Pérez Llorca habla con el portavoz del PSOE en Les Corts, José Muñoz. José Cuéllar / Corts

Pérez Llorca habla con el portavoz del PSOE en Les Corts, José Muñoz. José Cuéllar / Corts

Valencia

Pérez Llorca tenderá la mano al PSOE: el relevo en la televisión valenciana propicia pactos en Les Corts y en varios entes

Los socialistas podrían recuperar la vicepresidencia segunda de la Mesa si se abren a pactar los órganos estatutarios que llevan años en funciones.

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La remodelación del Gobierno valenciano acometida por Juanfran Pérez Llorca incluye un movimiento que será clave para el nuevo presidente de la Generalitat Valenciana: la salida del presidente de la radiotelevisión pública À Punt, Vicente Ordaz.

El exjefe de informativos de Cope pasará a asumir la Secretaría Autonómica de Comunicación, dentro del área de Presidencia, apenas un año después de haber asumido la presidencia de la cadena pública.

La vacante que deja, abre la puerta a poder cerrar pactos con el PSOE en varios entes y en Les Corts Valencianes.

Negociaciones que en su día quedaron bloqueadas en primera instancia porque socialistas y Compromís no querían alcanzar ningún tipo de acuerdo que incluyera a Vox, pero que más tarde ya se convirtieron en imposibles tras la dana del 29 de octubre de 2024.

Fue el caso, por ejemplo, de À Punt.

El Partido Popular negoció con la formación de Santiago Abascal un cambio en la ley de creación de la radiotelevisión pública. Una modificación que incluía, no solo un cambio sobre las mayorías requeridas para elegir al presidente, sino también la composición del nuevo Consejo de Administración -antes Consejo Rector-.

Una reforma en la que no participaron PSPV ni Compromís y que despertó un importante malestar en los grupos de la oposición, que censuraban el pacto entre populares y quienes fueran sus socios en el Consell hasta julio de 2024.

Con la renovación del Consejo en el horizonte, los socialistas y la coalición de Joan Baldoví anunciaron que no participarían ni propondrían ningún candidato al entender que la participación de ambos partidos en el órgano de dirección sería "testimonial" y PP y Vox se asegurarían la mayoría en él.

Poco después llegó la dana y acabaron de enterrar la negociación. No era el momento de abordar este debate, explicaron tanto el portavoz socialista en el Parlamento valenciano, José Muñoz, como Baldoví.

PP y Vox, sin embargo, siguieron adelante con el proceso de renovación, dado que los consejeros anteriores ya se encontraban en funciones y, advirtieron, no podían seguir funcionando de forma interina. Por lo que, finalmente, designaron conjuntamente a 7 de los 8 miembros del Consejo de Administración. El restante fue designado por la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP).

Vicente Ordaz. Rober Solsona / EP

Vicente Ordaz. Rober Solsona / EP

Una maniobra que dejó a la oposición fuera del órgano de decisión de la radiotelevisión pública y que, poco después, fue cuestionada a la interna en ambas formaciones. Los críticos advertían que, a pesar de que hubieran obtenido una representación testimonial, era importante estar presentes para saber qué decisiones se adoptarían ahí.

Haber optado por lo contrario suponía quedar "ajenos" a todo lo que dentro ocurría, por lo que no fueron pocas las voces que tildaron la estrategia marcada por la dirección de ambos partidos de "errónea". Pero ya no había marcha atrás.

Órganos estatutarios

Pese a todo, desde un inicio Pérez Llorca, entonces portavoz del PP, advirtió a la oposición que nada era irreversible y tendió la mano al PSOE para poder negociar otras cuestiones a futuro, como por ejemplo, los órganos estatutarios. Algunos de ellos, llevan años en funciones y se requiere una mayoría de tres quintas partes para renovarlos.

Es el caso del Consell Jurídic Consultiu (CJC) o la Sindicatura de Comptes, donde, además, una de sus integrantes falleció el verano pasado (Marcela Miró) y recientemente sufrió otra baja por la jubilación del síndico Antonio Mira Perceval. Actualmente, tan solo permanece en este Tribunal de Cuentas valenciano Vicent Cucarella.

Los socialistas, sin embargo, se cerraron en banda y descartaron de nuevo sentarse a negociar. Un rechazo que en las filas populares se leyó en clave interna: a pesar de que les correspondería una mayor representación en los órganos al haber obtenido más escaños en las elecciones autonómicas de 2023, la representación del PP también había aumentado y no interesaba reforzarles en estos puestos.

Con todo, la situación quedó totalmente paralizada, hasta que en marzo de 2024, Gabriela Bravo, quien ocupaba un puesto en la Mesa de Les Corts por la cuota socialista, decidió renunciar al acta y volver a su plaza en la Fiscalía.

El PP aprovechó la ocasión: si el PSPV se sentaba a negociar los órganos estatutarios, los populares no harían valer su mayoría en la Mesa para arrebatarles esta plaza. Los socialistas se negaron de nuevo y quedaron fuera del máximo órgano de dirección de la Cámara.

La votación se saldó con 53 votos a favor de PP y Vox para que la diputada Magdalena González de la Red ocupara la vicepresidencia segunda que había dejado Bravo, mientras que la parlamentaria María José Salvador apenas cosechó los 45 apoyos de su partido y de Compromís. Un desenlace que acabó con la presentación de un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional.

Magdalena González de la Red el día que fue elegida vicepresidenta segunda de Les Corts. José Cuéllar / EP

Magdalena González de la Red el día que fue elegida vicepresidenta segunda de Les Corts. José Cuéllar / EP

También en esta ocasión, Pérez Llorca volvió a advertir que la situación no era irreversible. Y si el PSPV se sentaba a negociar los órganos estatutarios, algunos en situación de interinidad durante más de cinco años, volverían a someter a votación la Mesa de Les Corts.

El escenario que se abre ahora, según fuentes del entorno del nuevo president de la Generalitat, propiciaría otra vez un intento de negociación para tratar de incorporar a la oposición (y en particular al PSOE) tanto en el Consejo de Administración de À Punt, como en la Mesa de Les Corts, aunque el PP mantuviera, eso sí, la mayoría en ambos casos.

En este punto conviene recordar que la intención de Pérez Llorca es explorar un acercamiento a los socialistas en esta nueva etapa. Y así lo verbalizó en el pleno de investidura del pasado jueves, cuando aseguró que no entraría a "confrontar" ni a la "política de fango, del insulto o la descalificación. Ni ahora, ni en lo que queda de legislatura".

En su lugar, busca llegar a grandes acuerdos y, por ese motivo, también exhibió sus discrepancias con Vox en algunas cuestiones, como por ejemplo en lo que respecta a la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) o la financiación autonómica. También pidió perdón a las víctimas de la dana en nombre de la Generalitat, algo que ellos mismos reclamaban.

No obstante, habrá que ver si los socialistas están dispuestos a recoger el guante y "enmendar errores", tal y como lo califican algunas fuentes en el PSOE valenciano a la renuncia a negociar À Punt o la Mesa de Les Corts, pues es el único grupo parlamentario que está fuera de ella.

Por lo pronto, eso sí, no parece que vaya a ser así, ya que la dirección de los socialistas valencianos trasladó en el Comité Nacional celebrado el pasado sábado en Alicante que el objetivo a partir de ahora era desgastar la imagen del nuevo presidente hasta 2027.

También, evitar que cale el mensaje de que con Pérez Llorca se abre una nueva etapa, sino que tan solo ha sido "un cambio de caras" pero el gobierno de la Generalitat sigue siendo el mismo y está bajo la tutela del partido de Santiago Abascal.

Pero si el ofrecimiento contempla recuperar puestos en órganos de decisión y volver a tener presencia en la televisión autonómica, puede que quede poco para que se inicie el deshielo entre los partidos mayoritarios del Parlamento valenciano.