Imagen de las calles de Paiporta tras la dana. Rober Solsona / Europa Press
El infierno en la residencia de Paiporta la tarde de la dana: rescates en mesas y personas arrastradas en sillones
El centro remite a la jueza un informe en el que detalla que Servicios Sociales no les avisó del protocolo ni por la alerta naranja ni por la roja. El departamento de Camarero incide en que sí envió a la empresa la información de manera preventiva.
Más información: La jueza de la dana rechaza pedir al TSJ valenciano la imputación de Mazón hasta que no esté agotada la instrucción
La dirección de la residencia Savia de Paiporta ha remitido a la jueza de la dana un informe sobre el infierno vivido durante la tarde del pasado 29 de octubre. Un total de seis personas resultaron fallecidas, por lo que la magistrada pidió, después de que lo solicitara la Fiscalía, un relato sucinto de los hechos y la relación de muertes y lesiones.
En el documento enviado, el centro trata de reflejar "lo extraordinario de la situación vivida" y valorar "el heroico trabajo realizado por los profesionales", quienes "no dudaron ni un instante en proteger a las personas mayores que allí se encontraban con mucha valentía, entrega y compromiso".
Pusieron, destacan, "su esfuerzo, su coraje y, en muchos casos, su propia seguridad al servicio de estas personas mayores, a pesar de que 6 lamentablemente fallecieron". "Su actuación, en condiciones extremas, fue fundamental para la protección y seguridad de 113 residentes que se encontraban físicamente en el centro en una noche que desafió todos los límites de lo imaginable", señalan.
La dirección del centro explica que a las 9:52 horas del 29 de octubre se recibió en el buzón general de correo electrónico de la empresa Savia (no en el específico de Paiporta) un mail de la Dirección General de Dependencia y de las Personas Mayores (dependiente de la Conselleria de Servicios Sociales que dirige Susana Camarero) que adjuntaba el protocolo de actuación en caso de Alerta Meteorológica por lluvias en centros de día y residencias de personas mayores.
"No consta por parte de ninguna Administración u autoridad (Policía Local, Guardia Civil, entre otros) durante toda la mañana y las horas previas a la inundación comunicación directa con el Centro Savia Paiporta avisando de ningún riesgo de preemergencia o emergencia", inciden en el informe.
De hecho, el protocolo de actuación en caso de alerta meteorológica no llegó al buzón de este centro y en él figuraba la alerta naranja. Sin embargo, la Aemet había actualizado a alerta roja gran parte de la provincia de Valencia dos horas antes.
La Conselleria mandó el protocolo a la empresa
Desde la Conselleria de Servicios Sociales, por tanto, inciden en que sí enviaron el protocolo de lluvias esa mañana a la empresa y a los correos que en su momento ésta les facilitó para las comunicaciones.
El departamento, insisten, no está obligado a mandar ese protocolo porque no se encarga de los avisos de emergencias, pero aun así se hizo a modo de recordatorio de la alerta para que los centros estuvieran prevenidos. Además, inciden en que la vicepresidencia estuvo en contacto permanente con la residencia.
A lo largo de todo el día, indican desde la dirección de la residencia, se hizo un seguimiento desde los departamentos de Operaciones y de Mantenimiento de la afectación que la dana estaba teniendo en otros centros Savia ubicados en las comarcas de Requena-Utiel y la Hoya de Buñol debido a la intensidad de las lluvias.
Allí se adoptaron las medidas previstas en el citado protocolo de actuación. Por ejemplo, en Requena, Alborache o Cheste los trabajadores subieron a los usuarios a las primeras plantas. En la primera localidad debido a que entró agua y en las dos últimas debido a que había problemas de luz y podía fallarles el ascensor.
En el caso de Paiporta, el 29 de octubre de 2024 había 119 personas en la residencia y, refleja el informe, el día transcurrió con normalidad: no llovió durante el día y el centro recibió visitas de familiares tanto por la mañana como por la tarde. La última registrada consta que se marchó a las 19.00 horas.
"¡Todo el mundo arriba!"
La narración de lo ocurrido a partir de las 19.30 es la imagen del drama. Alrededor de esa hora, unas trabajadoras del centro que habían acabado su turno y estaban en el aparcamiento cogiendo su coche -zona trasera de la residencia- observaron que a lo lejos había como "un mar en calma". "De repente, vieron cómo el agua empezó a entrar por el muro de la residencia y a invadirlo todo", relatan.
Así que regresaron al centro y nada más entrar empezaron a gritar "¡todo el mundo arriba!". El personal al completo se movilizó entonces para subir a las personas mayores por las escaleras principales.
"Instantes después, describen cómo se oyó un estruendo como consecuencia de que el agua había estampado los coches contra la puerta del centro cercana a una de las salas", cuentan en el informe.
La puerta fue en ese momento arrancada "y empezó a entrar un 'tsunami' de agua". Escasos minutos después, el personal de la residencia asegura que el agua ya les llegaba por las rodillas.
Las personas mayores que participaban en los turnos de cena de las 19.30 se distribuían en de las salas 1, 2 y 3. Algunas del turno de las 20.00 ya se encontraban en la sala 4 y otras en sus habitaciones o en otras partes del centro.
"Los trabajadores se dividieron en función de la sala en la que estaban para empezar a subir a las personas" al piso de arriba, narra la dirección de la residencia en el informe: "Llegaron a hacer una cadena entre ellos para agilizar la subida".
La corriente, dicen los empleados, "era muy fuerte": "Descolgaron una puerta para llevar a algunas personas usuarias hacia la escalera. También los movieron desde los sillones relax, subieron a personas usuarias a mesas, etc. porque facilitaba el desplazamiento".
No pudieron salvar a más
Las salas 1, 2 y 3, explica el informe, fueron evacuadas por el hall donde está ubicada la escalera principal del centro. La evacuación de la sala 4 se hizo por la puerta próxima a recepción porque la corriente les impedía salir por la puerta principal de la sala.
En un momento dado, la fuerza y el nivel del agua y lodo, así como la corriente existente, impidieron a los profesionales seguir accediendo a la sala 3 para salvar la vida de cuatro personas que quedaron en dicha zona.
Asimismo, otras dos personas usuarias que se encontraban en la sala 2 y resultaron fallecidas fueron desplazadas en sus sillones por la fuerza de la corriente de agua. De hecho, una de ellas resultó arrastrada fuera de la residencia, encontrándose su cuerpo al día siguiente por la Guardia Civil en unos campos alejados del centro.
En cuanto el agua invadió la residencia, continúa el informe, "hubo un intento constante de comunicación con los bomberos y protección civil" tanto desde el centro como por parte del personal de Savia que estaba fuera apoyando en la gestión de la situación. Las llamadas, apuntan, daban error.
"También se solicitó ayuda de los bomberos y protección civil a través de contactos personales, así como a través de las autoridades. Así, consta comunicación telefónica entre Savia y la Dirección General de Infraestructuras Sociosanitarias informando de la situación y solicitando urgentemente ayuda", mencionan.
Dichas autoridades, prosiguen, "se interesan por la situación y afirman haber trasladado la urgencia a quien corresponde". "Asimismo, constan llamadas de la Vicepresidenta Primera y Consellera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda (Susana Camarero) a la psicóloga del centro, quien afirma haberle manifestado que lo que necesitaban era ayuda y le va informando de la situación en la residencia", añaden.
Después de una larga espera y la necesidad de atención hospitalaria de dos personas mayores, todos los usuarios de la residencia fueron finalmente evacuados sobre las 15:30 horas del 30 de octubre con ayuda de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
El informe recuerda que la primera comunicación oficial del riesgo de inundación llegó a las 20:11 horas del 29 de octubre a través del sistema ES-Alert a los móviles de todos los habitantes de la provincia de Valencia cuando el centro Savia Paiporta estaba completamente inundado.