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Diego Lago, de Arte y Danza Vigo: "Es lo mismo componer una coreografía que un cuadro"

Este argentino de raíces gallegas y con un don especial para la pintura figurativa, fundó en Vigo su propia escuela. Quiere que sus alumnos pinten de manera introspectiva y no para mostrar el resultado en redes
Diego Lago, de Arte y Danza, junto a una de sus obras.
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Diego Lago, de Arte y Danza, junto a una de sus obras.
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Diego Lago (Argentina, 1981) es un artista plástico que considera que la pintura y la danza están estrechamente ligadas. Por ello, tras recorrer diferentes lugares y formarse en ambas disciplinas -en pintura aprendió de otros pintores y en danza acudió a clases en la Ciudad Condal- se abrió su propia escuela en la ciudad olívica, a la que llamó Arte y Danza. Su versatilidad también la demuestra con la fotografía, otra área en la que estuvo mucho tiempo volcado.

Fue al regresar a Vigo por motivos personales -su familia es gallega y volvió de Argentina a Santiago de Compostela en el momento en el Diego tenía siete años- cuando el artista pudo cumplir su sueño de abrir su propia escuela, la cual completó con la formación de pintura. "Cuando abrí la escuela de danza impartíamos baile deportivo o latinos", recuerda Diego. "Con el tiempo yo me fui dedicando más a la parte de pintura, que es en donde estoy todas las tardes, y por la noche doy alguna clase de baile", añade. En este sentido, la escuela ha evolucionado ahora a otras disciplinas como ballet, contemporáneo, o jazz.

Hoy en día Arte y Danza, ubicada en el nudo de Isaac Peral, acaba de cumplir 12 años de existencia y cuenta con tres profesores y más de 200 alumnos. Muchos de ellos, realizan las dos disciplinas -arte y baile-, pues, tal y como indica el docente, ambas están muy ligadas: "Son complementarias. Es lo mismo componer una coreografía que un cuadro", asevera. "Al final siempre se busca el equilibrio visual y el ritmo tanto en una pintura, como en una coreografía o una fotografía", añade.

"Siempre se busca el equilibrio visual y el ritmo tanto en una pintura, como en una coreografía o en una fotografía"

El talento de este argentino con raíces gallegas para el hiperrealismo es indiscutible, aunque él precisa que se siente más identificado con la pintura figurativa: "Con el hiperrealismo no me siento muy identificado, pero entiendo que, al final, si ajustas mucho los valores y el color, parece una imagen hiperrealista", explica el responsable de Arte y Danza. "Pero a mí me gusta la pintura que, cuando se vea de cerca, se note que es pintura", añade.

El artista asegura que, en las artes plásticas hay una pequeña parte que puede ser innata dentro del pintor, pero la formación es crucial: "Puede ser algo innato, digamos, la facilidad que, desde pequeño, siempre he tenido para pintar, pero el resto es formarte, trabajar y estar en el estudio a base de ensayo y error", explica Diego, quien ha encontrado la posibilidad de emplear la foto como referencia y a la hora de darle otro enfoque a sus creaciones: "He vuelto a hacer otra vez pintura figurativa y creo que estaré mucho tiempo ahí porque me encanta. Paso muchas horas en el taller. Si pudiese, estaría las 12 horas del día. Cuando no tenía hijos podría dormir allí, ahora ya no", anota entre risas.

"Es bueno para los niños estar en un ambiente artístico"

Para el director de Arte y Danza, que los más jóvenes estén rodeados de un ambiente artístico es ciertamente positivo, puesto que les ayuda a desarrollarse a nivel cognitivo y emocional, y también a mejorar su tolerancia a la frustración. Además, el profesor procura sus alumnos limiten, durante las clases, el uso del teléfono móvil. "A veces quieren todo ya y yo les explico que la pintura es un proceso muy lento y que casi nunca sale bien, y ellos lo de errar lo llevan mal", remarca Diego, quien, por otro lado, se muestra comprensivo: "Ellos viven su generación, yo no lo juzgo, es como tienen que vivir. También nuestros padres veían a nuestra generación como algo loco. Al final es así", añade.

"La pintura debe hacerse hacia dentro, no hacia fuera"

Por último, este argentino de raíces gallegas concibe la pintura como un proceso interno: "La mayoría de los adolescentes y los jóvenes, cuando pintan, a la media hora lo que hacen es sacar una foto para subirla a la red. Yo soy un dinosaurio para eso, cuando pinto, al móvil no le hago ni caso", confiesa. "Parece que buscan más sorprender al que ve la obra que investigar. La pintura no debe hacerse hacia fuera, sino hacia dentro. Lo más importante es entender la pintura de una manera instrospectiva. Yo intento que se pare el tiempo cuando los alumnos están en la escuela, que se desconecten del exterior", concluye.

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