Tribu etíope.
Etiopía, un país suspendido en el pasado: fascinante por su belleza natural y por el colorido de sus paisajes
Etiopía es un país que resalta por sus impresionantes paisajes, y cuya capital, Addis Abeba, alberga importantes restos religiosos y culturales.
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Etiopía es un país muy extenso y con una rica historia, donde se pueden admirar paisajes variados, descubrir nuevos sabores y conocer una historia y una cultura únicas. Antiguamente conocido como Abisinia, Etiopía es el segundo país más poblado de África, además de ser un país con mucha historia, ya que su cultura y tradiciones se remontan más de 3.000 años atrás.
Además de por su historia, Etiopía destaca por su paisaje, ya que aquí se encuentran algunos de los lugares más grandes e impresionantes del continente africano; entre los que se pueden admirar las Montañas Simien, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1978, y el desierto de Danakil, con su paisaje casi lunar y la depresión más caliente del mundo.
Etiopía es un país suspendido en el pasado y, a su vez, un gran desconocido. El norte cristiano se extiende por una gran meseta de clima fresco. Y agricultura y ganadería están presentes en el paisaje, labores que ocupan buena parte del trabajo de los campesinos. En definitiva, pequeños pueblos, caseríos aislados, mercados salpican la geografía del país.
Desierto de Danakil, Etiopía.
Addis Abeba la capital de Etiopía.
Pasear por las calles de la capital admirando las edificaciones, así como entablar conversación con la gente local, es la mejor forma de adentrarse por completo en la cultura etíope y en el bullicio de la ciudad. Por otro lado, las montañas que rodean la ciudad forman la gran colina de Monte Entoto, lugar al que merece la pena subir para contemplar las impresionantes vistas de Addis Abeba a más de 3.000 metros de altura.
Addis Abeba es el centro industrial y económico más grande de Etiopía, un lugar lleno de curiosidades donde el programa cultural es muy diverso. Y en Bole Road, centro neurálgico político-administrativo, se encuentran todas las embajadas y algunas de las majestuosas mansiones de los altos cargos.
Monte Entoto, Etiopía.
Un paseo por la Piazza (Plaza De Gaulle) y por las calles circundantes permite conocer un poco la historia durante la época de ocupación italiana y anteriores. Con edificios que se encuentran en un estado de deterioro evidente, a excepción del Hotel Taitu, hotel más antiguo del país, en el que se puede contemplar la belleza de su construcción y de su decorado interior.
El Merkato es el mercado más grande del país y también de África; no se trata de un típico mercado al aire libre, sino que es un barrio enorme lleno de tiendas y tenderetes de puestos en la calle con todo tipo de productos tradicionales. Se encuentra abierto todos los días (excepto el domingo), de diez de la mañana a seis de la tarde.
La mayoría de la población de Etiopía es cristiana ortodoxa, por lo que es notable la gran cantidad de iglesias en la ciudad. Una de las más destacadas es la Catedral de Bet Georgis, iglesia con forma octogonal tradicional construida bajo el estilo neoclásico, y que suscita una buena visita para realizar, aunque no llame especial atención por su belleza. La Catedral Siddist Selassie es el lugar donde se encuentran los restos de los emperadores y la familia real, además de los de Haile Selassie I; destaca su techo decorado con pinturas de Ageñehu Enreda. Cerca de esta se encuentra un museo en el que se pueden ver los objetos religiosos habituales en todas las iglesias del país; tales como cruces, bastones o sombrillas ceremoniales. También destaca la Catedral Medhane Alem, la segunda más grande de África.
Entre los museos que se encuentran en la ciudad destacan varios, entre ellos: el Museo Arqueológico Nacional, donde se encuentra una reproducción de Lucy-Denkenesh y una muestra de los primeros antepasados del hombre, entre otros objetos arqueológicos; el Museo Etnográfico, que permite hacer un recorrido por la cultura de las diversas etnias presentes en el país; las Galerías de Arte Contemporáneo, donde adquieren una gran relevancia las de Makush y Deberkirstos Desta; o el Museo Entoto, un complejo formado por la primera residencia de Menelik II y su esposa Taytu.
Según cuenta la leyenda, la emperatriz Taytu (en su momento residente del actual Museo Entoto), asomada a la ventana, observaba las vistas desde el palacio y se enamoró de una extraña y bella flor; motivo por el que insistió en cambiar el emplazamiento original de la ciudad al lugar donde crecía la flor, fundándose así Addis Abeba.
Tribu de Etiopía.
Además de recorrer la capital de Etiopía, hay otros enclaves cercanos a ella que merece la pena conocer. Ejemplo de ello es Debre Zeit, una zona de lagos situada a unos 40 kilómetros de Addis Abeba; Debre Líbanos, un monasterio muy atractivo situado junto a una iglesia nueva que cuenta con pinturas de Afewerke Tekle; o el bosque de Menagesha, a unos 55 kilómetros de la capital.
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