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Condenado en Vigo a un año y tres meses de cárcel por amenazas racistas: "No quiero mierda peruana aquí"
El tribunal lo considera autor de un delito menos grave de amenazas, con la agravante de motivación racista
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Ser racista también tiene consecuencias penales. El juzgado de lo Penal 1 de Vigo ha condenado a un año y tres meses de cárcel a un hombre por dirigirse a una joven expresiones como "no quiero mierda peruana aquí" o "a mí que no me toque los cojones la panchita esa que la mato".
El tribunal lo considera autor de un delito menos grave de amenazas, con la agravante de motivación racista. Así se recoge en la sentencia, que mantiene que víctima y acusado mantuvieron una relación de amistad en 2023.
Ahora bien, a partir de noviembre de ese año, la relación se convirtió en enemistad y enfrentamiento. Según informa Europa Press, desde entonces se produjeron numerosas discusiones entre ambos e intercambios de insultos y comentarios despectivos por WhatsApp.
Así, a partir de agosto de 2024, el acusado contactó con una amiga común de ambos y le escribió mensajes refiriéndose a la víctima con términos despectivos: "a mí que no me toque los cojones la panchita esa que la mato", "le voy a dar una patada voladora como me toque los cojones", "le voy a saltar los dientes de la boca" o "que me diga algo más, que la espero fuera de casa y le doy una paliza".
Posteriormente, crearon un grupo de WhatsApp en el que estaban acusado, víctima y la amiga de ella. Cuando ellas le pidieron que se disculpase, el acusado escribió mensajes como: "esa sí que se va a cagar, piensa que se fue de rositas", o "yo te pido perdón si tú me pides perdón por estar en mi país".
Después de que ella lo denunciase, el acusado trató de ponerse en contacto con la joven, y se comunicó con una conocida de ambos para preguntar donde estudiaba "la peruana ésta". Finalmente contactó con la propia víctima por Telegram para afearle que lo hubiera denunciado y le planteó preguntas como "si el deporte nacional en Perú era denunciar".
Además, se refería a ella de forma insistente vejándola por su origen, y hablando de la joven como "color humilde, color económico". "No quiero mierda peruana aquí", "ya llegó la color humilde" o "cuidado con los panxis que os denuncian" eran algunas de las expresiones que utilizaba.
Por estos hechos, ha sido condenado a 1 año y 3 meses de cárcel, con la prohibición de acercarse o comunicarse con la denunciante por un tiempo de 2 años y 3 meses, y deberá indemnizar a la perjudicada en 100 euros.