
Carlos Mazón habla con el portavoz del PP en Les Corts, Juan Fran Pérez Llorca. Corts / José Cuéllar
El PP arrebatará al PSOE la vicepresidencia de Les Corts si los socialistas no negocian los órganos estatutarios
Los 'populares' aprovechan la salida de Gabriela Bravo para tratar de desbloquear la renovación de instituciones que están en funciones años.
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El Partido Popular presentará una candidata para ocupar la vicepresidencia segunda de Les Corts si el PSPV se mantiene enrocado en no sentarse a negociar la renovación de los órganos estatutarios.
Un órdago en toda regla a los socialistas, que se verán obligados a pactar si no quieren ver peligrar el puesto más relevante que ostentan desde que perdieron la Generalitat en las últimas elecciones autonómicas.
Más aún después de que este martes registraran a su candidata, la diputada María José Salvador. No sentarse a negociar supondría arriesgarse a que la parlamentaria quedara por segunda vez fuera de la Mesa después de que ya lo hiciera al inicio de la legislatura en beneficio de Compromís.
El origen del dilema que se les presenta ahora es el siguiente: la semana pasada Gabriela Bravo renunció al acta para volver a la Fiscalía Provincial de Valencia, donde actualmente tiene su plaza.
Con ello, el PSPV se quedó sin representante en el órgano de dirección de la Cámara y el puesto quedó vacante. Y su marcha se convirtió en el detonante perfecto para enfrentar, de nuevo, al principal partido de la oposición y la formación que gobierna.
Los socialistas defienden que les corresponde a ellos designar a la persona que sustituya a la exconsellera al frente de la vicepresidencia segunda, dado que hasta ahora había sido su partido quien ocupaba este puesto.
Sin embargo, en el Partido Popular no entienden lo mismo. Creen que con la marcha de Bravo se abre un nuevo escenario y cualquier grupo debería tener la potestad de presentar un candidato, que en este caso debe ser mujer para cumplir con la paridad.
Ahora bien, en realidad, los 'populares' no tienen demasiado interés en situar a nadie en este hueco. Simplemente ven en la salida de Bravo una oportunidad para forzar al PSPV a sentarse a negociar la renovación de los órganos estatutarios, algunos pendientes desde hace años.
Esto es porque desde la elección del Consejo de Administración de À Punt -órgano que fue elegido íntegramente por la bancada de la derecha y sin la oposición-, los socialistas advirtieron que se cerrarían en banda a desbloquear la renovación de órganos como el Consell Jurídic Consultiu o la Sindicatura de Comptes.
Sus votos en este caso son necesarios para poder hacerlo porque la ley de creación de los distintos órganos fija un mínimo de tres quintos y dos tercios del Parlamento valenciano -60 y 66 escaños, respectivamente- para poder sacar adelante cualquier nombre.
Con esto, el PP quedaba en una situación de debilidad y desventaja, pues no podría abordar la renovación de estos entes únicamente con su socio parlamentario, Vox, porque los números serían insuficientes. Los populares y voxistas apenas suman 53 diputados.
Con la salida de Bravo, por tanto, el PP ha hallado la excusa perfecta para obligar a la oposición a sentarse a negociar. Pues al pactar un nombre con Vox, le arrebataría sin problemas este puesto vacante al Partido Socialista.
Así, tal y como fija el reglamento de Les Corts, para elegir a un miembro de la Mesa de la Cámara, las formaciones simplemente deben presentar un nombre y el más votado es el que finalmente sale designado.
Sin un acuerdo con el PP, la candidata que presentara el PSPV apenas sumaría 30 apoyos -los diputados de su propio grupo-, mientras que la candidata que acordasen populares y voxistas saldría con 53 apoyos.
En el grupo popular, justifican además, que hay órganos en los que, incluso, ha fallecido alguno de sus integrantes, como es el caso de la Sindicatura de Comptes. Fue el caso este verano de la síndica Marcela Miró y el Parlamento desde entonces no ha nombrado nadie en su lugar. "No podemos demorarlo más", explican.
En cualquier caso, queda por ver si, finalmente, el PSPV no acaba cediendo a esta presión. Y, si no lo hiciera, a quién proponen PP y Vox, dado que los 'populares' ya cuentan con dos integrantes en la Mesa y los 'voxistas' podrían echar un pulso o negociar con sus socios parlamentarios para ganar representación en este órgano.