Acusado del llamado crimen de Coia, en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo
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El acusado del crimen de Coia, en Vigo: "Quería defenderme, no matarlo, solo asustarlo"
El acusado ha remarcado que la víctima lo amenazó con un machete y que temió por su vida y la de su madre
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El acusado de haber matado a otro hombre en el barrio vigués de Coia, en abril de 2024, ha mostrado este miércoles su arrepentimiento por lo ocurrido. Ha asegurado que, cuando disparó con una escopeta a la víctima, no lo hizo con intención de matarlo, sino de asustarlo para que se fuera.
Así lo ha trasladado en su declaración ante el tribunal de jurado, en el juicio que se sigue en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, y en el que se enfrenta a casi 22 años de cárcel —la acusación particular eleva la petición hasta los 23 años y medio de prisión—.
El acusado, José L.M.C. solo ha respondido a las preguntas de su letrado. Así, ha reconocido que disparó a la víctima, un hombre que conocía desde que eran adolescentes, aunque la relación entre ambos se había deteriorado por enfrentamientos relacionados con el trapicheo de drogas, al que se dedicaban ambos.
Según su relato, esa noche el fallecido se presentó en su casa dando gritos e insultándolo, armado con un machete —que fue localizado en la escena del crimen—. Entonces, al sentirse amenazado y temer por su vida y la de su madre, que estaba en el domicilio, cogió la escopeta que tenía en su casa y efectuó un primer disparo intimidatorio hacia el suelo, con un cartucho de sal.
Al ver que el otro hombre seguía con el machete en la mano y actitud de echárselo encima, realizó otro disparo, esta vez con munición real —un cartucho de perdigones—, según las declaraciones del acusado recogidas por Europa Press.
"Temí que me hiciera daño a mí o a mi madre"
José L.M.C. ha asegurado que realizó ese segundo disparo apuntando al hombro de la víctima, "para que soltara el machete", pero el impacto acabó en la mejilla izquierda. Le causó una herida de tal gravedad que falleció por una hemorragia masiva, debido a los daños en vasos sanguíneos principales.
"Temí que me hiciera daño, a mí o a mi madre, porque lo conozco", ha incidido el acusado, que ha remarcado que el fallecido era una persona "muy violenta", a la que "le gustaba la pelea". Semanas antes le había enviado mensajes amenazantes y fotos en las que se le veía portando el machete y exhibiendo una pistola.
"No tenía intención de matarlo, quería asustarlo para que se largara", ha insistido y ha apuntado: "No lo quería matar a él ni a nadie (...), en el hipotético caso de que quisiera matar a alguien no lo haría en la puerta de mi casa". Además, ha asegurado que se arrepiente de lo sucedido y ha trasladado su pesar a la familia del fallecido: "Ojalá el tiempo que pase en la cárcel les pueda compensar algo".