Venecia es una de las ciudades más conocidas, célebres y bonitas del mundo, lo que le ha llevado a ser catalogada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Es la ciudad italiana universalmente conocida por sus canales, edificios coloridos, islas, magníficos puentes y sus archiconocidas góndolas. También es un lugar muy especial, muy romántico, y por eso merece ser recorrida de arriba abajo, para descubrir la belleza que esconde.
Lo mejor que se puede hacer en esta bella ciudad es patear y callejear, así como perderse entre el laberinto de sus canales. Esconde preciosos rincones que deben ser apreciados por todo visitante. A continuación, se muestran algunos de los lugares que no deben faltar en cualquier visita a Venecia.
La plaza de San Marcos está en el corazón de la ciudad y es su lugar más visitado. Es donde se encuentra la Catedral de San Marcos y el palacio Ducal, dos de los edificios más imponentes de la ciudad. El palacio Ducal destaca sobre todo por su fantástica fachada del siglo XV, en la que se combinan elementos de los estilos gótico, renacentista y bizantino. Pero en su interior también guarda una gran belleza, construido en mármol de Verona en los que destaca la Scala dei Giganti, la Scala d’Oro, la Sala del Gran Consejo o el Puente de los Suspiros.
Este puente también se puede ver desde el exterior, desde la Riva degli Schiavoni. Se conoce como Puente de los Suspiros porque se dice que es el lugar donde los prisioneros daban el último suspiro de aire libre al cruzarlo para acceder a las prisiones.
Por su parte, la Basílica de San Marcos, construida en el año 828 para albergar las reliquias de San Marcos, es el templo más imponente de Venecia. Destacan el dorado y los magníficos mosaicos de la cúpula del siglo XIII y el museo donde están los originales de los Caballos de San Marcos. Otros templos religiosos que sorprenden son la Iglesia de Santa María della Salute, la de Santa María Gloriosa dei Frari, la de San Giorgio Maggiore o la de Santi Giovanni e Paolo.
No hay que dejar de recorrer en Vaporetto el Gran Canal, la avenida principal que cruza la ciudad formando una 'S'. Se puede coger el barco en la parada de la Piazzale Roma para recorrer durante unos cuatro kilómetros el canal y apreciar las magníficas fachadas de los numerosos palacios renacentistas que se distribuyen por el recorrido, como el palacio Ca' d'Oro o el palacio Ca' Rezzonico.
Para obtener una buena foto del canal hay que subir a alguno de los famosos puentes que lo cruzan, como el Puente de los Descalzos, el Puente de la Accademia o el Puente Rialto.
Este último, construido entre 1588 y 1591, es el más antiguo de los cuatro que cruzan el Gran Canal. Es uno de los puntos más fotografiados de la ciudad pero, además de contemplar sus vistas durante el día conviene contemplar el atardecer desde este puente, una de las mejores puestas de sol de Venecia. En una de las calles que bajan del puente se encuentra el Mercado de Rialto, uno de los más conocidos.
Venecia también cuenta con una de las librerías más bonitas del mundo, la librería Acqua Alta. Tiene un problema, y es que cuando el nivel del agua sube en toda la ciudad se puede inundar, por eso se pueden ver libros dentro de una góndola en mitad del local o incluso en bañeras.
Para disfrutar de las mejores vistas panorámicas de esta ciudad se puede subir a diferentes miradores. Algunas buenas opciones son: la terraza del centro comercial T Fondaco dei Tedeschi, la Scala Contarini del Bovolo, el Campanile de San Marcos o el Campanile de San Giorgio Maggiore.
Finalmente, en una visita a Venecia conviene acercarse a las islas de Murano y Burano, situadas en el archipiélago de la laguna de Venecia. La primera es famosa en todo el mundo por su cristal, donde se puede contemplar cómo trabajan artesanalmente los vidrieros. También conviene visitar su iglesia de Santa María de los Ángeles, la Basílica de los Santos María y Donato y llegar hasta el faro. La segunda sorprende por sus casas de fachadas de colores y por la tradición de hacer encajes de hilo a mano.
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