Imágenes del proyecto del funicular entre O Berbés y Praza do Rei.
Un precedente del Vigo Vertical: El funicular desde el Berbés que nunca fue
Conectar partes de la ciudad salvando los acentuados desniveles que presenta, desde el puerto hasta la cima de O Castro, ha sido el objetivo de varios proyectos que no llegaron a buen puerto
Información relacionada: Vigo Vertical suma una nueva rampa que conectará García Barbón con el ascensor Halo
El 3 de enero de 2015 se pusieron en funcionamiento las escaleras que conectan la Puerta del Sol con la calle Abeleira Menéndez, divididas en cuatro tramos y que salvaban un desnivel de alrededor de 20 metros.
Fue el primer paso del Vigo Vertical, un proyecto que ha llevado a cabo Abel Caballero, pero que ha contado con antecedentes que nunca se llegaron a ejecutar. El objetivo siempre fue conectar diferentes puntos de la ciudad salvando los acentuados niveles que ofrece.
Para encontrar uno de los primeros proyectos de este estilo nos tenemos que remontar al año 1913. El objetivo era convertir O Castro en una zona de recreo y para ello se reunió en la Comandancia de Ingenieros la comisión para la cesión del monte del Castro, que pertenecía al Ejército. Para ello, se barajó la construcción de un funicular y un tranvía que conectase el centro de la ciudad con el monte.
Una idea, la del funicular, que regresó más de 30 años después; en este caso, el proyecto contaba con los planos de un tren con cable de acero que partía desde Cánovas del Castillo, bajo el mirador de la plaza de A Pedra, y ascendía hasta el Castillo de San Sebastián: 400 metros con dos tramos subterráneos.
Además, contaba con la realización de un edificio que albergaría el Concello sobre el propio castillo, como así fue dos décadas después. Desde este punto, partía un funicular con dos tramos aéreos que llegaba hasta la cima de O Castro.
Así, más de 800 metros de trayecto con dos coches que dispondrían de 32 plazas. El precio, seis millones y medio de pesetas.
Primer año de Caballero con el BNG
El precedente más cercano al Vigo Vertical se presentó en 2008, 7 años antes de que las escaleras mecánicas de la Puerta del Sol comenzasen a funcionar. Gobernaba en la ciudad el PSOE de Abel Caballero con el apoyo del BNG; se replicaba en Vigo el gobierno bipartito de la Xunta de Galicia, donde el socialista Emilio Pérez Touriño ocupaba la presidencia y el nacionalista Anxo Quintana, la vicepresidencia.
De hecho, Caballero había alzado por primera vez el bastón de mando un año antes, en mayo de 2007; un mes antes de las elecciones, el actual regidor presentaba como parte de su programa un proyecto de un funicular para llegar hasta el zoo de A Madroa, herencia del que fuera antiguo concejal, Antonio Nieto Figueroa, Leri.
Regresando a 2008, la propuesta llegó del BNG, a través del teniente de alcalde Santi Domínguez, también presidente del Consorcio Casco Vello, y con el apoyo de la conselleira de Vivenda, Teresa Táboas. Primero, se había convocado un concurso para "mejorar la conexión transversal entre O Berbés y el Concello".
Santi Domínguez y la conselleira de Vivenda, Teresa Táboas.
Un funicular desde O Berbés hasta Praza do Rei
De los 19 proyectos presentados, se eligió un sistema de funicular que se desplazaba sobre un rail, obra del estudio de arquitectura B01 Arquitectes de Barcelona. Tenía una longitud de 200 metros a través de un túnel de 3 metros de ancho, combinando tramos interiores y otros al aire libre, y lograba salvar una pendiente de 67 metros. El vagón tenía capacidad para 30 pasajeros y una frecuencia de paso de 10 minutos.
El trayecto estaba dividido en cuatro estaciones. La Estación del Berbés, concebida como punto de partida, donde también se instalaría una oficina de información y máquinas expendedoras; Estación de Poboadores, donde el vagón accedía a cota de calle, con balcones acristalados e integrada con la zona y las escaleras de a Baixada ao Forte.
La tercera parada era en Alfonso XII, con una estación con vidrio prensado que conectaba con la Praza da Fonte y la calle de Santiago. Y la cuarta y última, la Estación de Praza do Rei, proyectada en la fachada posterior del edificio del Concello; el vagón circulaba 25 metros en superficie y penetraba en el Castillo de San Sebastián.
Proyecto de B01 Arquitectes.
"Esperamos que a finales de 2009 tengamos ya el proyecto definitivo elaborado y con la tramitación aprobada para poder licitar los trabajos en 2010", aseguraba la conselleira el 6 de noviembre de 2008 en la presentación del proyecto.
Santi Domínguez, por su parte, consideraba que el proyecto iba a "contribuir decisivamente a favorecer la movilidad en el barrio" e iba a permitir "articular mejor la vinculación de dos zonas del Casco Vello" que vivían "prácticamente ajenas la una de la otra".
Cambio en la Xunta
Pero meses después, el gobierno de la Xunta cambió. El 1 de marzo de 2009 se celebraron unas elecciones autonómicas en las que Alberto Núñez Feijóo lograba la mayoría absoluta. Con el PP en el Gobierno, el proyecto comenzó a encontrar trabas que nunca fueron superadas.
Sin ir más lejos, en septiembre de 2009, el Instituto Galego da Vivenda e Solo, que tenía una participación del 90% del Consorcio del Casco Vello, aseguraba que no financiaría la construcción del funicular, ya que había "otras actuaciones más urgentes a las que destinar el dinero". La consideraron, además, "una propuesta sin base real y hay otras necesidades".
El que era concelleiro de Patrimonio Histórico, Eudosio Álvarez, lamentaba la decisión. "Tampoco se trataba de que lo pagaran todo, pero lo cierto es que los nuevos responsables de Vivenda nunca han hablado con nosotros de esa cuestión", aseguraba y quedaba a la expectativa de las inversiones que se harían en la ciudad y, más concretamente, en el Casco Vello, porque consideraba que "no sería justo que no hicieran nada cuando el anterior equipo de Vivenda había apostado claramente por Vigo".
Hoy, el Vigo Vertical es una realidad; rampas, ascensores y escaleras mecánicas pueblan la ciudad y han cambiado la forma de moverse por ella. De aquel funicular, quedan dos herederos; como tal, el ascensor inclinado entre Camelias y Pi y Margall, que fue el segundo proyecto ejecutado por Caballero; y un ascensor que se proyecta desde O Berbés hasta el Paseo de Alfonso, dentro de las obras del Barrio del Cura.