agentes cortan el tráfico en la carretera que comunica Argamasilla y Villamayor de Calatrava.

Los agentes cortan el tráfico en la carretera que comunica Argamasilla y Villamayor de Calatrava. Europa Press

Todo el mundo en Argamasilla se ha enterado de lo ocurrido a lo largo de la mañana por las noticias o incluso por la aplicación por la que se comunican los padres con el colegio. “He abierto el móvil y lo he visto. No decían nada, solo que hubiera tranquilidad. Me ha dado un vuelco al estómago porque no me enteraba de nada. Al principio pensaba que había pasado algo en el instituto y ya me ha mandado mi hijo un WhatsApp con un vídeo y contándolo todo”, explica a este periódico otra vecina. 

Los vídeos del suceso han comenzado a circular, no solo por redes sociales, sino también entre los propios habitantes del pueblo. En ellos, se podía ver a la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Policía Local en mitad de la carretera intentando detener al causante de la tragedia. De fondo, los disparos. “Nos hemos informado y poco a poco nos hemos enterado de todo”, cuenta la misma vecina.

[Alfonso, el hijo del guarda forestal, ha matado a tiros a un policía y un agricultor en Ciudad Real]

Entre las noticias que han comenzado a circular, no ha faltado la de la muerte de Alejandro, muy querido entre todos los vecinos. Tras su fallecimiento deja a Vanesa, su mujer, y a su hija de tan solo 7 años. Con ellas residía en la pequeña localidad manchega, a la que había sido trasladado por motivos de trabajo 14 años atrás. “Toda la familia de ellos es de fuera. Estaban aquí por el trabajo de él. Ella (su mujer) empezó aquí su vida poco a poco. Montó un negocio de manualidades, pulseras y ya se quedaron aquí. Se habían integrado súper bien. Muy majos los dos, agradables y cariñosos. Eran conocidos por eso y ha sido todo un mazazo”.

Del agente, además de su amabilidad, destacan su predisposición por todos los vecinos. En un pueblo donde todo el mundo se conoce, Alejandro era uno más. Tal y como señalan, un policía "de los buenos". Si aparcabas mal el coche, te lo perdonaba. Incluso, en ocasiones, te quitaba las multas. "Justo hoy lo estaba hablando con mis amigas y una me ha dicho que ayer Alejandro le quitó una", cuenta. 

Dolor entre sus excompañeros

Alejandro Congosto nació en Talavera de la Reina y, durante seis meses, trabajó como policía local en el municipio de Torrijos, en Toledo. Desde la comisaría de la localidad tampoco asimilan lo ocurrido. “Nos hemos quedado en shock. Cuando hemos escuchado la noticia al principio teníamos dudas de si era él el fallecido o el otro compañero herido. Al final nos lo han confirmado. Hay que lamentar por los dos, pero más por él porque hemos tenido roce y vivencias”, explica uno de los agentes a este periódico. 

La última vez que trabajaron con él fue durante las fiestas del pueblo, donde Alejandro acudió para reforzar el servicio durante tres días. “Era un pedazo de pan, una bella persona, un profesional como la copa de un pino y un gran compañero”, comenta otro. 

Mismas palabras las de Luciano García, el Subinspector de la Policía de Torrijos, quien define al agente como una persona excepcional. “Era una persona buena, un gran profesional y compañero. Era muy bueno en todo. Era una sonrisa permanente, un optimismo permanente. Muy dicharachero. Un servidor publico excepcional que siempre buscaba el beneficio del vecino. Tan bondadoso es que está dando sus órganos en el hospital de Ciudad Real.”, cuenta a EL ESPAÑOL. 

Agentes cortan la carretera que conecta Argamasilla y Villamayor de Calatrava.

Agentes cortan la carretera que conecta Argamasilla y Villamayor de Calatrava. Europa Press

Aunque aseguran que todavía no han podido ponerse en contacto de forma directa con la familia, sus excompañeros de trabajo confiesan que mantienen estrecho contacto con la Policía Local de Argamasilla para participar en todos los actos que lleven a cabo durante los próximos días. “Hemos hablado para saber qué van a hacer para estar nosotros y estar partícipes en los actos. Estamos pendientes de cuándo será el entierro porque allí estaremos”, añaden. 

Sus compañeros, en shock 

El miércoles no ha sido nada fácil para los agentes de la Policía Local de Argamasilla de Calatrava, incluido el compañero junto al que acudió Alejandro al lugar de la tragedia. Tal y como ha podido saber este periódico a través de personas cercanas al agente, no ha parado de preguntar por él durante su estancia en el hospital. “Le tienen con medicación y está preguntando todo el rato que qué ha pasado con Alejandro", cuenta.

Ambos trataron de evacuar al agricultor que recibió uno de los disparos mortales y que yacía en el suelo. Sin embargo, en mitad de la hazaña, el compañero de Alejandro recibió un disparo en la pierna, por el que permence ingresado en el Hospital Santa Bárbara’ de Puertollano.

Entre sus compañeros del Cuerpo, las palabras son escasas y con voz entrecortada. En shock y procesando todo poco a poco es como definen su estado durante las horas posteriores al suceso. Sobre él, el mismo discurso que sus excompañeros. 

– ¿Qué destacarían de Alejandro?

– Sobre todo era una persona con los pies en el suelo. A los nuevos les enseñaba a ir con calma siempre, y con cabeza. La voz de la experiencia dentro de lo poco que llevaba él. 

Alfonso, el tirador 

A Alfonso todo el mundo le conocía en el municipio por el accidente de tráfico que tuvo cuando iba en bicicleta. Después de una larga temporada en la UCI, regresó a la localidad manchega, donde residía con su padre. Sin embargo, este miércoles, una trifulca con su propio progenitor sería el detonante del tiroteo múltiple que acabó con la vida de Alejandro y el agricultor de la zona. Según han explicado algunos vecinos a este periódico, el joven podría haber conseguido las armas del propio domicilio de su padre, ya que este trabajó durante años como guarda forestal del pueblo. 

Alfonso, en la comida de mayores de las fiestas de septiembre de Villamayor de Calatrava.

Alfonso, en la comida de mayores de las fiestas de septiembre de Villamayor de Calatrava.

El alcalde de Villamayor de Calatrava, Juan Antonio Callejas, quien conocía al padre y al hijo de las numerosas veces que acudían a las fiestas de su pueblo, ha declarado a EL ESPAÑOL que era notorio que el ahora autor del tiroteo "debía tener algún tipo de minusvalía o discapacidad" pues presentaba "una gran cicatriz en el cráneo". Por ello, el padre "siempre estaba muy pendiente del hijo, porque su hijo tenía alguna carencia" y por ello "siempre estaban juntos. Padre e hijo iban a todas partes juntos". Lo ocurrido "ha llamado poderosísimamente la atención" porque "no se metían en problemas" y eran "sociables, agradables y correctos".

Por el momento, y a la espera de obtener más informaciones, el Ayuntamiento de Argamasilla de Calatrava ha declarado luto oficial durante tres días. El alcalde del municipio, Jesús Manuel Ruiz Valle, ha asegurado que se trata de "un palo muy duro para una localidad en la que se vive muy tranquilo y muy bien". "Es un momento muy complicado que nos va a costar mucho superar y ahora hay que apoyar mucho a las familias de los fallecidos porque lo van a necesitar", ha explicado a los medios. 

Cronología de los hechos

Todo comenzó en torno a las 10.15 horas de la mañana en una finca entre los municipios de Argamasilla de Calatrava y Villamayor de Calatrava. En la vivienda, Alfonso y su padre comenzaron una trifulca por la que acudió de inmediato la Guardia Civil. El hijo había emprendido a golpes con su padre, pegándole una paliza. 

Pocos minutos después, el progenitor consiguió escapar del cortijo. En su huida, se encuentra con un vecino, José Luis, apodado 'El Bonito', al que pide auxilio. Sin embargo, lejos de poder acabar con la riña, Alfonso carga su rifle y dispara al agricultor, dejándole malherido sobre el suelo. Poco después, el 112 se pone en contacto con el cuartel de la Guardia civil y la comisaría de la Policía Local. De inmediato, varias patrullas, entre las que se encontraban Alejandro y su compañero, ponen rumbo al cortijo.

A la llegada de los agentes, el padre del individuo armado alerta a los Cuerpos de Seguridad de que tengan cuidado ya que su hijo se encontraba disparando desde el interior de la vivienda a todo aquel que pasaba. Es en ese instante cuando Alejandro y su compañero tratan de socorrer al agricultor, sobre el que dudan si se mantenía con vida o no. Cuando Alejandro asomó la cabeza, tras el resguardo de su coche, Alfonso disparó con un arma provista de mira telescópica con un calibre 30-06, matándole al instante.

No es hasta las 15.45 horas cuando llegaron al lugar los refuerzos de élite de la USECIC. Mientras tanto, Alfonso continuó disparando, dejando herido a otro agente más. Finalmente y, tras un nuevo tiroteo, fue abatido.