La decisión del PSOE de estudiar una reforma la Ley Electoral para acortar la campaña está más que justificada y puede ser el golpe de efecto que sirva al primer partido de la oposición para recomponerse como alternativa al PP. Una reforma de urgencia del artículo del artículo 51 de la LORE, para reducir a la mitad los 15 días de campaña, permitiría adelantar el calendario y votar el 18 de diciembre si -tal como parece- hay que ir a terceras elecciones.

Rajoy ha manipulado maquiavélicamente los plazos políticos para chantajear al PSOE, poniéndole en la tesitura de abstenerse en su investidura o ir votar el día de Navidad. EL ESPAÑOL ha defendido la necesidad de reformar la normativa para salvar a los ciudadanos de la coacción de Rajoy. Votar el 25 de diciembre sería, además de insólito, un dislate antagónico al espíritu democrático y al derecho al sufragio. El hartazgo hacia los políticos sólo puede crecer si los ciudadanos se ven obligados a votar en Navidad y no hay razón alguna para oponerse a una medida de ahorro.

El PSOE desbaratará la estrategia de Rajoy si impulsa una reforma para la que hay tiempo sobrado y que podría salir adelante incluso en el caso de que PP y Ciudadanos no la apoyaran.