El restaurante escondido de Bueu (Pontevedra) que antiguamente era un molino harinero

El restaurante escondido de Bueu (Pontevedra) que antiguamente era un molino harinero Treintayseis

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El restaurante escondido de Bueu (Pontevedra) que antiguamente era un molino harinero

Destaca por ofrecer una experiencia gastronómica que combina tradición e innovación, reinterpretando platos tradicionales con una mirada contemporánea

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Desde Semana Santa hasta el Samaín, el municipio pontevedrés de Bueu esconde una joya gastronómica entre el mar y el rural gallego. Muy cerca de la playa, en un pequeño y tranquilo pueblo, se encuentra A Taberna de Casa Videira, un antiguo molino harinero reconvertido en restaurante con alma.

Hace tres años, Marta Castelló y Juan Iglesias decidieron embarcarse en este proyecto. Aunque el restaurante había funcionado anteriormente bajo otra gestión, ellos asumieron las riendas hace tres temporadas, gestionando además la casa rural que se encuentra en la misma parcela. Comenzaron desde cero, restaurando con mimo el antiguo molino, invirtiendo en mobiliario y superando el miedo inicial a cómo sería recibido su enfoque en el entorno local.

Siguiendo el enfoque del entorno, la propuesta de A Taberna destaca por ofrecer una experiencia gastronómica que combina tradición e innovación. Lejos de las clásicas tapas, se apuesta por elaboraciones cuidadas que sorprenden al comensal, como los mejillones en escabeche de naranja, el pulpo con boniato y rúcula o los molletes de carrillera con salsa de kimchi. También reinterpretan platos tradicionales con una mirada contemporánea, como los quesos o los jarretos de la Cornafeira, elaborados con técnicas diferentes pero sin perder su esencia.

"A la gente le gusta innovar y probar una cocina diferente", explica Marta. Parte del éxito de los sabores que ofrecen reside en el uso de productos de cercanía, con ingredientes frescos procedentes de la ría y de los mercados de Vigo y Pontevedra. "Esta apuesta por la calidad local es especialmente valorada por los clientes, sobre todo por la gente del mar, que reconocen la frescura y el sabor", dice.

Es por eso que, la carta, aunque suele mantenerse cerrada, se adapta a la estacionalidad de los productos y varía en función de la temporada. Aunque cuenta con muchos imprescindibles, hay dos platos que destacan como auténticas estrellas: la richa marinada con aliño japonés y el Saam de panceta lacada con kimchi casero y encurtidos.

Refugio de tranquilidad

Pero Casa Videira es mucho más que una taberna. También es el escenario perfecto para hacer realidad celebraciones especiales, desde encuentros íntimos hasta bodas inolvidables. Cuenta con un salón interior dentro de la casa, con la antigua lareira tradicional gallega y capacidad para unas 40 personas, además de una carpa exterior acristalada que puede acoger hasta 150 comensales, ideal para grandes eventos.

Y para quienes buscan desconectar de la rutina y el estrés, la casa rural ofrece un refugio de paz en plena naturaleza gallega, a tan solo unos minutos en coche de la playa. Dispone de diez habitaciones dobles equipadas con baño privado, televisión, internet Wi-Fi, calefacción y la posibilidad de añadir camas supletorias.