
Liubliana, la capital de Eslovenia: con grandes parques, plazas y edificios espectaculares
Liubliana, la capital de Eslovenia: con grandes parques, plazas y edificios espectaculares
Descubrir sus innumerables maravillas naturales, montañas, colinas, llanuras, bosques y cuevas es obligatorio para cualquier buen turista.
La República de Eslovenia se haya donde las montañas de los Alpes y el mar Mediterráneo se encuentran con la llanura de Panonia. Descubrir sus innumerables maravillas naturales, montañas, colinas, llanuras, bosques y cuevas. Sumergirse en el encanto del viejo mundo de los lagos y cascadas de Eslovenia, Esquiar en los nevados Alpes eslovenos y explorar la pintoresca costa del mar Adriático son actividades obligadas.
La calidez de las fuentes termales naturales y después disfrutar de una de sus numerosas bodegas de vinos. Los distintos paisajes que ostentan toda la diversidad y encanto del viejo continente. La capital Liubliana es una ciudad muy acogedora, verde por sus grandes parques y plazas y cuenta con unos edificios espectaculares, entre los que abunda el barroco y la herencia vienesa por su pertenencia durante años al Imperio Austro-húngaro.
Regada y surcada por el río Ljublijanica, es uno de los grandes atractivos de la capital eslovena, sobre todo por sus alegres y concurridas terrazas, y también por la docena de puentes que lo cruzan. Los grandes parques y plazas de la capital eslovena. Hay muchas plazas y parques en esta ciudad, por lo que fue declarada Capital Verde Europea, y entre los que te están el Slovenske Reformacije Park, el Zveda Congresni Park, el Narodni Herojev y el Miklosicev Park, todos ellos en el centro de la ciudad y muy accesibles a través de plácidas y tranquilas calles.

El Castillo. Ubicado sobre una colina a 367 metros de altura y en el centro de la ciudad, este lugar ha sido poblado desde el final de la Edad de Bronce y de Hierro por distintas civilizaciones. Sin embargo, fue en la Alta Edad Media cuando se erigió una primera fortaleza de madera, que en el siglo XIV pasó a ser un castillo circular más grande con altas murallas, torres y dos puentes levadizos propiedad de los Habsburgo.
Con el paso de los años, la llegada de los turcos y varios terremotos, el castillo ha cambiado mucho, pero sigue conservando su encanto. Los dragones son el símbolo de la capital de Eslovenia y los mismos, esculpidos en bronce, se encuentran en el puente del mismo nombre y aparecen en el escudo de la ciudad.
Este es el puente más emblemático que ver en Liubliana. Cruzando el río Ljubljanica, fue inaugurado en 1901 y es una construcción en estilo Art Nouveau custodiada por cuatro enormes dragones de chapa forjada y otras 20 más pequeñas. Cuenta otra leyenda que cada vez que una mujer virgen cruza el puente, los dragones menean la cola. Además, fue el primer puente de hormigón armado y también uno de los primeros de este tipo en Europa. La plaza, parte de la zona peatonal del casco antiguo, está dedicada al poeta romántico esloveno France Prešeren y, de hecho, fuera del encuadre de esta imagen, existe en esa misma plaza una estatua en bronce del año 1905. Es uno de los lugares más populares de la ciudad porque es la plaza más céntrica y el lugar más típico para quedar con amigos, además de que suele haber muchos actos culturales.
A la derecha de la plaza se encuentra la iglesia franciscana de la Anunciación, de estilo barroco y construida en el siglo XVII, fecha en la que esta plaza obtuvo su forma actual, aunque en aquel momento más como un cruce de caminos y llamada entonces Plaza de Santa María, por la iglesia. A finales del siglo XIX el cruce de caminos se convirtió en plaza, se pavimentó y se le cambió el nombre al actual. La calle cercana a la plaza ha tenido diversos nombres a lo largo de su historia, aunque desde 1949 es la calle Čop (Čopova ulica), llamada así en honor de Matija Čop, una figura literaria eslovena de principios del siglo XIX y amigo cercano de Prešeren. Es la principal calle peatonal de la ciudad y lleva hasta la oficina central de correos.

La Catedral de San Nicolás Hito de la ciudad con su verde cúpula y las torres gemelas, ubicado cercana al Mercado Central y el Ayuntamiento. El sitio fue ocupado originalmente por una basílica románica de tres naves, la mención más antigua de esta data de 1262. Un incendio en 1361 provocó reformas en el estilo gótico, convirtiéndose en una catedral.
En 1701 fue derrumbada y se construyó una nueva iglesia de estilo barroco en forma de cruz latina con capillas laterales, según los planos del arquitecto jesuita romano Andrea Pozzo y decorada con los frescos ilusionistas de Giulio Quaglio La cúpula fue añadida en 1841 por el arquitecto esloveno Gregor Macek y pintada por Matevž Langus entre los años 1843 y 1844.
Entre los vestigios de la iglesia anterior encontramos una dovela gótica con la cabeza de Cristo, a la derecha de la entrada principal, y una Piedad gótica de medianos del siglo XV, ubicada en el nicho de la fachada sur. El escultor esloveno contemporáneo Mirsad Begic esculpió la historia de la diócesis de Liubliana en la puerta lateral de bronce de la catedral en honor de la visita del papa a Liubliana en 1996. La puerta principal hecha de bronce, representa los 1.250 años de cristianismo en el país.
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