¿Qué fue de los locales míticos de la noche de Vigo?
¿Qué fue de los locales míticos de la noche de Vigo?
Bares, pubs y discotecas que marcaron el ritmo nocturno de la ciudad a finales de siglo y principios del XXI hoy son, en su gran mayoría, parte del recuerdo y de antiguas fotografías, mientras que son pocos los que han mantenido su actividad bajo otro nombre
Te puede interesar: Toni’s Guitars, 60 años de un clásico de Vigo concentrados en un documental
Desde 2021, la puerta contigua al número 14 de Doctor Cadaval no luce un toldo azul con letras amarillas. Podría ser cualquier puerta de cualquier edificio de Vigo, pero durante más de medio siglo era la entrada al Toni's Guitar, uno de los locales de referencia de la noche viguesa.
Hoy una puerta negra con candados y verja es lo único que queda de puertas para afuera de este mítico bar, de escaleras profundas y luz rojiza. Para las nuevas generaciones, pasar por delante de él no supondrá nada, pero para otras, con más edad y canas, es una forma de viajar a un pasado del que quedan ya pocos vestigios.
Lo que ocurre con el Toni's también pasa con muchos de aquellos bares, discotecas y pubs que marcaron la noche de Vigo a lo largo de la última década del siglo XX y que tuvieron extensión a lo largo de la primera del siglo XXI.
La "reconversión"
Ocurre algo parecido en la calle Lepanto, a la altura del número 15. El Manco fue desde los años 80 y durante casi 50 años uno de los puntos neurálgicos del final de la fiesta nocturna de Vigo. Convertido en after ya hacia el final de su existencia, llevaba cerca de 15 años cerrado, con la fachada cubierta cada vez de más carteles, algunos que ya tapaban el rótulo que lo identificaba.
Ahora, tal y como anuncia un cartel, está en obras para pasar a formar parte de la clínica sanitaria que tiene en el portal de al lado, la Clínica Lepanto.
Un cartel de "se vende" también se puede leer sobre una de las paredes exteriores del Duke, discoteca situada en Nicaragua, 16 y que abrió a finales de los años 80. Mientras, el local que durante años acogió la discoteca Sol, en Carral, 2, que en su sesión de tarde concentraba a cientos de adolescentes, hoy es un gimnasio.
Cambio de uso también en el Camiño da Raposeira, 40, en uno de los laterales de la Avenida de Madrid. Allí se encontraba el que fue uno de los templos de la música electrónica de Vigo, Óxido. Abrió a principios de los año 90 en una nave que hoy ofrece servicios de reparación de automóviles.
Poco rastro queda también en María Berdiales, 21, de Charol, otro de los centros de ocio nocturno principales de los años 80 y 90. A no mucha distancia, en el número 25 de la calle Venezuela, se encontraba Oliver, discoteca también de referencia entre los más jóvenes desde los años 70 y que hoy, tras varios cambios de nombre, se llama Olimpo.
Nuevas vidas
Y es que el presente de algunos de aquellos locales del pasado no siempre es el de no existir o haber cambiado radicalmente de rumbo. Ocurre en sitios como la Sala Radar, que fue eje de la Movida de Vigo como Ruralex y más tarde templo de música electrónica como Vademecum.
Una transformación progresiva es la que ha ido desarrollando el pub Amordiscos. Fue uno de los puntos de encuentro del Casco Vello durante la penúltima etapa de éxito de la zona, a finales de los 90. Allí, por ejemplo, se grabó en 1993 el videoclip de la canción Yo dije yeah de Siniestro Total, en el que colaboró Álex de la Iglesia.
Durante 9 años, desde 2013 hasta 2022, reabrió transformado en local de restauración y convirtiéndose en uno de los pioneros en el resurgir de la zona vieja de la ciudad. Tras cerrar sus puertas, el local hoy está ocupado por el restaurante Niño Corvo.
Adiós definitivo
Pero hay otros locales de los que ya no quedan ni los restos. Tres referentes en las afueras, uno de ellos en el Concello de Nigrán, que eran también destinos habituales para alargar o poner fin a la noche viguesa. Código de Barras, en la Avenida de Europa, fue derruido en 2021 para acometer las obras del área comercial proyectada en la zona.
A pocos metros de la playa de Samil, frente a polideportivo y a la Xunqueira do Lagares, se encontraba Public, una gran discoteca en tamaño que también fue derruida por incumplimientos urbanísticos. Tampoco queda rastro de Vanitas Vanitatis, en la Avenida Val Miñor, en Nigrán, en este caso desde 2016.
Una más, en el limbo de la duda: Nova Olimpia, sala de conciertos pegada al cine Fraga y cuyo futuro está asociado a las obras del antiguo cine, un proyecto que han recuperado Xunta de Galicia y Diputación de Pontevedra desde el año pasado.