Desconectar en la naturaleza es una de las mejores actividades que se pueden hacer para desestresarse y olvidar la rutina de la semana. En España hay numerosos espacios protegidos por su valor paisajístico y ecológico, siendo los hayedos uno de los lugares más bonitos y sorprendentes para disfrutar de una grata ruta de senderismo.

Perderse por los bosques españoles es siempre una actividad impresionante para disfrutar de la naturaleza plena, de los colores que varían en función de la época del año y de los diferentes ejemplares de flora y fauna en función del lugar. Por eso, en las siguientes líneas se detallan algunos de los hayedos más sorprendentes que se pueden visitar en España y disfrutar realmente de lo que es la naturaleza en estado puro.

Hayedo de Otzarreta en Altzusta, Vizcaya

Este hayedo enclavado en el Parque Natural del Monte Gorbeia es uno de los lugares más visitados del País Vasco. Es un espacio natural donde abundan las hayas centenarias, que destacan por el gran grosor de sus troncos. Sus hayas están repartidas junto a un sinuoso arroyo que contribuye a conformar un paisaje todavía más idílico y, en cierto modo, misterioso.

En esta misma reserva también sorprenden los hayedos y robledales que flanquean la Ruta del río Balas, que se cuentan entre los bosques más frondosos del monte Gorbeia, y es donde también crecen helechos y matas de frutos silvestres como arándanos y fresas.

Sierra de O Courel, Lugo

Esta sierra lucense es la mayor reserva verde de Galicia y uno de los rincones con mayor riqueza vegetal y etnográfica. Es aquí donde se encuentra la Devesa da Rogueira, el llamado ‘bosque mágico’ o ‘último bosque intacto gallego’. Su importancia radica en su gran variedad botánica (unas 800 especies en solo 200 hectáreas), destacando sus tupidos hayedos.

Hay un sendero que lo atraviesa recorriendo tres kilómetros en pendiente y sorteando riachuelos que nacen en el pico Formigueiros, techo de O Courel.

Valle de Valdeón, León

Accediendo al macizo de los Picos de Europa en León a través del puerto de Panderrueda se descubre este hayedo, uno de los mejor conservados del parque nacional. Se sitúa al sur del valle de Valdeón, una región espectacular para apreciar la arquitectura típica de la zona: casas de piedra, hórreos y molinos de agua. Concretamente, en Soto de Valdeón se encuentran los hórreos más antiguos de la zona.

En esta zona se pueden encontrar varios hayedos sorprendentes, como el hayedo de Panderrueda, el de Cuesta Fría y el de Canal de Asotín. El gran valor de esta zona hizo que la Unesco los incluyese en su lista de Patrimonio Mundial dentro del bien ‘Hayedos primigenios de los Cárpatos y otras regiones de Europa’.

Rincón de Belagua, Navarra

Adentrándonos en el valle navarro de Roncal nos encontraremos con el tesoro natural del Rincón de Belagua, una de las masas forestales más ricas del Pirineo. Una de las puertas de entrada a este precioso valle es el pueblo de Isaba, que destaca por sus calles empedradas, casas de piedra y la iglesia de San Cipriano.

En este paraje se ofrecen diferentes rutas que se acercan a simas, cascadas, dólmenes, ermitas y mágicos bosques de hayas.

Bosque de la Pedrosa, Segovia

Cerca del pueblo medieval de Riaza y la sierra de Ayllón se encuentra este hayedo, que está catalogado como uno de los más meridionales de Europa. En el pueblo de Riaza se inicia un sendero de seis kilómetros que recorre el hayedo y remonta el río hasta llegar a un bonito manantial, pasando además junto a la iglesia románica de Santa María.

Si por algo destaca este hayedo es por los corpulentos troncos de sus hayas centenarias. Su importancia le ha llevado a ser catalogado como Espacio Protegido de Interés Nacional.

Hayedo de Montejo, Madrid

El hayedo de Montejo de la Sierra también está considerado como uno de los bosques de hayas más meridionales de Europa, integrándose en la Sierra del Rincón, un paraje protegido de la Comunidad de Madrid y Reserva de la Biosfera de la Unesco. Desde el pueblo de Montejo de la Sierra se inician las tres rutas más populares que atraviesan el hayedo: la Senda del Río, la del Mirador y la de la Ladera.

La fragilidad de sus ecosistemas y para garantizar su protección hay que hacer una reserva previa antes de ir a recorrer el paraje.

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