Imagen de una de las protestas organizada por los participantes de la acampada en la Universidad de Alicante.

Imagen de una de las protestas organizada por los participantes de la acampada en la Universidad de Alicante.

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Último día de la acampada en apoyo a Palestina en la UA: "Seguiremos organizando actos para parar el genocidio"

Los manifestantes abandonan este viernes las tiendas de campaña, aunque aseguran "no ser el fin de la protesta".

17 mayo, 2024 18:35
Alicante

El pasado 8 de mayo, la Universidad de Alicante se sumaba a la ola de acampadas para pedir el alto al fuego en la Franja de Gaza, tras seguir el camino de miles de estudiantes de Estados Unidos y de todo el mundo.

Decenas de estudiantes y miembros de los sindicatos de Frente de Estudiantes, el movimiento propalestino de boicot, desinversión y sanciones del País Valencià (BDS) y la Asamblea Universitaria palestina Alicante (AUPA) se reunieron en el espacio conocido como el Jardín de Rocas, frente a la Facultad de Filosofía y Letras para leer un manifiesto y pedir el alto al fuego en Gaza en la inauguración de la acampada.

Nueve días después y tras múltiples actividades y manifestaciones, los estudiantes han decidido levantar la acampada, cuya fecha de finalización estaba prevista inicialmente para el 12 de mayo. "Pensamos que ya no es necesario seguir con la acampada. Hemos generado un impacto, estamos satisfechas, pero eso no quiere decir que dejamos de participar en manifestaciones u organizarnos", asegura Aoife, una de las participantes de la acampada en la Universidad de Alicante. "Seguiremos haciendo asambleas y todo, así que lo único que cambia es que ya no nos quedamos a dormir", añade.

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Una acampada que ha transcurrido" sin problemas y siempre con un ambiente positivo". Sin embargo, los manifestantes aseguran haber vivido algunos momentos de tensión de la mano de "sionistas" que en algunas ocasiones han acudido al campamento "con amenazas de violencia o de robo".

Un buen desarrollo

Los participantes han querido destacar la buena acogida de la acampada. "Tuvimos una buena participación, el primer día acudían personas que ayudaron a montar las tiendas y ayudar con traer materiales o cualquier cosa que necesitábamos. Recibimos desde el principio donaciones de comida, tanto de participantes como por personas que no acampaban. En ningún momento estábamos en falta de comida., asegura Aoife.

A lo que añade: "Los participantes siempre estaban mostrando su preocupación por el estado y bienestar de todo el mundo, y el espíritu de colaboración y compañerismo fue absolutamente notable: la convivencia fue sin ningún problema".

También hacen hincapié en la "gran diversidad": "Se hablaron muchos idiomas como el catalán, castellano, árabe, francés, italiano, inglés... Y personas de todo tipo que venían por razones concretas diferentes, además de ver cómo la gente se iba sumando cada vez más a la causa".

El cartel gigante con los nombres de los niños y niñas asesinadas.

El cartel gigante con los nombres de los niños y niñas asesinadas.

Entre las actividades, los manifestantes decidieron montar un cartel gigante "para escribir los nombres de los niños y niñas de 0 a 6 años palestinas asesinadas". Un cartel que, al igual que la acampada, movieron posteriormente para tener más visibilidad y hacer que el estudiantado "participe más". 

Momentos de tensión

Desde el minuto uno, la acampada respiraba un ambiente de reivindicación y de hartazgo entre los jóvenes. A lo largo de los días, estos han ido organizando eventos como la proyección de documentales, taller de pancartas y presentaciones de libros. Además, se encargaban de convocar casi a diaro protestas dentro del campus de la Universidad, para "concienciar a la gente sobre lo que está pasando en Palestina".

Unas protestas que han llegado a su punto más alto de tensión en la jornada de este viernes 17 de mayo, cuando, tras un intento fallido de que la rectora Amparo Navarro se acerase a la acampada para escuchar a los jóvenes, estos han decidido iniciar una protesta hasta entrar al edificio del rectorado.

Según cuentan los manifestantes, querían exigir a la rectora que "cortase cualquier lazo con otras universidades israelíes, así como con el Banco Santander", al que consideran "cómplice del genocidio". 

Así, tras recorrer una parte del campus con banderas de palestina y altavoces reproduciendo ruidos de aviones y bombardeos y hacer una parada en la sede del Banco Santander al grito de "cremarem, cremarem, cremarem el Santander", los manifestantes se "colaron" en el edificio de rectorado "saltando una valla". "Nos comunicaron que la rectora no se encontraba en el edificio, así que y exigimos que saliese el Vicerrector Salvador Iborra", afirma Aoife.

Cosa que finalmente surgió. Tras escuchar a los manifestantes y "llevarse unos papeles", el vicerrector volvió a entrar en el edificio. Una intervención que no convenció a los estudiantes: "Realmente no prometió nada. Esta pasividad frente a las exigencias para aturar la financiación al genocidio nos parece ridícula. Pero nuestras exigencias no lo son para nada", reivindican.

Finalmente, los manifestantes abandonarán la acampada este viernes, sin embargo, aseguran no ser el fin de la protesta. "Queremos reiterar la importancia del boicot para ayudar al pueblo palestino, y señalar el gobierno como cómplice del genocidio. Y esperemos hacerlo con la concentración de hoy y las que hagamos en un futuro, ya que, aunque se haya acabado la acampada, seguiremos organizando eventos para que la UA tome acción sobre esto, podremos seguir hacia adelante".