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365 días desde la desaparición de Jorge Joel en Vigo: su familia se resiste al olvido

Se le perdió la pista en la calle Coruña y no se ha vuelto a saber nada sobre su paradero. "Queremos que regrese, las puertas de casa están abiertas", declara su padre, Jorge Fernández
Jorge Joel Fernández Viñan, desaparecido en Vigo el pasado 29 de enero de 2022.
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Jorge Joel Fernández Viñan, desaparecido en Vigo el pasado 29 de enero de 2022.
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Han pasado 365 días desde que Jorge Joel, un joven estudiante de la ciudad olívica, se marchó de casa. 365 días desde que desapareció sin dejar rastro, desde que comenzaron a aparecer los carteles con su cara por todo Vigo en un intento de dar con él. Sin embargo, a pesar del paso del tiempo, el caso parece estar en un callejón sin salida y las pistas sobre el paradero del joven se quedaron estancadas hace meses.

Jorge Fernández es el padre de Joel. Para él y para su esposa, Rosa Viñán, este último año ha sido una búsqueda constante que, con el paso de los meses, ha ido desgastando sus ánimos. Todavía mantienen la esperanza de seguir probando todas las opciones posibles, pero la falta de información sobre la desaparición de su hijo menor los ha llevado a un punto que roza la impotencia.

"Queremos hablar del tema porque ha pasado un año y saber no se sabe nada", declara Jorge Fernández. Lo último que quiere la familia es que el caso de Joel caiga en el olvido: "A ver si así alguien sabe o alguien lo ha visto". Por su parte, siguen trabajando codo con codo con la asociación SOS Desaparecidos y el padre del joven, tal y como explica, llama cada 15 días a comisaría para saber si hay novedades.

Última pista en la calle Coruña

"No hay datos nuevos, aunque se continúan las gestiones", declaran fuentes policiales consultadas por este medio sobre el caso de Jorge Joel. "Se han comprobado todas las pistas y las llamadas sobre la desaparición", añaden.

Los hechos se remontan a la tarde del 29 de enero de 2022. Jorge Joel se fue de casa después de comer. "Era sábado, salió a comprar ropa. Ese día estaba bien, comió y salió después del mediodía", relata su progenitor con voz cansada. El último lugar donde se avistó al joven fue en la zona de la calle Coruña y su teléfono dejó de dar respuesta al poco tiempo esa misma tarde.

Como detallan los carteles que se difundieron esos días, Joel iba vestido con una chaqueta gris con capucha de la banda Metallica, un pantalón negro y mochila. Llevaba puestas sus gafas de pasta transparente, piercings de aro y portaba consigo su inseparable skate. Joel estudiaba en la Escuela de Artes y Oficios de Vigo y sufría una depresión que lo mantenía bajo tratamiento médico. Es por ello que una de las hipótesis que se barajan es que hubiera podido decidir quitarse la vida.

La policía habló con su entorno de amistades cercanos y con la exnovia del joven, según relata su padre, pero nadie sabe nada: "No sé qué le dirían, no sé qué le pudieron meter en la cabeza". Jorge Fernández es consciente de la salud mental de su hijo y cuenta que este dejó escritas las paredes de la habitación con frases como "gracias por todo, papá". En cuanto el matrimonio vio las pintadas salió a buscarlo.

Búsqueda por el norte de Portugal

Durante las primeras semanas, tras el anuncio de la desaparición, llegaron múltiples llamadas de testigos que decían haber visto a Jorge Joel; ninguna de ellas fue concluyente. Los siete días posteriores hicieron batidas para tratar de encontrarlo en Vigo y alrededores, pero tampoco hubo suerte. Durante los meses siguientes, los padres del joven han estado acudiendo a otros puntos de la comunidad, como Santiago de Compostela y A Coruña, pero las expediciones no se han saldado con éxito.

La sensación para la familia es que a Joel se lo ha tragado la tierra. Decidieron ampliar el ratio de búsqueda y durante el verano recorrieron varias localidades del norte de Portugal con la esperanza de encontrar algún rastro de su hijo. Hasta el momento, no han sabido más.

Jorge Fernández habla con entereza, pero su voz denota el cansancio de llevar 365 días asimilando la ausencia de su hijo: "Igual está muerto por ahí. Tenía síntomas de suicidio, puede que se haya matado, pero no sabemos nada. Hay tantas ideas que se le meten a uno en la cabeza. Día tras día estoy preocupado por dónde estará".

La familia de Joel mantiene la búsqueda activa y pide que cualquiera que tenga algún dato al respecto se ponga en contacto con ellos, o bien a través de SOS Desaparecidos o bien en el número de teléfono 659 09 58 57. Si pudiera hablar con su hijo, Jorge Fernández querría transmitirle que "no están enojados". "Lo que pasó, pasó. En casa nos hace falta, lo extrañamos muchísimo y lo queremos con la vida. Queremos que regrese, las puertas de casa están abiertas", concluye emocionado.

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