Acusado por el crimen de Coia (Vigo) de abril de 2024, en el juicio contra él en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en la ciudad olívica

Acusado por el crimen de Coia (Vigo) de abril de 2024, en el juicio contra él en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en la ciudad olívica Europa Press

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La Fiscalía mantiene la acusación de asesinato por el crimen de Coia: el acusado "esperó" y "ejecutó"

La defensa alega que el acusado actuó con miedo y para defenderse, y recuerda que la víctima llevaba un machete y una barra

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La Fiscalía ha pedido al tribunal de la Audiencia Provincial de Pontevedra, en Vigo, que considere autor de un delito de asesinato al acusado por el crimen de Coia. El ministerio público asegura que José Luis M.C. "esperó" y "ejecutó" a Francisco Javier B.D. en la noche del 6 de abril de 2024, sin que la víctima tuviera oportunidad de defenderse.

Así ha manifestado el representante de la Fiscalía, que, como recuerda Europa Press, pide casi 22 años de cárcel por asesinato y tenencia ilícita de armas. Según ha incidido, el acusado "estaba esperando" a la víctima, a la que disparó con una escopeta en la cara sin que mediaran amenazas o discusión previa.

Aludiendo a las declaraciones de los expertos forenses y testigos policiales, la Fiscal ha señalado que José Luis estaba en una posición superior cuando disparó, porque la víctima se encontraba "agachado o arrodillado", y abrió fuego sobre él a menos de un metro.

"No tuvo tiempo a reaccionar, estaba agachado porque el primer disparo lo asustó, el acusado lo tenía a su merced", ha aseverado. Para la Fiscal, el acusado no actuó en defensa propia porque no está probado que la víctima lo hubiera atacado.

Por lo tanto, "lo que hizo no fue defenderse, sino ejecutar a una persona". Además, ha añadido, José Luis "manipuló" la escena del crimen, moviendo el cadáver de la víctima y, cuando llegó la Policía "se inventó una historia" sobre la intervención de una tercera persona. "Solo reconoció que había sido él cuando ya era el principal sospechoso", ha zanjado.

Acusación popular

En la misma línea, la acusación particular que eleva la petición de pena hasta 23 años y medio de prisión también ha subrayado que el acusado llevó a cabo "una ejecución" ante una víctima que estaba "indefensa". Ha reiterado que no fue una acción defensiva ni llevada por el miedo, ya que "nadie escuchó nada", ni discusiones ni amenazas ni ningún altercado previo entre ambos.

Esta parte ha cuestionado la credibilidad de José Luis M.C., que "ha ido adaptando su versión". Asimismo, ha rechazado, como alegó el propio acusado, que hubiera disparado apuntando al hombro del fallecido, ya que las lesiones indican una posición superior y el tiro entró en la mejilla de Francisco Javier desde arriba a abajo.

Por otro lado, ha remarcado que el acusado decidió libremente abrir la puerta de su domicilio, en lugar de llamar a la Policía, así como que no ha quedado probado que recibiera amenazas del fallecido. Por todo ello, ha pedido al jurado dejar de lado la "empatía" y "no emocionalizar la cuestión" para emitir un veredicto de culpabilidad.

Miedo insuperable y legítima defensa

Finalmente, la defensa ha subrayado que los forenses no confirmaron que la víctima estuviera agachado o arrodillado, sino "en un plano inferior", y que debía tenerse en cuenta "el dinamismo" de este tipo de acciones.

Para el abogado de José Luis, durante el juicio no se ha podido acreditar que el acusado hubiera actuado con alevosía. En todo caso, ha ironizado sobre las "intenciones" que tendría la víctima al acudir a casa de su defendido armado con un machete y una barra metálica, semanas después de haberle enviado mensajes y fotografías amenazantes, y después de una agresión anterior.

"Es evidente que el acusado no ejecuta un ataque contra alguien, no lo espera, sino que reacciona ante la inminente agresión de Francisco", ha subrayado, y ha insistido en que "el incidente no se inició el día de los hechos", sino que es la continuidad de un proceso de amenazas previo por parte del fallecido.

También ha rechazado que Francisco Javier estuviera indefenso, porque el acusado realizó un primer disparo intimidatorio con un cartucho de sal y la víctima "sabía a lo que se enfrentaba". Pese a ello, ha expuesto el letrado, continuó su acometida contra José Luis, que actuó en legítima defensa y llevado por el miedo de ser atacado, o de que su madre, de la que era "muy protector", fuese agredida.

Este letrado también ha sostenido que el acusado "confesó espontáneamente" los hechos, tras una primera versión en la que trató de "escurrir el bulto", antes de que se abriera un procedimiento judicial contra él. Además, ha recalcado, ha mantenido su versión desde ese momento hasta este juicio.

"Siento haber matado a un chico que se crió conmigo"

Por su parte, el acusado ha hecho uso de su derecho a la última palabra y ha vuelto a pedir disculpas por lo ocurrido. "Lo siento mucho, siento el daño que le he hecho a la familia de Fran, que son buena gente, gente humilde. Siento haber matado a un chico que se crió conmigo", ha proclamado.

Mientras la Fiscalía pide casi 22 años de cárcel, con la atenuante de alteración psíquica, y la acusación popular solicita 23 años y medio de prisión; la defensa ha pedido la libre absolución y que se aplique el eximente de miedo insuperable o la atenuante de legítima defensa, así como las atenuantes de confesión e intoxicación por consumo de drogas.

Tras finalizar este jueves la práctica de la prueba, y la presentación de conclusiones e informes finales, está previsto que la magistrada entregue este viernes al jurado el objeto de veredicto. A partir de ese momento, el tribunal popular quedará incomunicado e iniciará su deliberación.