Juicio en la sección quinta de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo, a un hombre acusado de abusar sexualmente de su sobrina-nieta menor de edad

Juicio en la sección quinta de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo, a un hombre acusado de abusar sexualmente de su sobrina-nieta menor de edad Europa Press

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El acusado de abusar de una familiar menor niega los hechos en Vigo: "Jamas tuve un roce con ella"

Las acusaciones valoran la credibilidad de la menor y la defensa apunta a un posible "afán de notoriedad"

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"Jamás tuve un roce ni una discusión con ella", ha declarado en Vigo el hombre juzgado de abusar sexualmente de su sobrina-nieta menor de edad. El acusado ha negado los hechos en el juicio y ha subrayado que el incidente "jamás ocurrió". 

Dicho episodio ocurrió en el verano de 2019, cuando la menor, que pasaba mucho tiempo en casa de sus tíos abuelos, entró en una habitación donde estaba el acusado viendo fotos familiares en un ordenador. Según el relato de la víctima que recoge Europa Press, se acercó a su "abuelo" y este le tocó el trasero y le realizó tocamientos en su zona íntima por debajo de la ropa interior.

El acusado, José F.C., ha negado categóricamente que eso hubiera ocurrido, e incluso ha negado que nunca la menor se hubiera acercado a él mientras veía las fotos. "No sé los motivos de la denuncia, éramos una familia muy unida", ha expresado.

Igualmente, ha rechazado la afirmación de que, cuando la niña pasaba la noche en su casa, durmieran juntos, sino que ha matizado que, a veces, se acostaba "por encima de las sábanas" en la misma cama que su sobrina-nieta hasta que la menor se dormía, porque "tenía miedo".

Denuncia tres años más tardes porque "ya no podía más"

Por su parte, la madre de la menor ha confirmado que se enteró de los supuestos abusos cuando su hija se lo contó, tres años más tarde. Entonces, la menor "ya no podía más", y había intentado suicidarse. Anteriormente, la víctima ya se lo había contado a algunas amigas y había publicado un mensaje al respecto en sus redes sociales.

La progenitora también ha admitido que tardó meses en presentar la denuncia, porque le costó mucho "asimilar" que un familiar tan cercano hubiera actuado así y que acabó por denunciar porque también se sintió presionada por el centro escolar, la trabajadora social y otros agentes involucrados en el proceso.

Estas reticencias fueron confirmadas por testigos como la tutora de la niña en el Instituto. "La tuvimos que forzar, no quería denunciar bajo ninguna circunstancia, pero le dijimos que era un delito y que tenía que proteger a su hija", han apuntado ante el tribunal.

Finalmente, la psicóloga que trata a la menor confirmó que presenta los síntomas de un caso "grave" de trauma por esos abusos y que, aunque con el tiempo ha experimentado una leve mejoría, sigue siendo necesario mantener la "intervención".