Juan Carlos I durante el discurso de Navidad en 2012.

Juan Carlos I durante el discurso de Navidad en 2012. EFE

España CASO NÓOS

Juan Carlos I avaló el gran proyecto de Urdangarin en una reunión con la infanta

Las actas de Ayre revelan que el monarca captó dinero y supervisó el negocio de su yerno.

25 abril, 2016 02:15
Esteban Urreiztieta Daniel Montero

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El Rey Don Juan Carlos dio el visto bueno al proyecto más ambicioso de cuantos promovió Iñaki Urdangarin en una reunión a la que también asistió la Infanta Cristina. EL ESPAÑOL ha tenido acceso a las actas internas del denominado Proyecto Ayre, que tenía como objeto la financiación de un nuevo barco que compitiera en la Copa América de Vela y que dispuso de un presupuesto de más de 100 millones de euros.

Acta de una de las reuniones del Proyecto Ayre.

Acta de una de las reuniones del Proyecto Ayre.


Tal y como consta en el acta de la “tercera reunión general” del proyecto para la XXXIII edición de la Copa América, los promotores analizaron el “estado del proyecto”, que finalmente no se materializó a pesar de la implicación del jefe del Estado: la el cambio de formato de la competición deportiva en Valencia lo impidió. En este apartado, además de recalcar la “aceptación en el ámbito deportivo” de la iniciativa, se dejó constancia de la celebración de una “reunión explicativa del proyecto” a la que asistieron, de una parte, como promotores del proyecto, “Iñaki (Urdangarin) y Pedro (Perelló)”. Y, de otra, “S.M. (Su Majestad) y S.A.R. (Su Alteza Real)”. Esto es, Don Juan Carlos y su hija Cristina de Borbón.

"Favorable acogida por parte de S.M."

La cita se saldó, precisa el acta de Ayre, “con una favorable acogida por ambas partes”. Asimismo, se deja constancia de la “insistencia” por parte de “S.M.” de “comprar” el equipo italiano “Luna Rossa”.

Hasta el momento había trascendido, gracias a varios correos aportados por el ex socio de Urdangarin, Diego Torres, que el Rey había ayudado a su yerno con esta iniciativa, en la que se implicaron algunos de los profesionales más prestigiosos del mundo de la vela. En estas comunicaciones quedaba patente que el monarca se había involucrado en la captación de patrocinadores: gracias a sus gestiones se comprometieron 110 millones de euros. En las mismas figuraban también trámites directos del Rey con el ex presidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps para que Ayre dispusiera de una base.

Acta de una de las reuniones del Proyecto Ayre.

Acta de una de las reuniones del Proyecto Ayre.


No obstante, en las actas de la plataforma que lo puso en marcha aparece la figura de Don Juan Carlos, no sólo como colaborador sino directamente como supervisor de la misma con un grado de implicación mucho mayor del conocido hasta el momento.
En otro de los apartados de las actas, encabezado bajo el título “Movimientos realizados” se alude a una “próxima reunión de S.M. con el presidente de Siemens AG (mitad de septiembre)”. Pero es que la presencia de Don Juan Carlos no termina ni mucho menos ahí.

La "evolución y las necesidades" del proyecto

En el siguiente epígrafe, titulado “Objetivos importantes a conseguir”, también figura el monarca en un lugar destacado. De ahí que se establezca como el más importante de todos la “redacción de un documento a presentar a S.M. en donde plasmemos nuestra evolución y nuestras necesidades”. Siendo por lo tanto el Rey el encargado de tutelar la iniciativa y de aplicarse en las gestiones que hiciesen falta para complementar su financiación.

Cabe recordar que el Proyecto Ayre fue promovido por Urdangarin y su ex socio Diego Torres a través de la denominada Fundación Deporte, Cultura e Integración Social, la entidad teóricamente destinada a ayudar a niños discapacitados y enfermos de cáncer que sustituyó al Instituto Nóos como tapadera para captar fondos públicos que luego serían desviados a los bolsillos de los ex duques de Palma.

Las gestiones de Don Juan Carlos propiciaron que Ayre hubiera podido disponer, en el caso de que finalmente se hubiera llevado a cabo, de un patrocinio de 110 millones de euros que iba a ser aportado por el rey Abdulá de Arabia Saudí que, de esta manera, sufragaría de manera prácticamente íntegra el proyecto.