El presidente valenciano, Carlos Mazón, frente al Palau de la Generalitat.

El presidente valenciano, Carlos Mazón, frente al Palau de la Generalitat. Arte EE

Valencia

Un Mazón roto y sin fuerzas para continuar ultima con Feijóo los términos de su dimisión como 'president'

El PPCV informa de que comparecerá este lunes en el marco de su "proceso de reflexión", una comparecencia en la que se espera que dimita.

Más información: Los 10 días en que dos mujeres y un funeral desarmaron a Mazón: de la citación a Vilaplana a la revelación de Pradas

Publicada
Actualizada

"Roto" y "sin fuerzas para continuar". Así se encuentra Carlos Mazón, según ha trasladado a su entorno el todavía 'president' de la Generalitat Valenciana. El dirigente ultima desde este domingo con el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, los términos de su dimisión.

La misma se espera para este mismo lunes. El PPCV ha anunciado este domingo por la noche que, tras su "periodo de reflexión", comparecerá para explicar su futuro.

En la mente del dirigente resuenan desde el pasado miércoles las durísimas palabras que le profirieron familiares de víctimas de la dana en el funeral de Estado que organizó el Gobierno de España. "Asesino", "cobarde", "rata", le espetaron.

Para Mazón, en dicho homenaje cristalizó una campaña sin precedentes para la criminalización de un político. "Yo no soy un asesino", repite desde entonces a familiares y amigos.

Sabe que no lo es, pero necesita también dejar de recibir el improperio. Siente exactamente lo que transmitió su rostro compungido aquella tarde. Y ha concluido que solo su marcha aliviará una presión que lo tiene ya al límite.

Mazón sigue fiel a sus argumentos. Mantiene que los fallos en la previsión de Aemet y la CHJ impidieron a la Generalitat Valenciana reaccionar ante la catástrofe que se produjo en la cuenca del Poyo. También subraya el abandono de dicho sistema de barrancos. El Gobierno paralizó en 2021 las obras de encauzamiento y desvío de la cuenca.

Pero la fuerza de los mismos ya es inferior a su quebranto personal. Se considera derrotado por la campaña mediática contra él, a la que él mismo ha contribuido con errores de gestión y de comunicación. Los numerosos cambios de versión sobre lo que hizo el día de la dana tras su comida con Maribel Vilaplana en El Ventorro han reducido al mínimo su credibilidad.

La negociación

Si la dimisión no ha sido anunciada todavía es porque a estas horas tiene lugar todavía la negociación sobre cómo articular el relevo en el PP. "Todo es posible", "todo está abierto"..., manifiestan fuentes del partido.

Tan solo parece haber, sin embargo, dos escenarios factibles encima de la mesa. O la celebración de elecciones anticipadas o la investidura de un presidente interino hasta 2027.

La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, anunció este domingo que tendrían lugar una conversación entre Feijóo y Mazón "sobre el contexto político de la Comunidad Valenciana". Según ha podido saber EL ESPAÑOL, han sido varias las llamadas cruzadas entre ambos este fin de semana.

Todas las opciones tienen sus riesgos. "Ir a elecciones ahora es un suicidio", aseguran este domingo fuentes del PP valenciano. Esta opinión está bastante extendida dentro del partido en la Comunitat, en contraposición a la propuesta de partida de Génova.

No se ven preparados, entienden que el reciente aniversario de la dana puede provocar una mayor movilización de la izquierda y auguran que los comicios supondrán que Génova ejerza un control mucho más directo del proceso.

Las encuestas que maneja la derecha les da la victoria, aunque de manera ajustada. En ellas hay un importante aumento de escaños de Vox, un factor que juega en contra del PP por la fuerza que pueden tener sus ex socios en cualquier pacto posterior. Por ejemplo, el de una nueva investidura o la conformación de Gobierno.

De este modo, entre las filas de los populares valencianos se considera que la interinidad permitiría algo de margen para decidir el mejor momento en el que convocar elecciones.

Sin embargo, en realidad todo dependerá de Génova y de hasta qué punto esté dispuesta a ceder. Porque el botón lo tiene que apretar Mazón, pero a nadie se le escapa que la dirección nacional suele ejercer su poder en este tipo de negociaciones.

La preferencia de Alberto Núñez Feijóo son las elecciones y que María José Catalá sea cabeza de lista. Este nombre no agrada en parte del PP de la Comunitat. Las direcciones provinciales de Valencia, Castellón y Alicante proponen al presidente de la Diputación de Valencia, Vicente Mompó, como nuevo líder.

Mazón podría acabar en esta misma tesis y defender a un Mompó de candidato si asume el adelanto electoral que ahora defiende Génova.

Pero hay otro problema, y es que Catalá no quiere ser candidata. "No pasará", afirmaba en una entrevista con EL ESPAÑOL preguntada sobre la posibilidad de que fuera cabeza de lista a la Generalitat. Su voluntad real es la de quedarse en el Ayuntamiento.

Así que todo ello se tendrá que resolver en las próximas horas. Los ánimos no andan muy bien en el partido. Mientras en el PPCV no ven bien las imposiciones directas de Génova, en la dirección nacional no han sentado nada bien los movimientos de la cúpula de los populares valencianos.

Han sido interpretados como un pulso en toda regla y han generado desconfianza. Así que lo que se intenta evitar ahora es la fractura total.

Feijóo y Mazón han mantenido conversaciones durante esta semana, pero la de este domingo ha sido la única anunciada por boca de la secretaria general del PP, Cuca Gamarra.

Esto indica que el anuncio de la decisión final que se tome se comunicará, previsiblemente, este lunes, cuando además el partido celebra su Comité Ejecutivo Nacional.

Cómo quede este proceso de negociación condicionará toda la vida política valenciana de los meses venideros. Una salida de Catalá comportaría dejar 'desnudo' el consistorio de una de las ciudades más importantes de España. El grupo municipal popular tendría que votar un nuevo alcalde o alcaldesa.

A partir de ahí, el partido tendría que recomponerse en la ciudad para presentarse con un perfil solvente a las elecciones de 2027.