Obras públicas. EE
Los constructores cifran en 1.458 millones la infrainversión en obra pública del Gobierno en la Comunitat desde 2012
La Cámara de Contratistas subraya que la mitad de este déficit se ha producido con Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.
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La Comunitat Valenciana no solo arrastra el problema de la infrafinanciación autonómica. También una infrainversión por parte del Estado, que aporta menos dinero a la autonomía del que le correspondería si atendiera al peso poblacional que tiene el territorio.
El último informe elaborado por la Cámara de Contratistas de la Comunitat Valenciana calcula que en los últimos 13 años el Gobierno ha licitado hasta 1.458 millones de euros menos en obras públicas en el territorio de las que le hubieran correspondido atendiendo a su peso poblacional en el conjunto del Estado.
En el histórico analizado por los contratistas valencianos, desde enero de 2012 hasta septiembre de 2025, la ratio de licitación en obras públicas por parte del Ejecutivo se sitúa en un 9,3%, dos puntos por debajo del 11% que representa la Comunitat Valenciana.
En el citado documento, la autonomía se sitúa como la tercera región con menor inversión en obra pública en el periodo comprendido entre enero de 2012 y diciembre de 2024, tan solo por detrás de Castilla y León y el País Vasco, que conviene apuntar que cuenta con un concierto económico propio.
La Comunitat, en ese histórico, se sitúa por detrás de autonomías como Madrid, Cataluña, Galicia o, incluso, Andalucía.
En el presente ejercicio, sin embargo, las cifras dan un vuelco. La dana ha posicionado al territorio en el segundo puesto del ranking, tan solo por detrás de la comunidad autónoma de Juanma Moreno.
Sin embargo, los contratistas subrayan que los datos de 2025 se encuentran condicionados por las inundaciones del 29 octubre de 2024 que no solo causaron 229 muertes, sino que también dejaron infraestructuras afectadas, algunas propiedad del Estado, que se han debido rehabilitar o que están en proceso de reconstruirse.
Entre ellas, por ejemplo, se encuentran la adecuación de barrancos, como el de La Saleta o el Poyo, cuyas obras para desviar el cauce no se ejecutarán hasta 2031.
Pero también actuaciones en la presa de Forata, reparaciones del SAIH, la reconstrucción de dos puentes en la rambla del Poyo a la altura de Picanya y de tres pasarelas en Paiporta, así como los daños ocasionados en carreteras propiedad del Estado.
En la orilla opuesta a la Comunitat Valenciana se encuentra Galicia, por ejemplo, que con una población que representa el 5% en España, percibe una inversión que supera el 9%. O Castilla y León, que a pesar de haber recibido menos millones en el periodo citado, la inversión realizada sí se sitúa por encima del peso poblacional que tiene la autonomía.
De los 81.448 millones de euros distribuidos por el Estado entre las comunidades autónomas, la valenciana apenas ha recibido 7.569, el 9,3%.
Asimismo, cabe subrayar que de los 1.458 millones que se han dejado de licitar por parte del Ejecutivo central, un total de 710 ya corresponde a gobiernos de Pedro Sánchez: de septiembre de 2019 hasta la actualidad, según refleja el informe.
Obras en barrancos
La infrainversión que denuncian los contratistas se materializa de manera directa en obras sobre los cauces de la cuenca mediterránea que hubieran mitigado el impacto de las inundaciones del 29-O.
Y es que, aunque el Gobierno anunció la pasada semana la licitación de las obras del barranco del Poyo, estas no se ejecutarán hasta 2031. Durante años, el Ejecutivo central no ha llevado a cabo esas actuaciones que habrían contribuido a reducir el impacto de las avenidas.
Sin embargo, la falta de inversión en Valencia, contrasta con lo ocurrido un poco más al norte, en la comunidad autónoma vecina: Cataluña.
En el ejercicio 2021, cuando Teresa Ribera descartó las inversiones ideadas por los expertos para la cuenca del Poyo, sí hubo otra partida presupuestaria destinada a infraestructuras hidráulicas. Pero se las llevaron otras cuencas, entre las que destaca la del río Ebro.
El Ministerio presupuestó para el Ebro 33,7 millones en un solo año, pero descartó abonar el importe necesario para las primeras obras del Poyo que hubieran tardado en estar listas tres años y habrían salvado vidas, puesto que habrían concluido a principios de 2024.
El proyecto original completo para la cuenca del Poyo que la Confederación Hidrográfica del Júcar revelado por EL ESPAÑOL, contemplaba que la primera y más importante de las obras previstas, que consistía en un desvío de aguas al Turia, sólo costaba 55 millones a ejecutar en tres años.
Obras de adecuación que de haberse incluido en las cuentas del ejercicio en cuestión habrían estado finalizadas antes de la riada del pasado año 2024.