El Español
Quincemil
Vivir
|
Con niños

Diez bosques mágicos en la provincia de Pontevedra para pasar un día en familia

Desconecta de la ciudad con estos espacios naturales repletos de árboles autóctonos centenarios, merenderos y hasta espectaculares miradores
Una familia paseando por el bosque.
Una familia paseando por el bosque.
Ofrecido por:

El comienzo de año siempre nos despierta energías renovadas y ganas de llevar a cabo nuevos planes. La provincia de Pontevedra tiene multitud de bosques y espacios verdes ideales para cumplir con algunos de los propósitos más comunes, como hacer deporte o disfrutar con los tuyos.

No hay nada mejor que un paseo que combine todos esos deseos. Desde el inicio de la pandemia hemos aprendido a valorar más estar en la naturaleza, así que desde Treintayseis te proponemos diez bosques sin salir de Pontevedra donde pasar un día en familia y recargar las pilas.

Bosque encantado de Aldán (Cangas)

Panorámica Bosque de Aldán. Imagen: Shutterstock

No podíamos inaugurar esta lista de otra forma que con el entrañable bosque encantado de Aldán, también conocido como Finca de Frendoal o Casa do Conde. Estos últimos años se ha vuelto más popular y en verano es muy habitual ver a gran cantidad de turistas y curiosos paseando por allí. El resto del año es un lugar tranquilo, que no pierde ni un ápice de magia.

Cerca del Bosque se encuentra la Ruta de los Molinos del río Oxa, una buena senda para prolongar el paseo, aunque lleva tiempo presentando un aspecto muy descuidado.

Monte da Picaraña (Ponteareas)

Uno de los penedos de A Picaraña. Imagen: Turismo de Ponteareas

A Picaraña es un bosque de pinos donde se dice que en un pasado lejano hubo una fortaleza que los Reyes Católicos mandaron destruir. Ahora en ese lugar se encuentra la capilla de Santa Cruz y el mirador. Lo más característico de este lugar son los penedos, las enormes piedras que se pueden contemplar en la subida del monte, como Pena do Equilibrio, Penedo do Monxe o Penedo da Caixa.

Fraga de Catasós (Lalín)

Fraga de Catasós, en Lalín. Imagen: Turismo Rías Baixas

Este bosque tiene el privilegio de haber sido la inspiración de Emilia Pardo Bazán para varios capítulos de Los Pazos de Ulloa. Este dato ya es un indicador de la magia que recorre la Fraga de Catasós, antigua propiedad de la familia Quiroga de Catasós. El lugar está repleto de robles y castaños centenarios y supone un sendero de poca dificultad, idóneo para caminar con los más pequeños de la casa.

Parque de Cotorredondo (Vilaboa)

Lago de Castiñeiras, entre Vilaboa y Marín.

Este espacio natural es uno de los más idílicos de toda la provincia. El lago de Castiñeiras es un entorno tranquilo que invita a sentarse y contemplar el paisaje, pero el conjunto de Cotorredondo en sí es un escenario ideal para pasear y explorar. Además, hay diversos merenderos y algún parque infantil, por lo que es el lugar perfecto para pasar un día en familia.

Bosque de Colón (Poio)

Bosque de secuoyas en Poio. Imagen: Turismo Rías Baixas

En la localidad de Poio se encuentra uno de los mayores bosques de secuoyas californianas de toda Europa. Estos árboles se caracterizan por su imponente altura y su capacidad de vivir miles de años. Como explican desde Turismo Rías Baixas, el Bosque de Colón recibe este nombre porque se inauguró en conmemoración al 500 aniversario de la llegada a América.

El Bosque abarca 2 hectáreas y cuenta con merenderos para retomar fuerzas después de una jornada de paseo.

Carballeira de San Xusto (Cotobade)

La carballeira de San Xusto. Imagen: Turismo Rías Baixas

Este tranquilo bosque está ubicado en Cercedo-Cotobade y tiene otros atractivos que visitar, como la capilla de San Xusto o los Baños de San Xusto, las ruinas de un antiguo balneario. Junto al río también hay restos de molinos del siglo XIX. El resultado es un paisaje acogedor, que dispone de merenderos y asaderos para pasar un gran día.

Parque Monte Aloia (Tui)

Mirador en el Monte Aloia. Imagen: Turismo Rías Baixas

El Monte Aloia está situado a más de 600 metros de altura y fue el primer Parque Natural de Galicia. El entorno está repleto de especies autóctonas y otras exóticas, como los cedros del Líbano. En todo el conjunto podemos encontrar un total de cinco espectaculares miradores, una ermita dedicada a San Xián y una variedad de rutas de senderismo para descubrir el Monte a vuestra manera.

Monte do Facho (Cangas)

Monte do Facho. Imagen: Turismo de Galicia

Lo mejor del Monte do Facho es alcanzar su cima, desde la que se aprecia una panorámica espectacular de las Islas Atlánticas y un horizonte infinito. El lugar también está cargado de historia: fue un antiguo santuario romano y albergó un poblado castrexo. En las inmediaciones de este sitio se encuentra Cabo Home, otro de los puntos claves para quienes visitan O Morrazo.

Monte Penide (Redondela)

Uno de los yacimientos de Monte Penide. Imagen: Wikiloc

Conocido como Monte Penide o Monte Mirallo, este espacio en el municipio de Redondela fascinará a los niños de la familia con sus restos arqueológicos. A lo largo del Monte podemos encontrar castros, petroglifos y mámoas (¡hasta 50!) con las que viajar en el tiempo. Será imposible aburrirse mientras se recorren los diferentes senderos trazados en este entorno natural mágico.

Parque Natural de Barosa (Barro)

Senda del río Barosa. Imagen: Fervenzas de Galicia

Por último, recomendamos el precioso Parque Natural de Barosa, caracterizado por los 17 molinos que descienden a lo largo de la cascada del río Agra. Este entorno natural se puede visitar tanto en verano —cuando algunos se animan a bañarse en las pozas— como en invierno, época en la que se respira una paz especial. Es, sin duda, una escapada inolvidable para las familias, y cuenta con una zona de merenderos y hasta un parque infantil.

Vivir