Una imagen del local de la plaza de la Constitución de esta mañana.

Una imagen del local de la plaza de la Constitución de esta mañana. Sebastián Sánchez

Málaga ciudad

Desayuno de lujo en el Centro de Málaga: cobran 10,5 euros por una tostada con jamón, tomate y queso manchego

Ese es el precio de la primera comida del día en la taberna John Scott's, que ocupó el vacío dejado por Café Central en la plaza de la Constitución. 

16 mayo, 2024 14:18

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La transformación de Málaga en un destino privilegiado para turistas y trabajadores, que disfrutan cada vez más de sus extraordinarias condiciones climatológicas, de su creciente oferta cultural y sus servicios, se está dejando sentir en los últimos años en una constante subida de los precios del alquiler o la compra de una vivienda. Pero no sólo. 

Hasta el simple gesto de tomar un desayuno en determinados establecimientos del Centro histórico, gran escaparate de la capital de la Costa del Sol, ha pasado a convertirse en una especie de placer al que no todos pueden acceder. Aunque sigue habiendo excepciones, la realidad es que el alza de los precios en la hostelería de esta zona de la urbe es más que evidente en los últimos tiempos.

Y si no, sirva de ejemplo, lo que ocurre con el John Scott's Café, la taberna estilo inglés, aunque de origen sueco, que vino a ocupar el vacío dejado tras el cierre del histórico Café Central. Si decide sentarse en la terraza de este bar, localizado en plena plaza de la Constitución, debe saber que un simple desayuno le va a costar un buen dinero.

Fotografía de la carta de desayunos de John Scott's Café de Málaga.

Fotografía de la carta de desayunos de John Scott's Café de Málaga.

En concreto, un desayuno "español", compuesto por tostada de jamón español, tomate y queso manchego está valorado en 10,5 euros. No se precisa si se incluye café y zumo. El precio parece estándar, dado que es el mismo para el desayuno “francés”, compuesto por huevos con queso, tomate, cebolla y tostadas.

De acuerdo con el precio establecido, es de suponer que la materia primera sea de primerísimo nivel. Sea como fuere, un simple vistazo a la terraza del establecimiento permite comprobar que el perfil de cliente es claramente foráneo, quizás más dispuesto a pagar esos precios por una comida. 

Aunque este caso concreto puede resultar extremo, es evidente que en los últimos años el precio del desayuno se ha disparado, haciendo que sea imposible encontrar un lugar donde iniciar el día tomando un café y un pitufo por menos de 3 euros. A ello ha contribuido sin duda el encarecimiento de determinados productos y el alza de los precios de la electricidad.