Afectados por la dana en la localidad de Paiporta en una imagen de noviembre. Rober Solsona / Europa Press
Trastornos, pesadillas, efectos en la salud...: los informes psiquiátricos de los familiares de fallecidos en la dana
La jueza recibe diversas conclusiones, tanto forenses como clínicas, sobre personas que han perdido a seres queridos en la tragedia.
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El juzgado de Instrucción número 3 de Catarroja, encargado de la causa sobre la gestión de la dana, ha comenzado a recibir los informes del Instituto de Medicina Legal de Valencia después de que el pasado febrero solicitara una valoración forense de los daños psicológicos de los familiares de fallecidos.
La documentación que se ha ido remitiendo a la magistrada consta tanto de estos análisis como de informes psiquiátricos que algunos familiares han querido facilitar para la citada valoración forense.
Las situaciones son, lógicamente, dramáticas. Se trata de personas que todavía permanecen en el sufrimiento de aquella trágica jornada al perder a seres queridos.
El IML ha realizado varios reconocimientos. La mayoría de las conclusiones mencionan la ansiedad, la tristeza, la confusión o la negación. Igualmente, los trastornos adaptativos aparecen como secuela temporal.
Las familias relatan miedos. Desde subir al ascensor hasta a bajar al garaje. También situaciones cotidianas: dos meses en el sofá sin levantarse, pérdida de seis kilos de peso, insomnio...
Algunas de las mujeres reconocidas se encuentran "muy afectadas" ante lo ocurrido. Una de ellas, por ejemplo, estuvo 12 días sin saber nada de su marido hasta que encontraron el cadáver y posteriormente le hicieron las pruebas de ADN.
En los informes clínicos de los centros de salud también figuran diversas situaciones personales. Como ejemplo, un hombre que pasó varias horas al teléfono con su hermana que permaneció subida al capó de un coche rodeada de agua. Siguió el relato en vivo, incluyendo la angustia por no saber el paradero de su padre y hermano, que fallecieron ahogados dentro del coche mientras volvían a casa.
Su hermana, al igual que él y que muchos otros, tiene pesadillas ocasionales y le diagnosticaron trastorno de estrés postraumático. Su informe detalla que ha desarrollado un patrón de evitación, con la incapacidad de entrar en la habitación de su hermano, una fuerte reticencia a lugares que evocan recuerdos del trauma y el aislamiento social.
"El impacto en su bienestar emocional, físico, social y funcional es profundo y crea una espiral de sufrimiento que la incapacita para avanzar de manera significativa en su proceso de adaptación a la pérdida y su vida cotidiana. La persistente disociación y las emociones no resueltas derivadas del trauma afectan gravemente su bienestar, limitando su capacidad para trabajar, socializar y mantener relaciones afectivas saludables, lo cual perpetúa un ciclo de angustia, soledad y desesperanza", concluye uno de los informes.
