Alberto Garzón y Pablo Iglesias tras anunciar su acuerdo.

Alberto Garzón y Pablo Iglesias tras anunciar su acuerdo. EFE

España NUEVAS ELECCIONES

Cuando Podemos no creía en la alianza con IU

Solo hace unos meses, el partido de Pablo Iglesias manejaba un argumentario interno con tesis opuestas a la posibilidad de alcanzar un pacto electoral con la formación de Alberto Garzón. 

15 mayo, 2016 03:33

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Los líderes de Podemos han cambiado radicalmente su discurso respecto a su alianza electoral con Izquierda Unida/Unidad Popular. Lógicamente, ahora Pablo Iglesias, Íñigo Errejón y los otros portavoces defienden esta coalición de izquierdas suscrita esta misma semana. No siempre ha sido así. Hace algo menos de un año, en verano de 2015, los representantes del partido de los círculos se mostraban reacios a su acuerdo con Alberto Garzón y sus compañeros de siglas. Amén de sus declaraciones públicas con críticas cruzadas, así lo demuestra un argumentario interno al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.

Iglesias y los suyos utilizaron este argumentario en las primarias que celebró Podemos en julio del pasado año para elegir candidatos a las elecciones generales. El texto tiene un epígrafe titulado “Argumentario Unidad Popular”; ahí se incluyen las tesis principales que por aquel entonces defendieron los dirigentes del partido morado para justificar que no hubiera una coalición con IU. Como puede verse a continuación, este argumentario coincide con las voces de Podemos que más han defendido la famosa “transversalidad” de la formación.

Mientras otros hablan de siglas, partidos, coaliciones y de izquierda, nosotros hablamos de acabar con la corrupción, de defender los derechos sociales y los servicios públicos, de democratizar la sociedad

“La unidad popular en la que creemos”

El primero de los asertos que aparecen en el documento es quizás el más explícito: “Mientras otros hablan de siglas, partidos, coaliciones y de izquierda, nosotros hablamos de acabar con la corrupción, de defender los derechos sociales y los servicios públicos, de democratizar la sociedad. Esa es la unidad popular en la que creemos”.

“Nuestra hoja de ruta”

En segundo lugar, el argumentario expone su “respeto” a otros partidos y recuerda que Podemos había iniciado en su Asamblea Constituyente su propio camino; y éste no consistía en aliarse con otras formaciones políticas. “Respeto por otros proyectos políticos, por coaliciones electorales nuevas, pero nosotros llevamos un año y medio trazando nuestra hoja de ruta”.

“La izquierda no va a traer el cambio”

A renglón seguido, aparece una frase que en aquellos tiempos pronunció casi de forma idéntica el secretario general del partido morado. “No es la izquierda la que va a traer el cambio, va a ser la gente”. Por ejemplo, así está recogido en esta información de Cuarto Poder que se hacía eco de unas palabras de Iglesias tras reunirse con Manuela Carmena.

Personas sí, partidos no

En este documento al que ha accedido EL ESPAÑOL también se hacía referencia a las candidaturas del equipo de Iglesias en el proceso interno de primarias, se apelaba a “la unidad de la gente y la sociedad civil” y, de hecho, se dejaba abierta la puerta a que políticos de otros partidos -no los partidos como tales- se sumasen a Podemos en el futuro. “Estas listas no son definitivas, vamos a seguir trabajando por la unidad popular: por la unidad de la gente y de la sociedad civil”. “Las puertas siguen abiertas para la gente de la sociedad civil y la gente que viene de los partidos”.

Unidad Popular no es la suma de los partidos de izquierdas en un frente electoral, es aspirar a representar a la mayoría social de este país

“Aspirar a la mayoría social”

Siguiendo esa línea argumental a favor de la transversalidad y contra las alianzas de izquierda, el texto interno de Podemos decía que “Unidad Popular no es la suma de los partidos de izquierdas en un frente electoral, es aspirar a representar a la mayoría social de este país”. Esa apelación a la “mayoría social” ha sido repetida en innumerables ocasiones por Iglesias desde la propia asamblea del Palacio de Vistalegre. Ya entonces, en octubre de 2014, el secretario general se refirió a la necesidad de “ocupar la centralidad del tablero político”. Es decir, la principal tesis de la transversalidad que tanto han defendido Íñigo Errejón y sus fieles: superar el marco derecha-izquierda para colocarse como defensores de la gente frente a los privilegiados.

“No basta repartir posiciones en una lista electoral”

Entre otras afirmaciones, el argumentario del partido morado hacía hincapié en que “Podemos sigue siendo el instrumento del cambio” porque “es la única herramienta que permite a la gente acceder a las instituciones”. Y, en esa senda, incluía este argumento: “Para que haya unidad popular hay que compartir una estrategia y un proyecto político, no basta con repartir posiciones en una lista electoral”. Una tesis que choca con la sensación imperante en la última semana acerca del reparto de candidaturas entre los nuevos socios.

Como ya se ha dicho, este argumentario de Podemos data del verano pasado. Hoy las tesis que defienden los portavoces de la formación morada han cambiado. Porque también ha variado su estrategia política. La alianza con IU/Unidad Popular, considerada un “matrimonio de conveniencia” por sectores del partido y bautizada como Unidos Podemos, es la vía para asestar el ansiado sorpasso al PSOE el próximo 26 de junio. Iglesias y Garzón, por fin unidos, intentan que su suma sirva para multiplicar sus apoyos y sus escaños. Los críticos con el acuerdo recuerdan que “a veces, en política sumar es restar”. Las urnas dirán cuál de estas dos aseveraciones es la correcta.