Mariano, Sonia, y Yolanda en Aragón 100.
El último "Todo a cien" de Vigo: "En Aragón 100 queremos de verdad a nuestros clientes"
Abrió en 1994 y hoy es el único establecimiento tipo bazar que está regentado por españoles en la ciudad olívica. Resisten con trabajo duro, servicio posventa y una atención a una clientela de O Calvario que, en su mayoría, es "obrera, gente que se levanta temprano para ir a trabajar"
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Los establecimientos "Todo a cien" fueron, durante mucho tiempo, el último vínculo con la antigua moneda española. Supusieron una revolución en los barrios y la fórmula asequible para que muchas familias de los 90 pudiesen adquirir regalos, decoración o menaje.
Sin embargo, aquellas míticas tiendas fueron cediendo espacio a los bazares chinos, que actualmente copan este segmento del mercado. En Vigo, en O Calvario, resiste un establecimiento que hoy mantiene aquella esencia noventera, eso sí, con los clásicos de antes y los más novedosos: Se trata de Aragón 100, ubicado en el número 3 de la calle que lleva el mismo nombre.
En 1994, Yolanda Salgueiro y su marido, Mariano, abrieron las puertas de esta tienda en la que el trabajo no cesó desde entonces: Permanece operativa de lunes a sábado y cada día se reponen unas 7.000 referencias. "Era una época en la que cerraban las sucursales bancarias y abrían los 'Todo a cien'. Empezamos con Cadena 100, que era una franquicia", recuerda Yolanda o "Yoli" para sus clientas del barrio. "Empecé aquí con 16 años y tengo 48. Somos el único 'Todo a 100' de españoles que queda en Vigo", anota.
Interior de Aragón 100 en Vigo.
El secreto para perdurar en el tiempo es, según Yoli, cuidar y mantener a su clientela, trabajar mucho con los proveedores, ofrecer servicio posventa y pensar en clave de barrio, además de seleccionar muy bien los productos que se venden. "Tratamos de priorizar el producto español y portugués. Claro, hay cosas que, como en todas las tiendas, son importadas. Son importadores españoles, pero productos que se fabrican en China", puntualiza.
La oferta de enseres de Aragón 100 es amplia: bolsos, artículos de papelería, menaje, decoración o ropa. "Tenemos clientes de toda la vida, que ya venían sus abuelas y ahora vienen ellos. Los recuerdo pequeños y ahora pues tendrán unos 35", relata Yoli. "Te cuento también que tengo clientas que son mayores y que si pasamos tiempo sin verlas vamos a darle un toque a casa a ver si están bien. Somos un poco psicólogos también", anota.
Interior de Aragón 100, en Vigo.
"Es un proyecto que da mucho trabajo"
Yolanda reconoce que tener un "Todo a cien" requiere de mucho trabajo, y esto es algo que no todo el mundo está dispuesto a asumir. "Los chinos tampoco lo están teniendo fácil ahora y muchos están cerrando", cuenta.
En Aragón 100 explican que se afanan por ofrecer un servicio posventa, algo que no pasa en muchos bazares. "Creo que tratamos a la gente con cariño, envolvemos regalos y si algo de lo que vendemos no cumple con las características por las que fue vendido, aportamos una solución. Aquí la gente, de hecho, si por ejemplo una sartén no va bien, me la traen de vuelta. Yo creo que eso los clientes no lo hacen en otros sitios", reconoce.
Mariano, Sonia y Yoli.
Necesidad de regresar
Yoli, que acaba de superar una enfermedad, cuenta que trabaja feliz y que, de hecho, regresó antes de lo previsto a su puesto de trabajo porque lo necesitaba: "Quiero mucho a mis clientes, de verdad, son 32 años y hay gente que viene todos los días", cuenta. "El Calvario es una zona obrera, de gente que se levanta a trabajar y se va a los astilleros", anota.
La responsable de Aragón 100 cuenta que en la zona se le conoce cariñosamente como "la chica del todo a 100", aunque en total son cuatro trabajadores.
Una petición para apoyar el comercio local de O Calvario
En Aragón 100 defienden el comercio de barrio y de proximidad, así como su mercado "que tiene el mejor pescado de todo Vigo", dice Yoli. "Creo que se debería apoyar más como centro comercial abierto. No han puesto prácticamente ni luces delante del mercado, que es de lo mejor que hay en Vigo", lamenta.
Aragón 100, en Vigo.
A Yoli y a Mariano la apertura de bazares chinos o franquicias como Tedi, que recientemente abrió sus puertas en la zona, no les ha hecho daño porque se implican, trabajan duro y su clientela es fiel: "Yo tengo mi clientela hecha y me viene a mí. Y es que además vendemos más barato, nos lo dice la gente", detalla. "Tampoco me gusta que todas las clientas vayan, por ejemplo, con el mismo bolso. Trato de traer dos o tres de cada estilo, y no machacar el barrio. También estamos muy pendientes de eso", anota Yoli, antes de concluir que "estoy muy feliz con mi clientela. Yo si entra una clienta por la puerta y saluda sé quién es sin mirarla. Soy feliz aquí, es como estar en el salón de mi casa".